Comunícate con nosotros al 1590

COLUMNAS

Tantaka: historias de transformación

Publicado

-

Lucía Martínez Alclade Revista Nuestro Tiempo 

Desde hace ocho años, el “Yo no tengo tiempo” no es excusa para embarcarse en un proyecto con aportación social. En el otoño de 2012, nació Tantaka.

Lo hizo para recordarnos que sí, que tenemos tiempo “para cambiar las cosas”. Que solo se necesita ese componente (y buena dosis de compromiso) para que una primera gota, por diminuta que sea, caiga en el agua. “Gota a gota (tantaka, en euskera), va creciendo el mar”, dice el proverbio.

“Hay que ponerse las gafas, para ver necesidades”. Esta frase impregnada en el ADN de Sofía Collantes, revela su mirada más solidaria. En 2012 puso los cimientos de Tantaka, el banco de tiempo solidario de la Universidad. Recogió el testigo de lo que se conocía como Universitarios por la Ayuda Social, que se fraguó en el curso 1990-91 por iniciativa de un puñado de estudiantes.

Y, hasta septiembre de 2020, Sofía ha sido la oftalmóloga de lo social en el campus. Les ha hecho ver a más de 10 mil personas que, con muy poco, pueden facilitar la vida a los demás. “No todos sabemos hacer de todo, pero todos sabemos hacer algo que se nos da bien” es otra de sus frases franquicia. Cada cual puede poner a disposición del banco de tiempo sus  conocimientos de una materia concreta, un hobby, alguna habilidad inexplorada o simplemente compañía. Todo suma.

“Tantaka ayuda a la Universidad a mirar a su entorno para reconocer las necesidades de muchas personas (resalta Sofía). A veces, la barrera que nos separa de los demás es nuestro propio desconocimiento. Ayuda quien conoce”. Por eso, como ella dice, es importante que “las situaciones de necesidad no sean invisibles”.

La labor solidaria nutre al campus de centenares de amigos. Los que trabajan en las 160 asociaciones con las que Tantaka mantiene vínculos de colaboración. “Nacimos para ayudar a los que ayudan y aprender de los que saben”, afirma Sofía. 

Y ese nacer para ayudar lo corrobora el ranquin de impacto de Times Higher Education (THE), en su última edición. Gracias a iniciativas como esta, la Universidad se ha posicionado entre las cien mejores entidades a escala global por su contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la lucha contra el hambre y la pobreza.

Porque en Tantaka se trata de ayudar para transformar. Porque ser voluntario, como apunta Sofía, responde a “una manera de estar en el mundo”. Y en Tantaka basta con dedicar una hora al mes para dar un giro radical y cambiar el rumbo (y la vida) de muchas personas. Lo saben bien los 1,436 voluntarios (entre profesores, empleados y alumnos) que, además de concebir su actividad ordinaria con clara orientación de servicio, el curso pasado formaron parte de este ecosistema solidario. Destinaron más de 21 mil 400 horas a un proyecto donde el reloj nunca se detiene. 

Decía el escritor H. Jackson Brown Jr: “No digas que no tienes suficiente tiempo. Tienes exactamente el mismo número de horas que tuvieron Pasteur, Miguel Ángel, Helen Keller, Madre Teresa, Leonardo da Vinci, Thomas Jefferson y Albert Einstein”. Y en Tantaka, donde el centro es la persona, una hora es mucho. La primera gota que cayó en aquel otoño de 2012 ha provocado no solo miles de ondas concéntricas, sino también olas de solidaridad de gran magnitud que han cambiado las cosas y, lo más sustancial, a las personas.

Colaborador DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

La elección es sencilla: justicia o impunidad

Publicado

-

Los diputados del Congreso de la República enfrentan una disyuntiva histórica: fortalecer el sistema democrático y velar porque se imparta justicia, o perpetuar la impunidad y corrupción que han impedido el desarrollo del país y alcanzar mayores niveles de prosperidad.

El dilema, fácil de resolver, le llega a los parlamentarios con la propuesta de reforma al
Artículo 14 de la Ley Orgánica del Ministerio Público (MP), que promueve el presidente
Bernardo Arévalo. En esencia, hay que decirlo claramente, la referida modificación permitirá retomar las causas que legalicen el retiro de Consuelo Porras, quien se ha atrincherado en el cargo con un objetivo muy claro: asegurar la inmunidad propia y la de quienes integran el llamado pacto de corruptos.

Pero más allá de cumplir con la demanda social de concluir con “el oscuro ciclo” de Porras, el anteproyecto restituye la independencia del MP y lo obliga a rendir cuentas sobre sus actos, una responsabilidad que tienen todas las entidades estatales, la cual es común en las naciones democráticas del mundo.

Conviene aclarar que la Fiscal General y sus aliados en el Ministerio no se enfrentan a revanchismos políticos o venganzas personales, como sugieren las teorías conspirativas que provienen de algunos individuos y sectores. Estos funcionarios, muchos de ellos vetados en 43 países por su presunta complicidad en el saqueo del erario, confrontan a una ciudadanía que está consciente de que mientras la Fiscal General continúe en el puesto, la transparencia y la probidad en el aparato público continuarán siendo utopías.

Insistimos. En breve, esta legislatura, que ha enviado mensajes esperanzadores y optimistas, deberá elegir entre construir una Guatemala en donde ministros, diputados, magistrados y fiscales sean los buenos que rechazan a los malos y no al revés, donde los patos no solo le disparan a las escopetas, sino que se roban el armamento para perpetrar nuevos asaltos.

Editor DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

El día más aburrido de la historia

Publicado

-

Gonzalo Andrés Serrano

Facultad de Artes Liberales

Hace algunos años, a un grupo de científicos que tiene la suerte de recibir sueldo por cualquier cosa, se le ocurrió investigar, a través de un algoritmo, cuál era el día más aburrido del siglo XX. Después de hacer andar la máquina, llegaron a la conclusión de que fue el 11 de abril de 1954. De acuerdo con este trabajo, ese 11 de abril, ocurrido hace 70 años, solo tuvo tres acontecimientos importantes, aunque lejos de ser memorables: las elecciones generales en Bélgica, el nacimiento de un profesor de ingeniería turco y el fallecimiento del futbolista inglés Jack Shufflebotham.

Me dio tiempo de investigar un poco esta noticia y tratar de refutar una hipótesis que resulta poco histórica, además de que pasa por alto las particularidades y relevancia que pueden tener acontecimientos que nos parecen insignificantes, pero que logran tener consecuencias insospechadas, tal como indica aquella teoría del efecto mariposa. Bajo esta premisa, me aboqué a revisar aquellos hechos que sucedieron en Chile el domingo 11 de abril de 1954, con el fin de refutar la frivolidad del algoritmo. Parto señalando que ese día se celebró “Domingo de Ramos”, hecho que rememora la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén. Una fiesta para el mundo cristiano, aunque no muy distinto a lo que debió haber ocurrido en 1953 o en 1955. La crónica roja destacó un macabro hallazgo en las bodegas del bar “Tropezón de Santiago”, donde se había encontrado el cadáver de un obrero tendido en un charco de sangre. No hubo dudas de que no fue un “tropezón”, sino, por el contrario, un cruel asesinato. Para el occiso, Jorge Pérez Caro de 29 años, el 11 de abril fue un día importante, de hecho el último de su corta vida, asimismo para su familia, si es que tenía, ya que en el parte figuraba como soltero y sin domicilio conocido. Ese 11 de abril marcó el fin de la vida y destacada trayectoria del médico Jorge Castro Olivera, dos veces ministro de salud, decano de la Facultad de Medicina y vicerector y rector de la Universidad de Chile, aunque pocas veces recordado. Ese domingo, también en el área de la salud, el eminente médico francés Henri Gastaut, experto en epilepsia, visitó el puerto de Valparaíso y el hospital Deformes. Después del acogedor recibimiento que tuvo en el tradicional hospital porteño junto a su señora, fue festejado con un almuerzo en el Hotel Miramar. En el ámbito deportivo, en esa jornada dominical solo hubo partidos amistosos (punto a favor de los investigadores). Ganaron Audax e Iberia y, como si fuese una jugarreta del destino, hubo empate en los otros cuatro partidos. Santiago Wanderers igualó a dos goles contra Unión Española en Playa Ancha y su clásico rival hizo lo mismo en el estadio El Tranque contra Santiago Morning. Continuando en la búsqueda de datos que puedan resultar interesantes, revisé que la Agrupación Provincial de Santiago del Partido Democrático eligió a su nueva directiva, siendo Santiago Guzmán su nuevo presidente. La crónica del día siguiente, además, informó que también el 11, se ejecutó el mismo procedimiento en el Club Rotary de Cartagena. A las flamantes directivas elegidas en esa ocasión, se sumó el Círculo de Ferroviarios Jubilados que ratificó en la presidencia a Tomás Rebolledo. En fin, no quiero abusar de su paciencia. Me parece que ha sido un esfuerzo tan forzado como frustrante. Suficiente para dar mi brazo a torcer y coincidir con los científicos y su algoritmo de que el 11 de abril de 1954 solo merece ser recordado por ser el más aburrido en la historia del siglo XX. Concluyo con la esperanza de que esta columna no participe en un concurso similar.

Colaborador DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

Conciencia en la presencia

Publicado

-

Luis Estuardo Villegas González

luis.villegas
@conjuve.gob.gt
 

Guatemala es un país que no se exenta de diferentes problemáticas que afectan la vida de los ciudadanos. La discriminación, el racismo, el acoso, la violencia, la imprudencia y la intolerancia son algunos de tantos factores que aquejan el día a día de muchos. Sin embargo, en un mundo donde los problemas sociales de este tipo son abundantes y complejos de vivir, siempre existe una manera de sobresalir ante la adversidad.

La conciencia social es un concepto abstracto, que parte desde la subjetividad de la misma mente del ser humano, y que se materializa en las acciones que concretizan la interacción en sociedad. El uso de la conciencia apegado a un sentido social permite calibrar la brújula moral que conduce hacia el desarrollo de las decisiones colectivas.

Construir el tejido individual de la conciencia social es un proceso que no será dogmático de construcción del conocimiento, sino un estado activo y dinámico de aprendizaje, principalmente porque llevarlo a cabo implica ser empáticos, tolerantes y asertivos con las personas que convivimos; comprender que en nuestro entorno existen diferentes tipos de personas, con creencias, costumbres, tradiciones y formas de vida que puedan ser diferentes a las que normalmente se conoce, pero que no imposibilitan el compartir como partes de una misma sociedad.

La empatía es uno de los valores fundamentales que cimentan la conciencia social. En la actualidad, la juventud es uno de los grupos sociales con mayor disposición a brindar esa empatía, tal cual necesaria para atender y entender las necesidades y los problemas de quienes se encuentran en una posición menos privilegiada. 

De manera individual se pueden alcanzar grandes cambios que impacten en la vida de las personas con las que socializamos. Desde la puesta en práctica de normas de cortesía, valores como la tolerancia y el respeto, hasta el cuidado de los medios y recursos que utilizamos de la madre naturaleza.

Las juventudes han forjado a través de su actividad y dinamismo diferentes espacios para no solo llevar a cabo el desarrollo de la conciencia social de las personas, sino también para acercarse desde la colectividad a los grupos sociales que necesitan de ese acompañamiento. 

Colaborador DCA
Seguir leyendo

Directorio

  • Dirección General: Carlos Morales Monzón
  • Coordinación General de Redacción: Miguel González Moraga
  • Coordinación de Información: Mario Antonio Ramos
  • Editores: Carlos Ajanel Soberanis, Jose Pelico, Erick Campos, Katheryn Ibarra y Max Pérez
  • Página Web: Isabel Juárez

más temas

©2024 Diario de Centro América - Todos los derechos reservados.