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COLUMNAS

Una columna errada

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Rodolfo Neutze, en su columna de El Periódico, publicada el martes, nos dice que la culpabilidad solo termina con la muerte, refiriéndose a la muerte de Manuel Barquín, como que si este se hubiera liberado de la culpabilidad con su muerte, afirmación que carece de sustentación alguna, puesto que Manuel Barquín jamás fue culpable ni pesó sobre él –en ningún momento– culpabilidad de algún tipo. De ninguna culpabilidad, pues, fue liberado. El error en que incurre Rodolfo Neutze tiene su raíz en las conferencias de prensa CICIG-MP y en el uso inadecuado de la prisión preventiva, como que si la conferencia de prensa fuese la sentencia, y la prisión preventiva, el cumplimiento de la pena, la supuesta evidencia del éxito de la acusación en el asunto: el ser humano sentenciado en conferencia de prensa –culpable– y pagando en prisión (preventiva) su condena

Dice Rodolfo Neutze que sabemos –en forma absoluta– que algunos son culpables, independientemente de cualquier proceso que se siga, absurdo que –si eso fuese cierto– bien podría aplicársele a su amigo –cuyo nombre omite– y quien se encuentra sujeto a prisión preventiva.

Al igual que el columnista –en plural– tiene esa certeza absoluta –certeza absoluta en lo que a los otros se refiere– podrían otros tenerla con respecto a la culpabilidad de su amigo inocente por mandato expreso de la Constitución en tanto no exista condena firme en su contra –a quien podrían ver tal y como él ve a algunos– como absolutamente culpable, independientemente de cualquier proceso, regocijados –“hombres justos”– de la prisión preventiva a que este se encuentra sometido.

La prisión preventiva es usada entre nosotros como una falsa evidencia del éxito de la persecución penal, la prisión preventiva, la condena.

Manuel Barquín no fue liberado de la culpabilidad con su muerte, no es eso cierto, ni es esa la historia. Manuel Barquín –inocente– sin haber sido jamás juzgado murió en prisión, lo que es distinto. El amigo de Rodolfo Neutze no es inocente porque Rodolfo Neutze le tenga cariño y lo diga, sino porque así lo establece la Constitución Política de la República (el pacto de paz social entre nosotros) la cual –la Constitución– no es que “presuma” que sea inocente y que nos obligue a “presumirlo”, sino que dice que es inocente (que el amigo de Rodolfo Neutze es inocente), situación esta, la de su inocencia, que solamente podría terminar con sentencia firme que se dictase en su contra. Exactamente igual de inocente que el amigo del columnista, Manuel Barquín Durán, y si aquel –su amigo– muriera en prisión no habría sido liberado de su culpabilidad con su muerte, sino que se trataría de otro ser humano inocente, también muerto en prisión. ¿Que no sabríamos si se muere, su amigo, si inocente o culpable? ¿Que con la muerte de Manuel Barquín no podríamos saber ya de su culpabilidad o su inocencia?

Falso, pues le sabríamos inocente, como le sabemos inocente a este, inocentes ambos porque por mandato constitucional expreso –en tanto no condenados, en sentencia firme– tal y como ocurre con cualquier otro ser humano, los dos son inocentes. Rodolfo Neutze no es abogado, pero los ciudadanos todos. –abogados o no– debemos conocer nuestras leyes, la Constitución, la primera, ley como todas las otras leyes, pero con la diferencia de que es superior a las demás –leyes y tratados, sin excepción alguna– y, en su caso, importante es que no persista en errores como este, puesto que se trata de un joven político, llamado a incidir entre nosotros, y bueno será que, cuando llegue a ocupar una posición de mando, tenga claro que no solo su amigo es inocente sino todo ser humano, en Guatemala, en tanto no exista una sentencia firme que les condene. El artículo 14 de la Constitución Política de la República establece –textual– que “Toda persona es inocente, mientras no se le haya declarado responsable judicialmente, en sentencia debidamente ejecutoriada”. Estamos hablando de garantías constitucionales y de derechos humanos, y, ¡por favor!, es claro el texto y sobran los “intérpretes”.

Inocente, Manuel Barquín, e inocente el amigo de Rodofo Neutze, y no por haber estado aquel en prisión preventiva o por estarla, este, sufriéndola, se hicieron “menos inocentes”, otro error, conceptual (contrario a la Ley) en el que también se incurre. Cuidado con el dedo acusador, que es para eso que existe el debido proceso, más allá de simpatías y de antipatías, de filiaciones y de prejuicios.

Acisclo Valladares Molina
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COLUMNAS

Premios por trayectoria y aportes al arte guatemalteco

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Fernando Soto, 

Director de Fomento de las Artes, Ministerio de Cultura y Deportes 

[email protected]

Guatemaltecos, cuyos nombres han trascendido las fronteras de nuestro país por su valor artístico, forman una constelación de estrellas en el firmamento del arte nacional. Nombres como Joaquín Orellana, Carlos Mérida, Efraín Recinos o Miguel Ángel Asturias, son algunas de estas figuras del arte nacional que dan renombre a Guatemala en el universo artístico. 

El Estado de Guatemala, por medio del Ministerio de Cultura y Deportes, constitucionalmente tiene la obligación primordial de proteger, fomentar y divulgar la cultura nacional y, anualmente, reconoce a los artistas por medio de la entrega de los Premios por Trayectoria y Aportes al Desarrollo del Arte.

El Estado tiene la obligaciòn de proteger, fomentar y divulgar la cultura nacional.

Marimba, teatro, danza, música, artes visuales y artes circenses son las disciplinas en las que se premia a mujeres y hombres guatemaltecos dedicados al arte nacional, enalteciendo, reconociendo y valorando a las y los guatemaltecos dedicados al quehacer artístico nacional.

Durante el año se entregan los premios a los artistas en cada una de las disciplinas en las que han destacado, contribuyendo al desarrollo del arte, ya sea por medio de la docencia, la proyección de su arte como destacado intérprete, o la labor  creadora de obras artísticas, fruto de años de dedicación y esfuerzo, sirviendo como ejemplo a las nuevas generaciones de niños y jóvenes que inician o se están formando en el arte y, a la vez, proyectando su obra creadora a la sociedad guatemalteca, dejando un legado artístico que muestra  la grandeza del arte a nivel nacional e internacional.

Educadores que transmiten a las nuevas generaciones su conocimiento y experiencia en las escuelas de arte, conservatorios o academias comunitarias que existen en el territorio nacional;  dramaturgos, compositores y coreógrafos que  plasman en su obra historias y vidas, paisajes sonoros, lenguajes corporales cadenciosos con el fin de transmitir una idea, un momento, un mensaje, un recuerdo o una realidad; músicos, actrices y actores, bailarinas y bailarines, escultores y pintores, payasos, acróbatas y magos que han dejado su vida en las tablas, en teatros, en galerías, en parques, iglesias, edificios, en festivales o en donde se pueda hacer un escenario o montar una exposición y presentar ante un público diverso y colorido el fruto de la obra creadora
individual o colectiva.

Mientras sigamos reconociendo y valorando a nuestros artistas, seguiremos llenando de estrellas el firmamento artístico de nuestra Guatemala.

Colaborador DCA
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COLUMNAS

La crisis de la verdad: deepfakes y desinformación

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El Informe sobre Riesgos Globales 2024 del Foro Económico Mundial destaca las principales amenazas que enfrentará el mundo. Entre las más urgentes para los próximos dos años se encuentran la desinformación, los fenómenos meteorológicos extremos, la polarización social, ciberataques y los conflictos armados. 

La desinformación, entendida como información falsa difundida sin intención y como aquella creada deliberadamente para engañar, destaca como una de las amenazas más preocupantes. Dentro de este fenómeno, se incluyen las deepfakes: videos o audios generados con inteligencia artificial que imitan a personas reales diciendo o haciendo cosas que nunca ocurrieron.

No se trata solo de una amenaza tecnológica, sino también de un reto cultural.

Estas herramientas, que utilizan modelos de aprendizaje profundo para crear contenido casi indistinguible de la realidad, están ahora al alcance de cualquiera con acceso a un software básico, convirtiéndose en una poderosa arma de manipulación.

En un país como Guatemala, donde persiste la polarización política y la desconfianza en las instituciones, las deepfakes representan un riesgo enorme.

La rapidez con la que se difunde la información a través de plataformas como Facebook, WhatsApp o TikTok, sumada a la tendencia de la población a consumir información superficial sin verificarla, crea un terreno fértil para el éxito de este tipo de
manipulaciones.

Crear un deepfake no requiere de equipos sofisticados; basta con programas accesibles y suficiente material visual de la persona que se desea imitar. Casi cualquiera con intenciones maliciosas puede producir contenido para difamar a figuras públicas, marcas o influir en decisiones políticas y sociales. En un país donde muchos ciudadanos se quedan en la superficie de lo que ven o escuchan, las consecuencias  pueden ser tremendas.

Vivimos en una era de sobrecarga de información y contenido instantáneo, donde la veracidad de los hechos importa menos que las emociones que estos generan.  

Campañas de desprestigio y contenidos falsos no solo capturan la atención del público y manipulan sus percepciones, sino que también distorsionan la verdad y alimentan la polarización social, aumentando el clima de desconfianza.

A nivel global, estudios como los del MIT han demostrado que las noticias falsas y los deepfakes, se difunden más rápido y llegan más lejos que las noticias verdaderas, especialmente en el ámbito político. Esto se debe a su novedad, apariencia y a su capacidad de generar emociones fuertes como miedo, disgusto y sorpresa, haciéndolas más propensas a ser compartidas en redes sociales.  

No se trata solo de una amenaza tecnológica, sino también de un reto cultural. Las redes sociales, que surgieron como espacios para la libre expresión, hoy pueden adormecer el razonamiento crítico, convirtiendo a los usuarios en presa fácil de la manipulación. En lugar de profundizar y cuestionar, muchos se quedan en la superficie de los titulares y contenidos virales, adoptando posturas emocionales antes que basadas en hechos.

Como ciudadanos, tenemos una gran responsabilidad ante esta amenaza. No debemos consumir toda la información que nos llega sin cuestionarla. Necesitamos practicar un escepticismo saludable, fomentar la alfabetización mediática, la cultura de verificación y análisis crítico educándonos para identificar y combatir la desinformación.

Si no aprendemos a discernir entre la verdad y la manipulación, seguiremos siendo vulnerables y presas fáciles. Solo con una ciudadanía informada y crítica podremos proteger nuestro derecho a tomar decisiones .

Colaborador DCA
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COLUMNAS

Un compromiso municipal con la discapacidad

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Unidad de Comunicación y Relaciones Públicas
CONADI, Guatemala.

En Guatemala, se estima que 1,025,465 personas viven con al menos una dificultad, lo que equivale al 9.53% de la población total. Durante muchos años, las personas con discapacidad en nuestras comunidades han sido olvidadas y excluidas de diversos ámbitos sociales.

Este es un tema de preocupación para el Comité de Expertos de las Naciones Unidas, que, desde la ratificación de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en Guatemala, ha emitido 83 observaciones y recomendaciones al Estado guatemalteco.

Las OMD representan el enlace entre las personas con discapacidad y las entidades municipales.

Para cumplir con estas recomendaciones el CONADI, cuenta con el Departamento de Servicio Nacional de Discapacidad. A través de sus delegados departamentales trabaja con organizaciones e instituciones dedicadas a las personas con discapacidad.

El objetivo es influir en la voluntad política de las autoridades para que integren la temática de discapacidad en los Planes, Programas, Proyectos y Políticas municipales.

En seguimiento a este mandato, CONADI colabora activamente en la Comisión Departamental de Discapacidad (CODEDIS) y con la Comisión Municipal de Discapacidad (COMUDIS); y a partir de la publicación del Acuerdo Gubernativo 137-23024, el pasado 2 de septiembre en el Diario Oficial, el CONADI podrá participar con voz y voto en los Consejos Departamentales de Desarrollo Urbano (CODEDES).

Estos esfuerzos buscan fomentar la participación ciudadana y crear espacios específicos para la instalación de Oficinas Municipales de Discapacidad en los municipios del país.

Hasta la fecha, se han establecido 131 Oficinas Municipales de Discapacidad (OMD) y 2 Direcciones Municipales de Discapacidad (DMD), que sirven como enlace directo entre las personas con discapacidad y sus familias en cada municipio.

Las aperturas más recientes incluyen las oficinas de Santa Catarina Mita, Jutiapa; Melchor de Mencos, Petén; Samayac, Suchitepéquez, San Rafael las Flores, Santa Rosa; Olopa y Quezaltepeque en Chiquimula; así como en Jocotenango y Pastores en Sacatepéquez.

Colaborador DCA
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