Cinco imágenes icónicas guardan en sus armarios atuendos que reflejan amor y fervor.

La Cuaresma es un tiempo de penitencia, oración y reflexión, mientras que la Semana Santa nos recuerda la pasión, muerte y Resurrección de Jesucristo. Sin embargo, ambas épocas comparten el amor, la veneración y el fervor que los creyentes manifiestan hacia ciertos cortejos e imágenes. Un ejemplo de tal devoción ha sido expresado en estos cinco atuendos. 

Jesús Sepultado, de Santo Domingo 

En su guardarropa, el Cristo del Amor conserva la casulla belga donada en 1989, por Kjell Eugenio Laugerud Garcia, presidente de Guatemala de 1974 a 1978. Con este obsequio, el exmandatario reafirmó su devoción por el Señor Sepultado de Santo Domingo, pues, además de participar en sus cortejos procesionales, fue integrante, vocal y presidente honorario de su Hermandad, documenta el historiador Mauricio Chaulón en su tesis de Licenciatura. La túnica ha sido utilizada en los Viernes Santos de 1989 y 1996, así como en las velaciones de septiembre de 1994 y 2007.

Jesús Nazareno de los Milagros

El Domingo de Ramos de 1993, con motivo de su consagración, Jesús Nazareno de los Milagros, del santuario de San José, estrenó una túnica confeccionada en los talleres de Ramiro Gálvez, en Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, apunta el libro El Señor de los Milagros.

La prenda, entregada por Carlos Crocker Córdoba a monseñor Tomás Barrios, fue elaborada en terciopelo de algodón blanco y destaca por sus diseños bordados en oro. Luego del estreno, el Rey el Universo volvió a usar esta túnica en noviembre de 1996, durante su visita a Antigua Guatemala; y el año pasado, en el 25 aniversario de su consagración.

Virgen de la Soledad, de El Calvario

La Virgen de la Soledad, de El Calvario, posee trajes emblemáticos. Entre ellos, el Manto de las estrellas, una prenda que la hizo conocida como la Macarena de Guatemala, por ser la primera imagen de una Virgen en portar un traje sevillano. 

La adquisición de esta pieza, traída desde España y confeccionada en pana e hilos de oro, fue posible gracias al trabajo de las vendedoras del Mercado Sur 2, La Placita, organizadas por Doña Paca, entonces presidenta de la hermandad.

Jesús Nazareno, de la Merced

Aunque tradicionalmente es conocida como la Túnica de Consagración, no existen documentos que respalden que el Nazareno de la Merced llevara esta prenda durante la ceremonia celebrada en 1717. Su importancia reside entonces en su diseño complejo, que se adapta al patrón de estilo del siglo XVIII. 

La prenda fue creada en terciopelo de seda y bordada con hilos de oro. Los archivos mercedarios dan cuenta de su uso en distintas ocasiones, como el Viernes Santo de 1987, durante la celebración de los 275 años de consagración, en 1992; y en la procesión del Tricentenario, en 2017.

Jesús Nazareno, de Candelaria

Como un acto de agradecimiento por haber obtenido el Premio Nobel de Literatura, en 1968, el escritor Miguel Ángel Asturias regaló a Jesús Nazareno de Candelaria una túnica púrpura bordada con hilos de oro. 

Confeccionada en Francia, la prenda, estrenada el Jueves Santo de 1969, llegó a manos del Párroco Carlos Gálvez mediante Margarita López, tía del Gran Moyas. Aunque, el encargado de informar acerca del obsequio fue Marco Antonio Asturias, hermano del escritor, quien fungía como presidente de la Asociación de Jesús Nazareno de Candelaria.

• Fuentes: Chonging Lee Parra, mayordomo del Señor Sepultado de Santo Domingo; Ángel Cifuentes, encargado de relaciones públicas, del Santuario Arquidiocesano del Señor San José; Padre Manuel Chilín, párroco de El Calvario; Walter Gutiérrez, historiador de la Parroquia La Merced, y Fernando Pellecer, encargado general de la Asociación de Jesús Nazareno de Candelaria.

Stephany López