Comunícate con nosotros al 1590

COLUMNAS

300 millones, una buena inversión que va dando resultados

Publicado

-

Felicitaciones pues, merecidas, a nuestras autoridades.

El Tribunal Supremo Electoral tuvo a su disposición 300 millones de quetzales para realizar la consulta popular que recién fuera celebrada y que tuvo por objeto que pudiéramos expresar si estábamos de acuerdo –o no– que cualquier reclamo legal de Guatemala contra Belice (territorial, insular y marítimo) se someta al conocimiento y decisión de la Corte Internacional de Justicia. La consulta fue celebrada, y su resultado, contundente; el mayor porcentaje de votantes que hayamos tenido en una consulta popular, el 26 % del total posible, lo que representa siete puntos por encima del porcentaje habido en la de 1999, nada más y nada menos que la relativa a las reformas derivadas de los Acuerdos de Paz. Esta consulta, la derivada de los Acuerdos, fue altamente difundida, álgido su tema, y, a pesar de ello, no tuvo tan solo menor concurrencia sino, además, resultado negativo. Los agoreros del fracaso y del desastre ya habían pontificado –analistas y “expertos”– que la recién celebrada consulta tendría un porcentaje menor de votantes que las anteriores y que corría el riesgo de que se produjese un no como respuesta. Hechos, no palabras y –así– se produjo el porcentaje ya citado y un contundente 96 por ciento a favor de llevar nuestro reclamo al conocimiento y decisión de la Corte Internacional de Justicia, decisión que avala el camino que se ha andado no solo como una política de de Gobierno, sino de Estado. ¿Se recuerdan de la costumbre aquella –mal inveterado entre nosotros– de que cada gobierno –soberbio e irrespetuoso– destruye lo encontrado? El manejo de esta consulta por parte del actual gobierno, además de la humildad y del buen tino de continuar con lo encontrado, ha sido ejemplar y, así, sin llamar más que al voto –llamado que fue atendido– se supo sustraerse de promover el sí, tal y como se le ordenara por el Tribunal Supremo Electoral –pero, a la vez– sin dejar de explicar ¡lo hizo bien! el sentido de la consulta y la posición de Estado. La consulta tenía que realizarse por tratarse de un acuerdo definitivo y ordenar la Constitución que cualquier acuerdo definitivo debía someterse a un procedimiento de este tipo, siendo definitivo lo acordado, puesto que, tal y como ocurre con cualquier tipo de juicio, una vez sometido el asunto a un tribunal se tiene que estar a lo que el tribunal decida, favorable, o no. Más de algún analista y “experto” opinó que no se trataba de un acuerdo definitivo, puesto que lo definitivo no es el acuerdo de ir a juicio, sino la sentencia, como que si uno pudiera aceptar, o no, las sentencias judiciales, pretensión que raya en el absurdo. Hubo de disponerse de esa cifra, en consecuencia –de los 300 millones– para dar cumplimiento a lo ordenado por la Constitución (artículo 19 transitorio de la misma). Hubo también más de algún “analista” y “experto” que opinó que –para ahorrar dinero– la consulta debía esperar a las elecciones generales, ignorando que el compromiso con Belice fue realizar una sola y única pregunta, compromiso que, en un proceso general, se habría desvirtuado. La consulta de 1999 –la de los Acuerdos de Paz– cita pendiente con la historia –fue condenada al fracaso– tal y como lo tuvo cuando a las doce reformas que surgían de aquellos Acuerdos se sumaron cuarenta más, negligente o maligna ocurrencia que sembró la confusión en los votantes: exactamente lo que hubiera ocurrido si la consulta que se hizo el pasado 15 de abril se hubiera mezclado con las elecciones generales del año entrante: El tema Belice –un tema de Estado– que debe unirnos absolutamente a todos (“Desunidos los de dentro, les devoran los de fuera”) hubiera quedado sometido a los vientos partidarios. Los agoreros del fracaso también pontificaron que era un error que celebráramos la consulta antes de que Belice lo hiciera, puesto que Belice, renunciado a que fuera simultánea, jamás la haría. 300 millones de quetzales es mucho dinero y, en un país como el nuestro, no se precisa de mayor imaginación para pensar en otros múltiples destinos para esa cantidad. Debo decir, sin embargo, que esta no salió del país, salvo lo importado, y que, en consecuencia, se tradujo en la compra y contratación de bienes y servicios, dineros todos que, en consecuencia, se hicieron circular por nuestra economía. El Tribunal Supremo Electoral cometió varios errores, uno de ellos –gravísimo– la prohibición que originalmente hiciera, de que no se podía promocionar la consulta con recursos del Estado, error que, afortunadamente, corrigió. Sin embargo, persistió en el error de prohibir su uso para promoción de las respuestas, sin hacer la salvedad de que no se tomaría como tal la debida explicación que las autoridades debían hacer de lo acordado y lo propuesto. Manejado por el TSE no solamente la promoción de lo electoral sino también de su contenido hubo de su parte errores tales como que Belice era una República y la publicación del mapa de Guatemala con línea idéntica para fronteras (con México) que para la separación imaginaria cuya existencia se discute. Debemos dejar de lado, sin embargo, los errores que, al final de cuentas, bastantes más, fueron los aciertos y –como en todo– la evaluación final se debe hacer por resultados; Contundentes el 26 y el 96 %. Felicitaciones pues, merecidas, a nuestras autoridades electorales y a todos quienes con estas coadyuvaron. Algo adicional puede hacer el Tribunal y tal MI SUGERENCIA: compartir con nosotros en forma clara, y sencilla, el uso que se diera a los 300 millones. ¿Los recibió completos? ¿Quién se los dio y cuándo se le dieron? ¿Qué bienes compró? ¿A quiénes? ¿Precios? ¿Qué servicios contrató? ¿Quiénes son los contratistas? ¿Gastó todos los 300? ¿Algún déficit? ¿Algún remanente? Pienso que también es importante que comparta con todos nosotros si gozó de descuentos en los medios de comunicación social. Si tuvo espacios gratuitos y, de igual forma, que nos comparta lo que fue el apoyo de los voluntarios y el recibido de las empresas, instituciones y Gobierno.Vale la pena que el Tribunal Supremo Electoral sepa sumar al éxito obtenido la más íntima comunión que le propongo con su pueblo: La de la rendición de cuentas. Las cosan no ocurren porque sí –por emanación espontánea– y lo gastado se apunta ya como inversión Belice ha fijado su fecha, el miércoles 10 de abril del 2019, el año entrante, para celebrar su consulta, la Consulta que se dijo que jamás celebraría. ¿Alguna incidencia de nuestra política exterior y de la ejecución de la misma en el éxito obtenido? ¿Alguna, acaso, de nuestro Presidente y de sus dos cancilleres, el anterior y la actual? ¿Habrá tenido algo que ver en todo esto nuestro servicio diplomático? El resultado ya habido en nuestra consulta y la decisión ya hecha por Belice de establecer la fecha de la suya. ¿Átomos sueltos, acaso, en un universo casual?

Acisclo Valladares Molina
Seguir leyendo

COLUMNAS

Destitución de Fiscal General es un asunto de principios y valores

Publicado

-

La decisión del presidente de la República, Bernardo Arévalo, de dejar en manos del Organismo Legislativo la posibilidad de que la Fiscal General y jefa del Ministerio Público (MP), Consuelo Porras, pueda ser removida es una acción que permitirá terminar con uno de los períodos más
lamentables en la existencia del ente a cargo de defender el Estado de derecho y evitar el saqueo de los fondos públicos.

De hecho, durante su primera cadena de radio y televisión, en la que informó sobre el anteproyecto de reforma a la normativa que rige al MP, el mandatario anticipó que “el oscuro ciclo de Consuelo Porras debe terminar ya”, confiado en que los parlamentarios se unirán a la cruzada nacional que demanda el retiro inmediato de alguien que es vista como defensora a ultranza de políticos, exfuncionarios y empresarios corruptos y de perseguir, mediante casos simulados, a quienes critican y cuestionan su errado proceder.

Ignorada por la comunidad internacional (43 naciones le niegan el ingreso a su territorio) y vista como una paria en Guatemala, Porras se aferra al cargo valiéndose de argucias legales que han impedido que el jefe de Estado la cese de sus funciones, como clama la mayoría de ciudadanos, quienes no se explican por qué, habiendo tantas evidencias contra Alejandro Giammattei, Miguel Martínez, ministros y secretarios que integraron ese desgobierno, ella ha sido incapaz de avanzar en casos que evidencian el asalto al erario.

Como lo mencionó el mandatario, el cargo de Fiscal General es el único que no le rinde cuentas a nadie y su permanencia depende de sí mismo; sin embargo, es tiempo de que se corrijan los errores, con el fin de que los responsables de la investigación sean removidos cuando, como ocurre en este caso, su permanencia genera daños irreparables a la nación, bloquea la probidad y, sobre todo, ofrece respiro a los sinvergüenzas que se han enriquecido de manera ilícita, vil y despiadada.

Jorge Castillo
Seguir leyendo

COLUMNAS

500 añosy la política

Publicado

-

Después de 297 años de dominación colonial, se inicia la independencia en 1821 con 123 años de dictaduras liberales y conservadoras destruyendo el poder y la autoridad maya, no así la autoridad para recolectar tributos, 10 años de primavera democrática con la revolución del 1944 en donde se estableció proceso electoral y apertura de participación de los mayas a cargos en los ayuntamientos y en el Congreso, pero la ultraderecha con el apoyo del Gobierno de los EE. UU. interrumpieron el desarrollo del gobierno revolucionario y nuevamente el inicio de otros 30 años (1954/1984) de dictaduras de gobiernos militares en donde se acentúan las injusticias, la explotación, la exclusión, el racismo y el despojo hacia el pueblo maya, 1985 inicia una nueva etapa conocida como democrática y en donde han desfilado 12 gobiernos incluyendo el actual que preside Bernardo Arévalo, el 95 por ciento de los gobernantes son civiles y solamente un militar firmante de la paz en lo que va esta era. La Constitución Política de Guatemala de 1985, aunque de manera proteccionista reconoce por primera vez que Guatemala está formada por diversos grupos étnicos y que “el Estado reconoce, respeta y promueve sus formas de vida” Art. 66. 1996 firma de los Acuerdos de Paz y el Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas reconoce que la nación guatemalteca tiene un carácter multiétnico, pluricultural y multilingüe y el Estado asume una serie de compromisos respecto a este. Pero en los 39 años democráticos no hay igualdad, inclusión ni relaciones armónicas entre los pueblos como lo caracteriza la democracia. 

Ahora, Guatemala y el nuevo gobierno tienen la oportunidad de corregir el rumbo de la política nacional y hacer posible la consolidación democrática con el desafío de facilitar la coexistencia armoniosa y equitativa entre los pueblos: maya, xinka mestiza y garífuna. 

La cosmovisión maya se caracteriza por el establecimiento de un mundo en equilibrio, de una relación armónica entre los seres humanos y con la naturaleza y de allí el concurso de los mayas en salvaguardar el sistema político democrático con su transición gubernamental con la esperanza de superar la histórica política de sometimiento. Loq’oj k’amik le k’aslem (hora de apreciar la vida)  

Colaborador DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

Una cita con Adrián Recinos

Publicado

-

Dr. Jorge Antonio Ortega Gaytán

[email protected]

El enigmático andamiaje del paso del tiempo con su predicción me volvió a
concertar una cita con el legado de uno de los escritores de renombre de antaño, Adrián Recinos Ávila, significativo para Guatemala en el mundo académico, político y diplomático del siglo pasado y, por siempre. La semana del 17 de enero del año en curso, por iniciativa del Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica (Cirma), nos dimos cita en la Muy Leal y Muy Noble Ciudad de Santiago de los Caballeros, la Junta directiva de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala AGHG, los descendientes de nuestro distinguido escritor e invitados especiales. 

Mi primer contacto con él fue con uno de los trabajos de mayor repercusión de Adrián Recinos, la traducción y publicación del Popol Vuh, el cual fue descubierto en la Biblioteca Newberry, de Chicago Illinois, Estados Unidos. Una lectura obligatoria en la primaria, de aquella primera convivencia hace más de medio siglo. Un viaje fascinante al universo al inframundo Xibalba; la crónica del caminar de los gemelos, la creación de hombre de maíz, los mitos, desde la cosmovisión maya. Luego vinieron otras citas con el escritor guatemalteco, con la lectura y análisis de El Memorial de Sololá (1950), Los títulos de los señores de Totonicapán (1950); y Crónicas Indígenas  (1957), con lo cual completé el conocimiento del ámbito previo a la conquista y, como todo ello, posteriormente la lectura de los documentos que Recinos tradujo y publicó para nuestras generaciones y las próximas. Otras publicaciones siguieron en su vida, como: Don Pedro de Alvarado: conquistador de México y Guatemala, Monografía del Quetzal, y varios ensayos de Doña Leonor de Alvarado (1958). Ciudad de Guatemala, crónica desde su fundación hasta los terremotos de 1917–1918 (1922); y una de sus obras de mayor prestigio como historiador fue La Monografía del Departamento de Huehuetenango (1913). Disfrutando de un ambiente agradable en el inmueble que ocupa la sede de Cirma en La Antigua Guatemala, luego del saludo protocolario, se dio la presentación del archivo personal digitalizado de Adrián Recinos Ávila por intermedio de cada una de las personas que participaron en la odisea de organizar, estabilizar, catalogar, digitalizar y asegurar el legado del guatemalteco, tarea titánica que duro tres años según la explicación de la directora del archivo histórico, Thelma Porres, de dicha entidad, que además expuso la importancia de un archivo personal en los siguiente términos: “Un archivo personal es aquel que contiene los documentos generados y recibidos por una persona a lo largo de su vida, incluyendo todas sus funciones y actividades, independiente del soporte…”, “… diversidad de material personal como oficial: fotografías, cartas, conferencias, discursos, documentos personales, entrevistas, fichas de investigación, folletería, hojas sueltas. Invitaciones, libretas de bolsillo, listas de referencias, memorándums, periódicos, postales, publicaciones, recortes de periódicos, semanarios, tarjetas, telegramas y otros”. Luego, Thelma nos guió, en un recorrido por la vida de nuestro compatriota desde su nacimiento en La Antigua Guatemala un 5 de julio de 1886, hijo de Teodoro M. Recinos y de Rafaela Ávila. Hizo sus estudios en el Instituto Nacional Central para Varones, donde se graduó en 1902 y obtuvo el título de Bachiller en Ciencias y Letras. Contrajo nupcias con María Palomo Martínez, con quien procreó cinco hijos: Beatriz, Isabel, María, Adrián y Laura. Durante su época de estudiante universitario en la Facultad de Derecho, publicó sus primeros escritos (1905), fue catedrático del Instituto Para Varones y en la Facultad de Derecho. Fundó una institución literaria denominada El Ateneo Batres Montúfar, Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y sociales (1921); Miembro fundador del Partido Liberal; así mismo, de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala (1923), director de la Academia de la Lengua de Guatemala; presidente de la Asamblea Legislativa (1926), además de haber participado como candidato en las elecciones a la Presidencia de la República en 1944. 

Colaborador DCA
Seguir leyendo

Directorio

  • Dirección General: Carlos Morales Monzón
  • Coordinación General de Redacción: Miguel González Moraga
  • Coordinación de Información: Mario Antonio Ramos
  • Editores: Carlos Ajanel Soberanis, Jose Pelico, Erick Campos, Katheryn Ibarra y Max Pérez
  • Página Web: Isabel Juárez

más temas

©2024 Diario de Centro América - Todos los derechos reservados.