Al finalizar de ver las respectivas temporadas uno, como espectador, podemos concluir que las cosas quedaron peor que como empezaron y al final te preguntás: ¿Valió la pena?

Las primera desilusión es la serie de Luis Miguel. Una serie que alcanzó una exclusividad de parte de Netflix que era envidiable. Los domingos por la noche se convirtió en un ritual para millones de televidentes que se sentaban a ver las aventuras de El Sol de México y después, ávidos de protagonismo en las redes sociales, posteaban el éxito musical del capítulo. Las plataformas de música reportaban el alto tráfico de la canción y, por consiguiente, inflaba los bolsillos del artista. El trending topic pasaba hasta dos días o más en el primer lugar en twitter.

El estreno de la tercera temporada estaba en suspenso por varios casos judiciales y la pandemia. Esto impidió conocer los detalles de algunos romances de Luis Miguel, en especial el de Aracely Arámbula, algo que enfureció al gigante digital. Así que de la exclusividad semanal que había con el artista, Netflix soltó los seis episodios restantes en una sentada y ya. 

Algo que afectará en el futuro para cualquier serie biográfica serán los “derechos de imagen y de personalidad” de cada figura pública, pues no será tan fácil usarlos, lo cual será importante en la creación de contenidos en cualquier plataforma que quiera hacer una biografía de algún artista, al menos, en México. 

 El estreno de la tercera temporada estaba en suspenso por varios casos judiciales y la pandemia.

Pero fuera del morbo y de la frase “basada en hechos reales”, la serie tiene fallos narrativos que fueron maquillados con saltos de tiempo. Al final, Netflix hizo lo que pudo y el aburrimiento es inevitable.

Por otra parte, Amos del Universo la serie realizada por el cineasta estadounidense Kevin Smith estrenó su segunda temporada. ¿Qué podemos decir de bueno de la serie?, poco. Sí podemos decir que las imágenes y la animación de la serie es superior. Sin embargo, la historia no alcanza a interesar a nadie. La narrativa si bien se acopla a los tiempos en donde el empoderamiento de la mujer es fundamental para el equilibrio de la sociedad en que vivimos y es algo por lo que debemos aspirar, cuando lo vemos reflejado en una caricatura, pues se nota una historia a “fuerza de calzador”.

Y como lo que empezó mal, mal acaba, se notó mucho la complacencia que había de parte de Smith para quedar bien con la crítica que se le fue a la yugular por lo mal que planteó su historia en la primera temporada, en donde abrió un abismo que no pudo cubrir narrativamente. Esto, a pesar de tener un reparto de artistas de doblaje por los que vale la pena ver la serie.

Era muy evidente de parte de los actores que eran entrevistados al finalizar cada temporada que estaban más por compromiso que por un producto por el que se sientan orgullosos de mostrar.

Al final, Amos del Universo es un experimento “What If” tipo Marvel sin ser esa la intención pero con una historia concluida a medias y con la promesa de una tercera temporada sin que den ganas de verla.

Allan Martínez