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COLUMNAS

Una crisis institucional que no tiene por qué darse y que las resoluciones emitidas  dejaron superada

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Fueron contados los medios de comunicación social que se refirieron a las importantes resolucionesdictadas por la Corte de Constitucionalidad con respecto a las absurdas pretensiones de que se dejara en suspenso la decisión del Presidente de la República de NO prorrogar el mandato de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), más allá de la fecha en que concluye su mandato, es decir, del 3 de septiembre de 2019, fecha para la cual –después de doce años de existencia– deberá haber dejado transmitidas sus capacidades a nuestras autoridades ordinarias, uno de los fines del mandato y concluida su desmovilización.

El Presidente de la República –refrendado por la ministra de Relaciones Exteriores– hizo la notificación oficial a la contraparte del Gobierno de la República en el Acuerdo que dio origen a la Comisión, la Organización de las Naciones Unidas, que no se daría otra prórroga y que la fecha citada será la de su conclusión, con un año de anticipación al vencimiento del plazo, con lo cual estableció las condiciones para que la transmisión de capacidades y desmovilización puedan realizarse sin prisas, con la mayor excelencia, tiempo durante el cual deberá cumplir –además– con las otras obligaciones que derivan del tratado en que convinimos establecerla.

Pienso importante que se haya hecho la notificación con esta anticipación –un año antes– para evitar, además, innecesarias especulaciones sobre el tema.

Las importantes resoluciones dictadas y que sostienen la plena firmeza de la decisión –ya notificada–, de que NO se renovará el mandato, han sido ignoradas por la mayoría de los medios y se encuentran ajenas a los grandes titulares.

Se trata de resoluciones que no crean conflicto y que, en consecuencia –pese a su importancia–, carecen de interés mediático.

Es oportuno prevenir –desde ya que el pactado de farsantes–, pacto que es el de corruptos pero vestidos de primera comunión e incluye a quienes –corruptos, lobos con piel de oveja– buscaban –manipulándola hacerse del poder sin elecciones y finalmente–, también manipulándola, de hacerse de él en torcidas elecciones; es oportuno prevenir, decíamos, que ese pacto, el de farsantes, supuestos amigos de la Comisión, abominan de la idea de una CICIG reformada puesto que, reformada, no podrían manipularla ya para sus fines. Cuando la embajadora Niki Haley, representante permanente de los Estados Unidos de América ante la Organización de las Naciones Unidas, visitó Guatemala, hizo la importante observación de que la CICIG debía evitar politizarse (nada más abominable que una acusación penal politizada) y que debería ser un tanto más como el FBI, que todos sabemos que hace su trabajo pero no pretende mantenerse todos los días en las primeras planas.

Las resoluciones de la Corte de Constitucionalidad citadas, descartan cualquier conflicto interinstitucional sobre este tema y coadyuvan a la paz social paz que a algunos (los extremos se tocan) no interesa.

La Corte de Constitucionalidad emitió –también– otra importante resolución, resolución en la cual otorgó amparo provisional en contra de la decisión de impedir el ingreso al país del ciudadano de nacionalidad colombiana, Iván Velásquez, por las razones migratorias expuestas públicamente, decisión tomada con los pertinentes refrendos ministeriales y que el Gobierno de Guatemala considera que no afecta lo acordado con la ONU en el tratado celebrado, en tanto que la ONU podría considerar que sí lo afecta, en cuyo caso había una controversia entre las partes del tratado sobre la interpretación y aplicación del mismo, y debe resolverse conforme lo establecido en el artículo 12 del tratado (tratado en materia de derechos humannos, que prevalece sobre nuestro Derecho interno, salvo la Constitución de la República), algo ya señalado anteriormente, desde hace un año, por la Corte de Constitucionalidad cuando suspendió decisiones presidenciales por falta de refrendo ministerial.

Se han dado titulares “guerreristas” en cuanto que parecieran llevar a una confrontación interinstitucional, entre tribunal y Gobierno que no tiene por qué darse y, así: “CC permite el ingreso de Iván Velásquez”, “La CC otorgó anoche un amparo provisional en el que avala el regreso del jefe de la CICIG, Iván Velásquez” “CC autoriza que Comisionado regrese al país”, siendo el caso que la resolución emitida por el tribunal ni siquiera menciona su nombre y que tampoco contiene la palabra “regrese”.

Otro titular viene a consagrar –mediáticamente– la confrontación: “Gobierno anuncia que no acata resolución de la CC”, cuando es el caso que el Gobierno no ha anunciado tal cosa, inexistente orden que debiese acatar, salvo la de acudir a lo establecido por el artículo 12: Resolver la controversia entre las partes.

Los extremos se tocan y existe interés en que exista confrontación, una confrontación que no tiene por qué darse y que debemos esforzarnos porque no se produzca, reconociendo los esfuerzos de quienes, ajustados a la Constitución y demás leyes, a la cabeza el tratado, tratan de evitarla.

Acisclo Valladares Molina
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COLUMNAS

La elección es sencilla: justicia o impunidad

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Los diputados del Congreso de la República enfrentan una disyuntiva histórica: fortalecer el sistema democrático y velar porque se imparta justicia, o perpetuar la impunidad y corrupción que han impedido el desarrollo del país y alcanzar mayores niveles de prosperidad.

El dilema, fácil de resolver, le llega a los parlamentarios con la propuesta de reforma al
Artículo 14 de la Ley Orgánica del Ministerio Público (MP), que promueve el presidente
Bernardo Arévalo. En esencia, hay que decirlo claramente, la referida modificación permitirá retomar las causas que legalicen el retiro de Consuelo Porras, quien se ha atrincherado en el cargo con un objetivo muy claro: asegurar la inmunidad propia y la de quienes integran el llamado pacto de corruptos.

Pero más allá de cumplir con la demanda social de concluir con “el oscuro ciclo” de Porras, el anteproyecto restituye la independencia del MP y lo obliga a rendir cuentas sobre sus actos, una responsabilidad que tienen todas las entidades estatales, la cual es común en las naciones democráticas del mundo.

Conviene aclarar que la Fiscal General y sus aliados en el Ministerio no se enfrentan a revanchismos políticos o venganzas personales, como sugieren las teorías conspirativas que provienen de algunos individuos y sectores. Estos funcionarios, muchos de ellos vetados en 43 países por su presunta complicidad en el saqueo del erario, confrontan a una ciudadanía que está consciente de que mientras la Fiscal General continúe en el puesto, la transparencia y la probidad en el aparato público continuarán siendo utopías.

Insistimos. En breve, esta legislatura, que ha enviado mensajes esperanzadores y optimistas, deberá elegir entre construir una Guatemala en donde ministros, diputados, magistrados y fiscales sean los buenos que rechazan a los malos y no al revés, donde los patos no solo le disparan a las escopetas, sino que se roban el armamento para perpetrar nuevos asaltos.

Editor DCA
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COLUMNAS

La sociedad de la impaciencia (II)

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Gerardo Castillo Ceballos 

Facultad de educación y Psicología de la Universidad de Navarra

Para el impaciente el tiempo avanza muy lentamente, lo que le lleva a sentirse ansioso. En cambio, para el paciente los momentos de espera son más llevaderos y le ayudan a disfrutar de la vida en el presente. La paciencia nos permite reflexionar sobre nuestras acciones, pensamientos y emociones; ello posibilita tomarnos el tiempo necesario para pensar en las consecuencias de nuestras acciones y elegir respuestas más adecuadas. Mientras que la persona impaciente toma soluciones rápidas y convencionales, la paciente puede explorar ideas nuevas y llegar a soluciones más creativas.

Necesitamos tener paciencia con todas las personas que nos relacionamos, pero, sobre todo, con uno mismo. Es un factor muy importante de las relaciones interpersonales: entre padres, entre padres e hijos, entre jóvenes y mayores, entre maestros y alumnos… Las personas pacientes están dispuestas a seguir trabajando incluso si los resultados no son inmediatos. La paciencia está presente en la mayoría de los éxitos de los inventores e investigadores, ya que les permitió alcanzar el triunfo a base de repetir una y otra vez los ensayos, corrigiendo y volviendo a empezar tantas veces como fue preciso hasta conseguir el objetivo. Los deportistas también basan sus éxitos en la paciencia, insistencia y dureza de sus entrenamientos. 

La paciencia no es pasividad ante el sufrimiento o un simple aguantarse; es tener la fortaleza para aceptar con serenidad el dolor y las pruebas que la vida pone en nuestro camino. Las personas pacientes, al reflexionar antes de actuar, ven con más claridad el origen de los problemas y la mejor manera de solucionarlos. 

George de Savile dijo que un hombre que es un maestro en la paciencia es un maestro en todo lo demás, y esto es especialmente cierto si nos paramos a pensar en las características de los genios. No es tanto el talento como el tiempo, el trabajo bien hecho y la perseverancia, lo que conduce a un descubrimiento científico o a una obra de arte. 

“No fueron mil intentos fallidos, fue un invento de mil pasos”. Estas fueron las palabras de Edison cuando dio a conocer al mundo el proceso por el cual había conseguido crear la bombilla incandescente de
alta resistencia.

Colaborador DCA
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COLUMNAS

El día más aburrido de la historia

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Gonzalo Andrés Serrano

Facultad de Artes Liberales

Hace algunos años, a un grupo de científicos que tiene la suerte de recibir sueldo por cualquier cosa, se le ocurrió investigar, a través de un algoritmo, cuál era el día más aburrido del siglo XX. Después de hacer andar la máquina, llegaron a la conclusión de que fue el 11 de abril de 1954. De acuerdo con este trabajo, ese 11 de abril, ocurrido hace 70 años, solo tuvo tres acontecimientos importantes, aunque lejos de ser memorables: las elecciones generales en Bélgica, el nacimiento de un profesor de ingeniería turco y el fallecimiento del futbolista inglés Jack Shufflebotham.

Me dio tiempo de investigar un poco esta noticia y tratar de refutar una hipótesis que resulta poco histórica, además de que pasa por alto las particularidades y relevancia que pueden tener acontecimientos que nos parecen insignificantes, pero que logran tener consecuencias insospechadas, tal como indica aquella teoría del efecto mariposa. Bajo esta premisa, me aboqué a revisar aquellos hechos que sucedieron en Chile el domingo 11 de abril de 1954, con el fin de refutar la frivolidad del algoritmo. Parto señalando que ese día se celebró “Domingo de Ramos”, hecho que rememora la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén. Una fiesta para el mundo cristiano, aunque no muy distinto a lo que debió haber ocurrido en 1953 o en 1955. La crónica roja destacó un macabro hallazgo en las bodegas del bar “Tropezón de Santiago”, donde se había encontrado el cadáver de un obrero tendido en un charco de sangre. No hubo dudas de que no fue un “tropezón”, sino, por el contrario, un cruel asesinato. Para el occiso, Jorge Pérez Caro de 29 años, el 11 de abril fue un día importante, de hecho el último de su corta vida, asimismo para su familia, si es que tenía, ya que en el parte figuraba como soltero y sin domicilio conocido. Ese 11 de abril marcó el fin de la vida y destacada trayectoria del médico Jorge Castro Olivera, dos veces ministro de salud, decano de la Facultad de Medicina y vicerector y rector de la Universidad de Chile, aunque pocas veces recordado. Ese domingo, también en el área de la salud, el eminente médico francés Henri Gastaut, experto en epilepsia, visitó el puerto de Valparaíso y el hospital Deformes. Después del acogedor recibimiento que tuvo en el tradicional hospital porteño junto a su señora, fue festejado con un almuerzo en el Hotel Miramar. En el ámbito deportivo, en esa jornada dominical solo hubo partidos amistosos (punto a favor de los investigadores). Ganaron Audax e Iberia y, como si fuese una jugarreta del destino, hubo empate en los otros cuatro partidos. Santiago Wanderers igualó a dos goles contra Unión Española en Playa Ancha y su clásico rival hizo lo mismo en el estadio El Tranque contra Santiago Morning. Continuando en la búsqueda de datos que puedan resultar interesantes, revisé que la Agrupación Provincial de Santiago del Partido Democrático eligió a su nueva directiva, siendo Santiago Guzmán su nuevo presidente. La crónica del día siguiente, además, informó que también el 11, se ejecutó el mismo procedimiento en el Club Rotary de Cartagena. A las flamantes directivas elegidas en esa ocasión, se sumó el Círculo de Ferroviarios Jubilados que ratificó en la presidencia a Tomás Rebolledo. En fin, no quiero abusar de su paciencia. Me parece que ha sido un esfuerzo tan forzado como frustrante. Suficiente para dar mi brazo a torcer y coincidir con los científicos y su algoritmo de que el 11 de abril de 1954 solo merece ser recordado por ser el más aburrido en la historia del siglo XX. Concluyo con la esperanza de que esta columna no participe en un concurso similar.

Colaborador DCA
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