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Revista Viernes

“La música me ha curado de las heridas históricas provocadas por el racismo”

Une países y culturas con su música.

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Fotos: Mariano Macz y Herbert García 

Sara Curruchich alza su voz tanto para expresar sus letras como para llevar el mensaje de sororidad (solidaridad entre mujeres) y derechos de los pueblos originarios. Al subir al escenario la energía fluye desde sus ancestros, que le enseñaron el amor y el respeto hacia sus raíces y la música. 

Estuvo unos días en Guatemala, antes de continuar su gira internacional, conversó con Revista Viernes sobre su trayectoria profesional, experiencia, entre otros temas. 

¿Cómo da ese salto profesional de su natal San Juan Comalapa hasta presentarse en otros continentes? 

Reflexiono sobre mis sueños, que desde niña era hacer música; también, ver el ejemplo de mi profesor que impartía esta materia y lo disfrutaba. Trabajé algunos años en Comalapa como maestra de primaria y al mismo tiempo componía canciones. Así que me aferré a esa ilusión, pues me parece hermoso que prestemos atención a lo que se gesta en los diferentes territorios. Esta experiencia me ha llevado a otros lugares, lo cual agradezco y sé que es una gran responsabilidad que asumo con respeto.

¿Cuál es el recuento de estos años de trayectoria artística?

Grabé mi primer disco, Somos, en 2017-2018; en 2021, el segundo, titulado Mujer indígena. Desafortunadamente, durante el lapso de la pandemia, no hubo presentaciones, sino que es hasta el 2023 y 2024 que estamos en una gira de conciertos, de mi reciente producción  discográfica. Comparto que este proyecto no solo es desde la música, sino también con el enfoque de los derechos humanos. Asimismo, en el recorrido ha habido momentos en los cuales he recibido reconocimientos. Aunque un premio para mí es mantener una conversación como esta, en la cual nos escuchan y a nuestras melodías.

¿Cómo ha logrado sanar o le ha transformado la música? 

Últimamente, he analizado sobre nuestra percepción de la belleza y me di cuenta de que como mujeres, en un contexto como el de Guatemala, hemos vivido situaciones violentas, resultado de un sistema machista que nos cosifica y defiende el tema de los cánones de belleza. Lo relaciono con esta pregunta porque considero que con esta música primero es como un ritual, una ceremonia, en donde quiero cantar como parte del amor propio que deseamos defender y abrazar. Sanar, al compartirles a otras niñas, mujeres indígenas, diversas, que son bellas.  A mí, la música me ha curado de las heridas históricas provocadas por el racismo; así he sanado y reconocido; al reconocernos se defiende lo que somos.

¿Cómo pueden surgir más mujeres cantautoras en las distintas regiones del país y que lo hagan en dos idiomas?

Estoy maravillada con las propuestas de muchas compañeras indígenas que componen, otras que cantan covers, en varios sitios se están gestando. Esto es importante al considerar la historia de nuestro país con tanta negación hacia las voces de las mujeres y mujeres indígenas. Menciono a Aurora Chay, que además de ser compositora, ha investigado acerca de la sororidad y los tejidos. Igualmente, quienes en el pasado alzaron su voz y nos abrieron los caminos. Invito a las personas que escuchen las variadas propuestas musicales. 

¿Qué mensaje de la mujer guatemalteca ha llevado a otras latitudes?

Que tenemos derechos, nuestra voz, memoria, que estamos luchando y que existimos. Uno de los desafíos en el contexto mundial es la invisibilización y no reconocimiento de las poblaciones indígenas, pero aquí estamos. 

¿Cuál es el sentimiento al cantar en kaqchikel y español?

Me acerca a mi niñez, ha habido un cariño desde la oralidad de compartir los conocimientos de los adultos mayores. Interpretar en el idioma maya es una conversación con mi mamá, tía o abuela, es honrar nuestra raíz. Al hacerlo en español, me permite llegar a otras personas que con el kaqchikel es más difícil. Doy las gracias a quienes me escuchan y se interesan, no desde lo superficial, sino de acercarse a conocerlo y todo lo que implica.

¿Qué han representado las colaboraciones con las cantantes Amparo Sánchez, Vivi Quintana, Lila Downs o Carmen María Vega?

Para mí es vincularnos espiritualmente. Las he conocido como artistas extraordinarias, así como su lado humano. Cuando las escucho, cada una tiene historias de vida, siempre hay una plática. Cantar juntas fortalece la articulación como mujeres en la industria de la música, son formas de acercarnos desde la empatía y sororidad.

¿Qué significa portar la vestimenta maya y los accesorios? 

De hecho, es lo que soy, no me veo en este momento de otra forma ni es mi anhelo. Para mí es una representación de mis abuelas, mi familia, mamás y hermanas que están conmigo. Este güipil que visto ahora es de Comalapa, tiene la mano de toda mi familia, lo han bordado mi mamá, mi tía y así poseo muchos. Cuando estoy cantando, sin importar dónde sea, siento que es una forma de bailar con mis abuelas. Me siento honrada de portarlo, es compartir con la gente, de estar cerca de la energía de mis familiares.  

Marisol Vásquez
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Revista Viernes

Día de la Santa Cruz enGuatemala, una tradición en altura

Colorido, fe y fervor se unen en esta festividad emblemática.

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El Día de la Santa Cruz es una festividad que se celebra en varios países de tradición cristiana; especialmente, en América Latina, el 3 de mayo. Esta fecha marca el hallazgo de la Verdadera Cruz por Santa Elena, la madre del emperador romano Constantino el Grande, en el siglo IV. 

Aníbal Chajón, investigador del Centro de Estudios de las Culturas en Guatemala, comenta que la herencia viene de cuando Santa Elena viajó a Jerusalén en busca de los lugares sagrados asociados con la vida de Jesucristo, y durante sus excavaciones descubrió la cruz en la que Jesús fue crucificado. En Guatemala, consiste en una festividad que une elementos religiosos, culturales y profesionales. “Esta conmemoración tiene sus raíces en la Época Colonial, cuando los conquistadores españoles trajeron consigo la costumbre de venerar la cruz como símbolo de protección y bendición”, añade Chajón. 

Origen de la celebración

En nuestro país, el Día de la Santa Cruz se ha arraigado profundamente en la cultura local desde la Colonia. Originalmente, esta fecha  marcaba la llegada de la temporada de lluvias, esencial para la agricultura. Las cruces de madera se erigían y decoraban con flores en las cimas de las colinas, pidiendo bendiciones para las cosechas venideras. Con el tiempo, esta práctica se fusionó con las creencias indígenas y católicas, formando parte integral de la identidad cultural guatemalteca.

Se caracteriza por la elaboración de cruces adornadas con flores, frutas, papel de colores y demás elementos decorativos. Estas son colocadas en las fachadas de las casas, patios, en la calle y en lugares públicos. Es común ver las de las iglesias, plazas y cementerios, decoradas durante este día.

Celebración y festejo

El festejo es notablemente colorido y espiritual. Por una parte está la decoración de este símbolo de la fe cristiana y por otra, se celebran misas y procesiones en iglesias  del país; esta fiesta se acompaña de la preparación de platillos tradicionales de las regiones de
Guatemala. 

Algunos de los municipios en donde podemos encontrar este día como fiesta patronal son: Santa Cruz, Alta Verapaz; Santa Cruz, Santa Rosa; Santa Cruz, Quiché; Comitancillo, San Marcos; Salamá, Baja Verapaz; Santa Cruz, Chimaltenango; El Chol, Baja Verapaz; Sololá, Sololá; Salcajá, Quetzaltenango, y Santa Cruz del Milagro, la Parroquia, zona 6 capitalina. 

Creencia popular

Una característica especial en este día es la relación que tiene con los albañiles y trabajadores de la construcción. En Guatemala, el Día de la Santa Cruz también coincide con el Día del Albañil, ya que consideran la cruz como símbolo de auxilio para la obra que se esté realizando. 

Se conjuga con la creencia de las lluvias ya que por el tipo de construcciones que se realizaban con adobe y barro, eran propensas a derrumbarse, es por ello que colocaban cruces en el lugar donde laboraban, como un ritual de protección en sus obras hasta quedar completamente finalizadas.

A la cruz, por ser un símbolo de fe, se le han hecho distintas esculturas y monumentos en su representación, como el que encontramos en el Cerro de La Cruz, en La Antigua
Guatemala.

Mariano Macz Fotógrafo: Archivo
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Mosaico, un espacio de bienestar y arte para la comunidad 

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Con la misión de entrelazar la salud mental, el arte y la comunidad, surge el Centro Cultural Mosaico y la Fundación Luis Colocho, una iniciativa que busca ofrecer a la población guatemalteca un espacio de encuentro y desarrollo integral.

El Centro Cultural Mosaico Guatemala (CCMG), ubicado en la 10 calle 4-19, zona 1, se erige como un punto de convergencia donde confluyen tres grandes programas: bienestar, arte y cultura, y salud mental. Esta fundación aspira a promover modelos comunitarios inclusivos que aborde, de manera preventiva, la salud emocional a través de diversas actividades.

Desde su inauguración, el 15 de julio de 2021 (en plena pandemia), el CCMG se posicionó como un refugio para reconectar con los parajes perdidos durante esos tiempos difíciles. La visión de sus fundadores resalta la importancia de estos sitios para la salud integral de la población.

Entre las actividades ofrecidas en el CCMG se encuentran exhibiciones privadas y colectivas, cursos y talleres artísticos y artesanales, foros, conversatorios y clubes de lectura. Además, se realizan ferias gastronómicas y eventos que promueven el intercambio y la diversidad cultural.

Destaca su compromiso con la accesibilidad, ya que la gran mayoría de los eventos son gratuitos. Para mantener este proyecto, se recurre a la renta de locales como restaurantes y oficinas, mientras que más del 50 por ciento de las instalaciones está dedicado a los visitantes. 

La Fundación Luis Colocho, parte integral del proyecto, brinda servicios de salud mental a precios accesibles o mediante tarifas sociales. Cuenta con psiquiatras y psicólogos que ofrecen terapias, así como un programa de voluntariado que enriquece la labor comunitaria; además, dentro de sus paredes pueden encontrar refugio y primeros auxilios psicológicos, pues en el lugar opera un centro comunitario de prevención del suicidio. 

El CCMG y la Fundación Luis Colocho tienen como propósito atender a cuatro poblaciones prioritarias: niñez y adolescencia, mujeres víctimas de violencia, adultos mayores y la comunidad LGTBIQ+. A través de una variedad de iniciativas, se fomenta la inclusión y se fortalecen los lazos de pertenencia entre los visitantes y los artistas locales.

En las instalaciones del CCMG se puede disfrutar de una amplia gama de servicios y espacios, como la Galería Mosaico Guatemala, la biblioteca y ludoteca Hortensia Arévalo, venta de artesanías, cafetería, academias de música, baile y teatro, entre otros.

El Centro Cultural Mosaico Guatemala es un faro donde artistas pueden mostrar su trabajo utilizando los diferentes espacios de la histórica casa. 

La sede: La Casa Oliver 

La imponente residencia que fue propiedad del coronel Juan Oliver se ubica en el corazón del Centro Histórico. Su historia se remonta a 1792, cuando fue construida como parte del traslado del Valle de Panchoy al Valle de La Ermita, asignada en aquel entonces con el número 7 de la calle del Carmen para albergar un hospital.

A lo largo de los años, la Casa Oliver ha sido objeto de diversos usos y transformaciones. Desde su función como vivienda de familias distinguidas, hasta su posterior conversión en uno de los centros educativos más destacados para señoritas, ha dejado una huella imborrable en la memoria histórica de la ciudad.

En reconocimiento a su valor arquitectónico y cultural, la Casa Oliver fue declarada Patrimonio Nacional de Clase A del Centro Histórico de la Ciudad de Guatemala, mediante el Acuerdo Ministerial Número 328-98 del Ministerio de Cultura y Deportes.

Danilo Ramírez
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Ivann Flores:“Un mexicano bien chapín”

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Ivann Flores soñaba, durante su infancia cuando cantaba en las fiestas y trabajaba en la playa, en su natal Michoacán, México, con compartir escenario con Julión Álvarez; ese deseo se le concedió. 

Prestaba atención a los grandes de la música regional mexicana. “Al escuchar a los demás uno aprende”, comentó. Debutó como solista a sus 17 años con su primer álbum De corazón a corazón, grabado en Mazatlán, Sinaloa, que incluye 14 temas y está disponible en todas las plataformas digitales, en el que están canciones inéditas, covers y duetos. En la actualidad promociona su sencillo X 1 día, de su nuevo material discográfico y el cual promueve en gira de medios de comunicación.

A los 15 años ya conocía los auditorios llenos porque formó parte del Grupo Firme. Participó por dos semanas en el casting para pertenecer a esta agrupación reconocida internacionalmente, y así se desarrolló en los conciertos multitudinarios y el éxito; sin embargo, su meta era independizarse. 

Conoció a Humberto Plancarte, del grupo Tierra Cálida, y todo mejoró. “Me ofreció asociarme con él, para no ser empleado sino socio de mi carrera”, dijo. Siempre quiso ser su propio jefe, le disgusta ser conformista y eso lo ha motivado a seguir, lo que le ha dado buenos resultados porque a su edad ya ha compartido con artistas de la talla de el Yaki, el Flaco, el Mimoso, entre otros intérpretes de este género musical. Asimismo, busca cantar a dúo con Christian Nodal; para ello, ya compuso una canción y espera se dé la ocasión de hablar con el progenitor o el mismo cantante. 

Apoya a artistas guatemaltecos

Con la convicción de que hay talento y creatividad en Guatemala ayuda con su producción y experiencia musical a algunos cantantes nacionales como Reinaldo el Rancherito, Lupita y más. “Queremos contribuir, pero en algunos percibimos resistencia porque ponen de por medio a sus mánagers, otras excusas o no responden”, aseveró. “Traigo la escuela de México, que allá no se fijan en los números o si es exitoso, más bien en brindar oportunidades si uno se esfuerza”, explicó. 

Flores declaró que su motivo para ayudar a los artistas guatemaltecos es porque fue el primer país que lo arropó. “Incluso, me tatué el mapa, pues me considero un mexicano bien chapín, así que lo realicé de corazón”, reconoció. 

Entre sus proyectos se encuentra grabar una canción en suelo guatemalteco y también un video. En este mes dará presentaciones en vivo para sus fanáticos. 

Dato:

Lo encuentra en Instagram: @ivannfloresoficial, Facebook: Ivancini Flores. 

Marisol Vásquez Fotógrafo: Herbert García
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