Como cada Miércoles Santo, le ofrecemos una mirada histórica al Nazareno Carmelita.

En la reconstrucción de la historia de Jesús del Rescate se acudió en varias ocasiones al Archivo Histórico Arquidiocesano Francisco de Paula García Peláez, en donde se conocieron algunos documentos de valor. Uno de ellos corresponde a la “visita Canóniga” realizada al Monasterio de Santa Teresa en 1861. Es la mención más antigua del Nazareno Carmelita que se ha localizado en documentos, por ahora. No obstante, este artículo se relaciona con su ajuar, del que encontramos noticias en el inventario de esta visita.

La visita Canóniga fue decretada el 3 de octubre de 1861 por el “Ilustrísimo Sr. Arzobispo Metropolitano” (Francisco de Paula García Peláez), y se dispuso que se les hiciera saber a las religiosas ese mismo día que esta se llevaría a cabo el 7 de ese mismo mes, a partir de las 9:00. Se le solicitó a la priora, madre Ana María de los Dolores, que presentara las reglas de su orden, nómina, documentos e inventario. La visita la realizó Fray Juan de Jesús Zepeda, obispo de Arindele, auxiliar de la Santa Iglesia Metropolitana.

El folio 7 del documento lista las “Imágenes y sus halajas del Coro”, dentro de las que figura un nazareno con indumentaria. Esta consistía en “corona deadema¹” de plata, que debe entenderse como la “corona de espinas”, y “soga de plata”, que debe ser el cíngulo. En el envés del folio aparece la lista “Vestidos de las Imágenes¹”, en la que figuraban, textualmente: …”Dos túunicas de Jesús, una de raso y otra de pana bordadas¹”. 

Esto significa que Jesús del Rescate, en la segunda mitad del siglo XIX tenía corona de espinas, cíngulo de plata y dos túnicas bordadas de telas no despreciables para entonces, pero lamentablemente no detallaron los colores. Otros objetos muy interesantes del inventario son: cruz y ciriales de plata, 2 incensarios de plata, 3 navetas, seis varas de palio forradas con platina y un viacrucis con su marco de vidrio azogado. Pareciera indicar que tenían la parafernalia para poder organizar procesiones en aquellos años, aunque no se ha encontrado un dato que lo ratifique. La cantidad de objetos de oro y plata indican que la orden no era tan pobre, en todo caso como para empeñar a Jesús.

Como he comentado en otros artículos, en los años de 1920 y 1930 Jesús del Rescate salió de forma intermitente, incluso el día de la procesión también osciló entre el martes y el miércoles. En la Rectoría de Santa Teresa y en el Archivo Arquidiocesano no quedan muchos registros de estas décadas, menos aún de inventarios.

Pero en 1950, cuando se consolidó una nueva asociación que reorganizó el cortejo en Miércoles Santo de forma estable y continua, a tal grado que condujo a la consagración del Jesús del Rescate, se hizo el registro de algunos datos que son útiles, al menos hasta la mitad del siglo XX, para el recuento del ajuar del Nazareno.

Según el libro de estados de cuenta de la Asociación de la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno del Rescate de la Iglesia Santa Teresa, en 1956, con motivo de la procesión de Miércoles Santo, se compró una corona de espinas de plata sobredorada con oro de 24 quilates con su tuerca y tornillo, a Alberto Rodríguez, por Q112. En el mismo registro aparece una túnica, de la cual no se detalla ni material ni color, por Q22. Fueron los estrenos de Jesús. También se gastó en el estandarte de la Asociación para el Nazareno, la cabellera y la tunicela de María Magdalena.

En 1957 se le compró otra túnica a Jesús (sin detalle en el registro), más una cabellera para Él y una para la Santísima Virgen. Ese año se gastó en el altar de Jesús, de madera de cedro, aceitada, obra de Vicente Hernández, a quien se le cancelaron Q600. En 1958, el único gasto interesante, fueron Q22 en fotografías para el Señor y que seguramente se utilizaron en los promocionales de ese año. 

En 1959 se invirtieron Q200 para fabricar las andas, aunque no indican cuáles; seguro las de Jesús fueron las primeras, aunque pudo alcanzar para las de María, y las de Juan y Magdalena. El único músico que aparece en los registros de estos años es, nada más y nada menos, Isidro Arana, autor de la marcha oficial Jesús del Rescate. 

Los gastos de mediados del siglo XX muestran una procesión en auge, organizada, establecida, a la que se le integraron los elementos necesarios para estar al mismo nivel que los otros cortejos de esa misma era. Esto quiere decir que para iniciar la década de 1960, el ajuar que debemos considerar antiguo de Jesús del Rescate son 4 túnicas: 2 del siglo XIX (la de raso y la de pana, las más antiguas) y otras 2 de la segunda mitad de los años de 1950, con 2 coronas de espinas: una de plata, la otra de plata sobredorada de oro, y al menos un cíngulo de plata. De los resplandores no se menciona nada.

El Departamento de Registro de Bienes Culturales de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, del Ministerio de Cultura y Deportes, tiene el expediente de registro de patrimonio de Jesús del Rescate y de la Rectoría de Santa Teresa, que se realizó a principios de 1980. En este aparecen 3 coronas de espinas y 1 resplandor. De una de estas coronas, la de bronce dorado, y del resplandor, no se tiene dato de su época, pero ya existían para el terremoto de 1976. 

Buscar datos del rompecabezas de Jesús del Rescate es el más desafiante de los retos, pero eso no impedirá la labor. Más ahora que su histórica y tradicional procesión del Miércoles Santo quedó suspendida por el COVID-19, el virus que logró lo que ni liberales, ni la Revolución de 1871 o los terremotos pudieron. Lo que sí es cierto, para los creyentes y devotos, es que no debemos olvidarnos de Él hoy, y pedirle que nos “Rescate”, muy a propósito, de este desastre. *Arqueólogo e historiador del arte.
1. Nota del autor: textual, estos documentos están escritos en español del siglo XIX, palabras sin tilde o con diferente morfología.

• Por Marco Antonio Valladares*

Redacción DCA