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COLUMNAS

La libertad de prensa como motor de los derechos humanos

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Montserrat Vidal
Coordinadora del sector de Comunicación e Información
Unesco Guatemala
[email protected]

El pasado 2 de mayo se conmemoró, en la sede de Naciones Unidas, el 30 aniversario del Día Mundial de la Libertad de Prensa, con un evento en donde participaron expertos internacionales para abordar la crisis que el periodismo atraviesa, alrededor del Mundo.

Nos encontramos en un momento cuando la paz es amenazada por medio de revueltas, guerras y violencia que han llevado a millones de personas a huir de sus propios hogares por falta de seguridad en el cumplimiento de sus derechos humanos, y el gremio periodístico no ha sido la excepción.

Durante estas situaciones, las y los periodistas buscan informar a las sociedades. Es entonces cuando también sus derechos humanos se ven violentados, al sufrir de amenazas hacia sus vidas o la de sus propias familias, lo que los lleva a sentir pánico, provoca su autocensura o incluso los obliga a salir al exilio para preservar sus vidas.

Es por eso que esta conmemoración del 30 aniversario del Día Mundial de Libertad de Prensa se ha nombrado:  Dando forma a un futuro de derechos: la libertad de expresión como motor de todos los demás derechos humanos, y es que a poco menos de una década de que se cumpla el plazo establecido por los países miembros para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, vemos que aún hay un largo camino por recorrer para alcanzar los objetivos que en aquel momento se establecieron para lograr una mayor cobertura de los derechos humanos de los habitantes del mundo.

Con el reconocimiento al trabajo de estas valientes periodistas, se visibiliza aún más el papel de las mujeres que se desenvuelven en esta labor.

Como todos los años, el día de la ceremonia se hizo entrega del galardón Unesco/Guillermo Cano 2023 a Niloofar Hamedi, Elaheh Mohammadi y Narges Mohammadi, periodistas iraníes que han sido encarceladas debido a la denuncia hecha contra el régimen de su país. Niloofar Hamedi  dio la noticia de la muerte de Masha Amini, el 16 de septiembre de 2022, y Elaheh Mohammadi informó sobre su funeral. Ambas fueron detenidas días después y guardan prisión en la cárcel iraní de Evin. Narges Mohammadi, periodista y vicedirectora del Centro de Defensores de los Derechos Humanos, con sede en Teherán, cumple condena de 16 años en la misma cárcel. A pesar de esto, continúa informando desde allí.

Con el reconocimiento al trabajo de estas valientes periodistas, se visibiliza aún más el papel de las mujeres que se desenvuelven en esta labor, ya que a sus cortas edades se enfrentaron a un régimen que no valida los derechos de las mujeres.

Ellas servirán de ejemplo a muchas otras que, en su calidad anónima, quizás desconocemos, pero que también denuncian desde sus posibilidades de hacerlo.

A la vez se debe tener en cuenta que el periodismo es una profesión que entraña una responsabilidad y una ética que debe ser asumida por todos los trabajadores de la comunicación.

El Día Mundial de Libertad de Prensa es una oportunidad para recordar que el trabajo periodístico responsable es una necesidad en el mundo para conocer la problemática de las sociedades, ya que, como dice la campaña que Unesco lanzó durante este año 2023, “Todo va bien”.

La Sra. Audrey Azoulay, directora de Unesco, dijo: “La libertad de prensa es la piedra angular de las sociedades democráticas. Sin un debate de ideas, sin hechos comprobados y sin una diversidad de perspectivas, la democracia es solo una sombra de sí misma. El Día Mundial de la Libertad de Prensa se instauró para que no lo olvidemos”.

Colaborador DCA
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COLUMNAS

Así nació la imagen real del mundo (II)

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Ana Eva Fraile
Revista Nuestro Tiempo

Desde este puerto inicia su viaje Una tierra prometida y muestra, sobre fondo azul, los álbumes científicos e intelectuales del siglo XVIII. Entre ellos, los cuadernillos L’Anatomie y L’Astronomie de La Enciclopedia, de Diderot y D’Alembert, dos dimensiones que ilustran la ambición de la ciencia por desentrañar cualquier área de conocimiento.

Sus dibujos enriquecieron los compendios sobre cartografía, astronomía, geodesia y nuevas especies.

Con precisión científica trabajaron también los artistas que se embarcaban en las expediciones, numerosas en ese periodo, para levantar acta del horizonte conocido o de nuevas maravillas. Sus dibujos enriquecieron los compendios sobre cartografía, astronomía, geodesia y nuevas especies, especialmente a raíz de que Carl von Linneo publicara en 1735 Systema naturae, su innovadora propuesta taxonómica para los reinos vegetal, mineral y animal.

En sala se encuentran, por ejemplo, los grabados coloreados a mano de Plantae Selectae, obra de los botánicos Trew y Ehret (que había conocido a Linneo), los dibujos en acuarela incluidos en la enciclopedia Libros ilustrados para niños, los álbumes Plantae officinales de Nees von Esenbeck, que investigó las propiedades médicas de las plantas, las litografías de orquídeas de James Bateman o el trabajo Historia natural de los loros, a los que François Le Vaillant pintó en sus hábitats, un acercamiento novedoso a la realidad.

La siguiente escala en esta travesía traslada al visitante a tierras egipcias, adonde el general Napoleón Bonaparte se dirigió en 1798 con hambre de conquista. A los más de 40 mil soldados se unieron 167 savants, que conformaban la Comisión de Ciencias y Artes.

El cometido de estos ingenieros, científicos y artistas era llevar a cabo una investigación exhaustiva sobre el país. Incluso se fundó el Instituto de Egipto. Aunque la campaña militar fracasó, los miembros de ambas instituciones no regresaron a Francia hasta la capitulación del general Menou, en agosto de 1801.

Solo unos meses después, a principios de 1802, comenzó la aventura editorial.

Continuará…

Colaborador DCA
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COLUMNAS

La seducción del negacionismo climático

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Cristóbal Bellolio

Escuela de Gobierno

El Demoledor es una película de 1993 protagonizada por Silvester Stallone, que versa sobre una armónica distopía donde se castigan los garabatos, la dieta es comida molecular y las relaciones sexuales son virtuales. La única disidencia vive en las cloacas a punta de hamburguesas de ratas, y de cuando en cuando sale a la superficie para asestar golpes terroristas. Su líder es Edgar Friendly.

El credo de Edgar Friendly es sencillo: no está dispuesto a que le digan cómo son las cosas, le gusta decir lo que piensa, y elegir cómo carajo vivir su vida, incluso si se trata de estallar de colesterol. Quiere comer carne hasta hartarse, fumar un cigarro “del tamaño de Cincinnati”, y correr empelota leyendo una Playboy, únicamente porque puede. Los malos no son ellos, que hacen lo que pueden por sobrevivir. Los malos son los de arriba, los que imponen su tiranía frígida y bien portada, que abusan del poder y secuestran los beneficios del progreso.

La negación del consenso climático tiene antecedentes ideológicos, o identitarios.

Friendly es un populista libertario. Populista, porque piensa que la sociedad está dividida en dos: la elite atiborrada y el pueblo postergado. No ve posibilidad de acuerdo, solo de conflicto. Lo que viene de arriba es paquete sospechoso. Pero también es libertario: quiere que la autoridad retroceda de su espacio vital, que no amenace su estilo de vida, que no arrebate sus hábitos de consumo.

El populismo libertario que representa Edgar Friendly es uno de los principales obstáculos que hoy enfrenta la lucha contra el cambio climático. Mucha gente le echa la culpa a la industria de combustibles fósiles y su lobby descarado. Pero hay otros factores que trascienden el interés pecuniario.

La negación del consenso climático tiene antecedentes ideológicos, o identitarios. No todo populismo descree del consenso científico en la materia. Algún eco-populismo de izquierda habrá por ahí. No todos los movimientos plebeyos que resisten la agenda verde progresista, descreen de la realidad de la crisis climática. Algunos sencillamente no quieren pagar la cuenta del festín de economía carbonizada que se dieron otros.

Tampoco todo libertarianismo es negacionista. En principio, se puede aceptar la ciencia climática y discrepar de una política climática que implique ensanchar las atribuciones del estado. Más de alguno insistirá en soluciones privadas a los problemas públicos. Autores como Jason Brennan elaboran una justificación libertaria para la obligatoriedad de las vacunas. Del mismo modo, otros sostienen que la reducción de emisiones es un imperativo del principio de no-agresión.

Pero la combinación entre ambas vertientes ideológicas (el populismo libertario) combustiona un tipo distintivo de rechazo a la ciencia climática, que tiene un poder seductor en ascenso. De hecho, gran parte de los partidos de “derecha populista radical”, para utilizar la etiqueta de Cas Mudde, despliega esta narrativa: las elites buenistas y cosmopolitas que tienen sus necesidades materiales satisfechas, y pueden darse el lujo de posar de ciclistas veganos, le imponen al resto de la gente ordinaria una moralina verde tan paternalista como inviable: para moverse a la pega hay que echarle bencina al auto.

Adicionalmente, la sombra de las futuras restricciones toca la fibra de las clases medias y trabajadoras que se han partido el lomo por llegar aquí. Han hecho de sus hábitos de consumo contaminante un proxy de estatus. Y nada se defiende como el estatus. Mientras tanto, las Greta Thunbergs de este mundo amenazan con una distopía de brócolis y viajes de 35 horas en tren.

Aquí entra la seducción del discurso de Edgar Friendly. Su populismo libertario mata dos pájaros de un tiro: sospecho de la agenda climática porque (a) viene de las elites globalistas y (b) arrebata mis libertades.

Colaborador DCA
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COLUMNAS

Municipios al rescate de los SLEP

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Mauricio Bravo

Vicedecano de la Facultad de Educación

La implementación de los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) ha sido un tema recurrente en el debate público.

Desde su creación, esta política se propuso como una gran reforma educativa destinada a mejorar la calidad y equidad en la educación pública. Sin embargo, debido a errores de diseño o al poco tiempo transcurrido, no ha logrado superar a los municipios en varios indicadores claves, como asistencia, deserción, rotación docente y puntajes Simce.

Estos resultados ponen en entredicho la eficacia de una reforma que, a pesar de sus buenas intenciones, no parece estar alcanzando los objetivos esperados.

Una de las principales falencias identificadas es que no se consideraron las buenas prácticas preexistentes en algunos municipios. 

Una de las principales falencias identificadas es que no se consideraron las buenas prácticas preexistentes en algunos municipios. Las reformas educativas de gran envergadura siempre deben tomar en cuenta las prácticas efectivas ya implementadas.

De lo contrario, no solo se desaprovechan conocimientos y experiencias valiosas, sino que también puede llevar a una implementación que no se ajusta a las realidades específicas de cada comunidad educativa.

Por otra parte, el corto plazo de implementación de los SLEP ha sido insuficiente para evaluar y ajustar adecuadamente sus resultados: “Las incidencias de las políticas educativas son muy diversas y pueden tardar años, incluso generaciones, en hacerse completamente visibles” (OECD Education Policy Evaluation 236, año 2020). Por tanto, antes de seguir avanzando en la implementación de nuevos SLEP, debemos realizar una evaluación robusta que permita identificar sus fortalezas y oportunidades de mejora.

Por último, la suposición de que un sistema educativo uniforme es la solución óptima para fortalecer la educación pública es un error. La diversidad de sostenedores, acompañados de mecanismos efectivos de regulación y supervisión, permite que estos funcionen como un sistema coherente y ordenado.

Además, la diversidad institucional puede ofrecer una respuesta más ágil y adecuada a las diversas necesidades locales, promoviendo así una mayor equidad y eficacia en el sistema educativo.

Colaborador DCA
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