El guatemalteco Charles Fernández, máximo exponente nacional de pentatlón moderno, rompió el silencio en sus redes sociales y se manifestó en contra de la inminente decisión de la Unión Internacional de Pentatlón Moderno (UIPM) sobre sustituir la prueba hípica de salto por una de ciclismo, en los próximos Juegos Olímpicos.

Todo esto a raíz de que la disciplina fuera duramente criticada durante los Juegos de Tokio, cuando la alemana Annika Schleu, visiblemente alterada, fue filmada espoleando y azotando al caballo Saint Boy después que este se negara a entrar en el recorrido.

Dicha acción, además de la de su entrenadora Kim Raisner, provocaron la reacción inmediata de PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales), que suscribió una carta dirigida a Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional para que elimine esta prueba de los próximos Juegos Olímpicos.

El pentatlón moderno integra las pruebas de esgrima (espada), natación (prueba de 200m libres), salto ecuestre (circuito de 350m a 450m con 12 obstáculos, montando un caballo asignado por sorteo, 20 minutos antes de la prueba. El atleta no tiene oportunidad de entrenar con el animal) y carrera láser (combina recorrido a campo traviesa de 3 mil metros y disparos a 20 blancos fijos con pistola láser).

“Es hora de romper con mi silencio sobre los cambios que ha realizado la UIPM hacia el evento de salto ecuestre. Los recientes comunicados de prensa hechos por los medios de comunicación, el grupo de atletas fuertes y las organizaciones que están en contra de la eliminación de la equitación en los próximos Juegos Olímpicos no han sido más que esenciales para mantener intacta la integridad del Pentatlón Moderno”, señaló Fernández en sus redes sociales.

 “La equitación es un deporte que representa clase, trabajo en equipo y el desafío de conectar con un animal vivo que tiene sentimientos y sus propios desafíos de completar un recorrido con una persona desconocida. Esa es la belleza del deporte y lo que impulsa a los atletas a ser mejores, más fuertes y más conscientes de lo que se necesita para ser el atleta más completo”, añadió el nacional. 

“Mi experiencia en los Juegos Olímpicos de Tokio fue una de las experiencias más desgarradoras y decepcionantes que he tenido en el evento de equitación. Desde considerarme uno de los jinetes más experimentados en el campo hasta sentirme como uno de los más inadecuados frente a los ojos del mundo, me ha afectado de manera bastante oscura. Pero eso no me impide, ahora ni en el futuro, defender el deporte más hermoso que existe en mi opinión”, continuó Fernández. 

“Como dos veces atleta olímpico y atleta profesional, pido una reforma en la conducción del pentatlón moderno, no para eliminarlo, sino para garantizar una forma más educada y eficaz de mantener la conducción en el programa olímpico. Una vez más, mi experiencia montando a nivel olímpico no ha reflejado el potencial que me hubiera gustado demostrar frente al mundo, pero una cosa que puedo asegurar es el hecho de que siempre he respetado a los caballos y me he asegurado de que su bienestar esté sobre mi seguridad personal y los resultados”, prosiguió el guatemalteco. 

“La mayor recompensa que me llevé de los Juegos Olímpicos no fue mi resultado, sino la admiración de la gente e incluso del dueño del caballo que monté en Tokio, con respecto a la forma en que traté a mi caballo después de mi caída. Esta es la educación que necesitamos y que exijo de la UIPM y de las federaciones nacionales de todo el mundo. Si la UIPM y las federaciones nacionales no son capaces de educar adecuadamente a sus atletas con respecto a la equitación apropiada, lo mejor sería proteger la integridad de los caballos y su bienestar y eliminar el deporte por completo. Sin una reforma estricta en nuestro deporte, no puede haber ninguna posibilidad de mantener vivo el verdadero deporte del pentatlón moderno”, enfatizó Charles. 

“No solo llamo a seguir participando en el programa de pentatlón, sino que llamo a todos los atletas, entrenadores y líderes deportivos a ser mejores y demostrar que somos capaces de ser atletas educados y respetuosos con el mundo ecuestre. Nos ha faltado en ese terreno y estamos viviendo las consecuencias”, concluyó
Fernández.

Max S. Pérez