COLUMNAS
Perjudiciales percepciones (II)
Son nuestras instituciones, querámoslo o no, la fiel expresión de lo que somos.
A los empresarios les será más difícil aún explicar su situación cuando, después de todo el escándalo que se ha dado y del señalamiento de financiamiento electoral ilícito en su contra –lo que hace pensar en narcotráfico y otros delitos–, figure en su hoja de vida o deban explicarlo a un agente migratorio que, como consecuencia de la imputación, estuvieron sujetos a proceso en un tribunal de primera instancia de instrucción del ramo penal, narcoactividad y delitos contra el ambiente.
¿Cómo explicar que la palabra NARCOACTIVIDAD en el nombre del tribunal se debe tan solo a una estupidez del legislador, que bien pudo denominarlos del Ramo Penal, Narcoactividad, Delitos contra el Ambiente, Trata de Blancas, Proxenetismo y Corrupción de Menores, que si así lo hubiera hecho, además de vérseles como narcotraficantes, se les vería como pederastas y mañosos.
Grave el daño que se nos hace fuera de Guatemala, además del interno, y resulta más difícil combatir fuera las falsas percepciones: “Hijo y hermano del Presidente de Guatemala, capturados por corrupción”… Difícil explicar que la falta administrativa, no delito, habría ocurrido tres años antes de que el Presidente fuera Presidente, que es mentira que el hijo hubiera sido capturado y que el hermano –becado Fullbright por cierto de los Estados Unidos de América–, se había puesto desde meses antes a disposición de las autoridades, innecesaria, en consecuencia, su escandalosa captura; que en los hechos, ni el hijo ni el hermano buscaron ni tuvieron beneficio económico alguno, que no hubo defraudación del patrimonio del Estado y que la “corrupción”, si la hubiese habido, la sería de los funcionarios menores implicados (gatos) de una entidad estatal de registro de bienes y que, al cambio de la época, habría sidode unas 12 mil libras esterlinas…
Absolutamente desproporcionada, pues, la denuncia servida: “Hijo y hermano del Presidente de GUATEMALA, capturados por corrupción” o la también servida de “Presidente, diputada y empresarios de GUATEMALA denunciados por financiamiento electoral ilícito; el 25 % del financiamiento electoral en Guatemala proviene del narcotráfico, y hasta el 50 % del narcotráfico y otros delitos”, “El Presidente y la diputada serán objeto de antejuicio y los diputados se encuentran ya procesados en juzgado penal y de NARCOACTIVIDAD…”
Todas las instituciones merecen respeto, y bien hará el Congreso de la República en reparar sobre la falta de investigación habida en las denuncias presentadas, investigación que la Ley no prohíbe y que, si se hiciera, evitaría la presentación de denuncias ilegítimas –denuncias presentadas sin la debida investigación–, lo que hace perder tiempo a los Tribunales y al Congreso, y desacredita injustamente a las personas, amén de perjudicar la imagen de Guatemala, tanto internamente como fuera, la imagen de nuestra diputada, la imagen de nuestros empresarios y la imagen de nuestro Presidente, Presidente popularmente electo y que representa la unidad nacional.
Si así, como se les exhibe, el Presidente y la diputada de GUATEMALA, aquellos a quienes sus conciudadanos consideraron los mejores y les eligieron, ¿cómo seremos los otros guatemaltecos, entonces? ¿Cómo, si se ve a aquellos, así, se nos verá a nosotros? Nos hacemos daño a nosotros mismos y no nos damos cuenta.
Son nuestras instituciones –querámoslo, o no– la fiel expresión de lo que somos. ¿Lo mismo, el dinero sucio, que el dinero limpio? ¿Perseguir penalmente por la omisión de registrar, lo nunca recibido? ¿Castigo por asegurar el correcto conteo de los votos y, por si fuera poco, ¡pecado capital! conseguirlo? ¡Por favor! Como sigamos perdidos en estas necedades, el dinero sucio, sin persecución alguna, a sus anchas, seguirá haciendo de las suyas; se seguirá asesinando a dirigentes campesinos, quizá, por grupos y aparatos clandestinos de seguridad, y los grandes problemas nacionales seguirán, como siempre, sin la atención debida.
Los distractores, aunque de grandes réditos mediáticos –no para nosotros– y las negativas e injustificadas percepciones, en nada nos ayudan.
COLUMNAS
Desafíos de la formación artística en Guatemala (I)
Ethel Marina Batres Moreno
Dirección de Formación Artística
Ministerio de Cultura y Deportes
La Revolución de 1944 contribuyó a la promoción de la formación artística en Guatemala; para algunos, la época actual tiene semejanzas con aquella. Pero el país no florecerá mágicamente. Lograr cambios básicos requerirá planes viables y esfuerzos colectivos. ¿Juega algún papel la ciudadanía para mover engranajes transformadores? En cuanto a la formación artística, los retos son enormes. Una revisión de contexto puede ayudar a orientar el trayecto.
Las primeras referencias a la formación de artistas en Guatemala se encuentran en el Pop Vuh: “Y eran pintores, músicos, artistas”, y se suman a toda una iconografía previa que las muestra. El libro sagrado k’iche’ al nombrar con propiedad a los artistas, implícitamente reconoce un proceso previo: el formativo. Éste se constata con la transmisión efectiva de saberes hasta nuestros días.
En cuanto a formación artística los retos son enormes.
Hay manifestaciones ancestrales en los procesos de aprendizaje comunitario, en los repertorios, en el imaginario mostrado en textiles y bordados, en la cosmovisión expuesta en textos y otras representaciones, en las expresiones teatrales y danzarias, en la escultura, cerámica y otras. Esto refleja un legado cultural, artístico y pedagógico-artístico que principia a ser considerado con equidad bajo la divisa contemporánea de que “no hay saberes superiores a otros, únicamente diferentes”.
El reto a nivel formativo dentro de las comunidades actuales consiste en mantener viva la tradición, en resguardar elementos, en adaptarlos, refuncionalizándolos sincréticamente, en convertirlos en un reservorio vital capaz de dinamizarse constantemente y en propiciar la creación. Este es uno de los componentes a considerarse dentro de la
formulación de directrices pedagógicas para el país pluricultural que principia a reconocer la riqueza de su diversidad.
Por otra parte, la invasión española añade otros elementos. La condición de Capitanía General favoreció las visitas y el asentamiento de artistas en Guatemala. La pionera escuela de primeras letras ya incluía la formación de “acólitos y cantantes de ceremonias y alabados”. Los centros de artes y oficios formaban orfebres, artesanos, pintores y escultores.
El obispo Francisco Marroquín en 1548 solicitó al rey de España la presencia de “un buen artista” que fomentara la enseñanza. En 1802, el compositor Rafael de Castellanos tenía en su escuela un claustro de 16 profesores de música Los saberes llegados de Europa tomaban prestigio y se extendían.
Este legado perdura y se ha desarrollado extraordinariamente. Toda tradición artística implica una tradición formativa, y la suma de esfuerzos repercute en el momento actual, cuyos desafíos son mayúsculos, pero prometedores.
(Continuará)
COLUMNAS
SVET: violencia sexual y su abordaje psicológico
Secretaría contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas
La violencia sexual es una problemática social que comprende conductas sexuales contrarias a la dignidad de quien la experimenta, lo cual repercute gravemente en el desarrollo integral de las personas víctimas de este delito, no solo en su salud física, sino en su bienestar psicológico, el de sus familias y comunidades.
Por ello, es fundamental su abordaje desde un enfoque multidisciplinario, que incluya, el psicológico, como consecuencia de los daños que este flagelo ocasiona en la salud física y emocional de las víctimas.
”El abordaje de la violencia sexual es fundamental desde el ámbito de la psicología“.
En ese contexto, la Secretaría contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas (SVET), adscrita a la Vicepresidencia de la República, en cumplimiento de su mandato legal, impulsa acciones de formación y de sensibilización con una perspectiva amplia, que incluye el ámbito académico, especialmente el fortalecimiento de las capacidades de quienes de forma directa o indirecta, están involucrados en acciones de prevención, atención, acceso a justicia y reparación de las víctimas, con énfasis en los modelos de abordaje psicoterapéuticos.
En ese sentido, la SVET realizó recientemente el seminario Prevención y atención integral en casos de violencia sexual. Aspectos legales, criminológicos y psicológicos, con el objetivo de fortalecer los conocimientos de docentes, estudiantes y profesionales del área científico-asistencial, involucrados en la prevención y atención de casos de violencia sexual. Esto para favorecer la identificación de casos, tomando como referencia el ámbito de la psicología.
La Dirección contra la Violencia Sexual de SVET fue la encargada de desarrollar el seminario, impartido en la Escuela de Ciencias Psicológicas del Centro Universitario Metropolitano (CUM), tras evaluar la necesidad de fortalecer a quienes brindan atención psicológica desde el ejercicio de la profesión, a través de diferentes centros de Práctica Profesional Supervisada y del Ejercicio Profesional Supervisado, en los que tienen contacto con población en situación de vulnerabilidad como niñez, adolescencia, personas sobrevivientes de violencia sexual, con discapacidad y adultos mayores, entre otras. Sumado a esto, brindarles insumos acerca del marco legal nacional e internacional en materia de violencia sexual, así como de las responsabilidades legales y éticas que adquieren en el ejercicio de su profesión.
Asimismo, los participantes reforzaron sus conocimientos sobre psicología forense, pautas de atención, criminología de la violencia sexual y ubicación de rutas de atención interinstitucional a seguir, para garantizar la protección, asistencia, restablecimiento de derechos y acceso a la justicia de las víctimas, así como el funcionamiento y competencias de algunas de las instituciones públicas vinculadas al abordaje de la violencia sexual.
La SVET también trabaja en impulsar análisis de factores sociales, psicológicos y criminológicos, relacionados con la comisión de delitos de violencia sexual, por medio de alianzas estratégicas con diferentes instituciones a nivel nacional, como es el caso de la Universidad de San Carlos (USAC).
COLUMNAS
A vueltas con la “lanza en astillero”de Alonso Quijano / don Quijote (II)
Carlos Mata
Grupo de Investigación Siglo de Oro (GRISO)
“Así que alguien sabe qué es un astillero. Y siendo este un adorno —es decir, un exhibido símbolo de calidad social— de la casa de un hidalgo, no es verosímil que la lanza estuviera en olvido: era, eso sí, una lanza antigua, arma de los antepasados de don Quijote, mucho tiempo inactiva, pero la colocación en el astillero revela precisamente que su dueño quiere dejar clara su hidalguía y su vocación militar.
Era, no se olvide, aficionado a la caza, ejercicio sustitutorio de la guerra. Una lanza olvidada se coloca en un desván, en el establo, en el vano de una escalera, con otros objetos inservibles. Pero no es esto lo que sucede con la de don Quijote.
Cada día, al salir de su casa o al entrar en ella, el ingenioso hidalgo vería su lanza en astillero, su adarga antigua —tampoco olvidada—, dándole voces silenciosas, y algo en su interior iría acumulando la energía suficiente para que por fin embrazara su escudo, empuñara esa lanza que todos los días atraía su mirada, y saliera a correr sus aventuras por el antiguo campo de Montiel y por todo el universo mundo. No, la lanza de don Quijote no estaba en el olvido. Estaba exactamente en el astillero”.
Y no olvidemos el dato que aporta de que eran adorno.
En sentido semejante se expresaba Enrique Suárez Figaredo en un artículo publicado en Lanza Digital, diario de la Mancha el 1 de mayo de 2019, “La interpretación pertinente de ‘lanza en astillero’”: “¿Por qué leer en sentido figurado lo que tiene una lectura recta? El astillero (no de ‘astilla’, sino de ‘asta’) para una lanza es algo similar a lo que se emplea para los rifles de caza. […] ¿Acaso había de tenerlo en el fondo de un armario sepultado por los abrigos? Que un hijo-de-algo aldeano tenga una vieja lanza en su astillero, no ‘detrás de la puerta’, evidencia el melancólico y orgulloso recuerdo de los hechos de sus antecesores”.
Queda claro, pues, a tenor de la definición que brinda el Tesoro de Covarrubias (recordemos su fecha: 1611), que los astilleros ‘estantes para colocar las lanzas’ existían en la realidad; y no olvidemos el dato que aporta de que eran “adorno de la casa de un hidalgo”, como lo era Alonso Quijano, un hidalgo —eso sí— que soñaba con ser caballero andante.
Tampoco estará de más recordar —aunque sea una obviedad— que una palabra o una expresión pueden tener distintos significados, dependiendo del contexto y de la situación en que se empleen.
(Continuará)