Comunícate con nosotros al 1590

COLUMNAS

La familia de Pascual Duarte

Publicado

-

Camilo José Cela
Revista Nuestro
Tiempo

En las palabras “Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo” que tras prólogos y preliminares abren esta novela, resuenan ecos de la picaresca del Siglo de Oro. Inolvidables estos inicios clásicos:

“Pues sepa vuestra merced, ante todas cosas, que a mí llaman Lázaro de Tormes…” o “Yo, señor, soy de Segovia”. Quien traza con letra rudimentaria decenas de cuartillas desde la cárcel de Badajoz, quien quiere dar a entender que no hay maldad en su conducta, es un condenado a muerte, Pascual Duarte. Tiene cincuenta y pocos años y antecedentes de crímenes y de iniquidades.

Y pide clemencia. Es 1937, y es la España de abajo, y cuesta encontrar referencias a la Guerra Civil. Ni especifica las circunstancias en que asesinó — en las convulsiones iniciales de la contienda— a un terrateniente extremeño, “don Jesús González de la Riva, conde de Torremejía”. Un transcriptor ha pasado a limpio esas hojas.

Fue un éxito editorial inmediato y de traducciones.

Se añadirán varias cartas de otras manos, que acrecientan, como paredes de un laberinto, el peso —y el arte— a esta literatura, a ese personaje y su pasado, y sirvieron para burlar la censura. La familia de Pascual Duarte, primer libro de un joven Cela (1916-2002), se publicó en diciembre de 1942. Fue un éxito editorial inmediato y de traducciones. Comparte con la picaresca la narración en primera persona del repaso parcial de una vida.

Y la astucia de que se le remite a alguien esa confesión, ese descargo. Casi la justificación de una biografía desdichada, enredada además en una sociedad sin demasiada misericordia. Hilvana también consideraciones sobre lo miserable de su existencia.

Más que la visión del tremendismo, manera de escribir desgarrada, con salpicaduras de crudeza, descendiente del estilo realista, incluso del naturalista engendrado a finales del XIX, que refleja ambientes turbios y difíciles, barro de verdad, el lector sentenciará qué crédito dar a esas páginas.

Si se muestra clemente, si juzga a ese hombre como una víctima de la desigualdad y el infortunio, si le conmueve el sufrimiento que gotea todo. Si tal vez esa persona primaria tiene envenenado el corazón. O si es solo o sobre todo literatura. La edición más clara, la que preparó Darío Villanueva. 

Colaborador DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

La utopía abyecta

Publicado

-

Felipe Schwember Augier
Profesor investigador de Faro UDD

La exposición de Arturo Duclos en el Centro Cultural de Vitacura ha causado revuelo por su supuesta reivindicación del octubrismo. El artista, por su parte, comentaba en una entrevista que le extrañaba la incultura de algunos vecinos, cuyos reflejos inquisitoriales fueron activados por su muestra. Pero más allá del burdo (y peligroso) conato por sabotearla o prohibirla, la muestra de Duclos, así como algunas de sus declaraciones, invitan a preguntarse por algunos de los símbolos que surgieron con ocasión del “estallido”.

Duclos, como seguramente muchos otros artistas, ve en los hechos acaecidos entonces no solo una explosión irracional de violencia, sino también una promesa: la de otra sociedad, tal vez no muy definida, pero no por ello menos atractiva.

“No es necesario que el artista tome distancia crítica de las utopías que se construyen con los símbolos, como los del “estallido”. Pero el público no debe rendirse a su obra: su juicio crítico es la contrapartida de la libertad del artista”. Supuesta, además, la utopía, el artista tiene garantizado su lugar, como arúspice de los fenómenos sociales: la interpretación de los símbolos es, a fin de cuentas, el desciframiento de la utopía. El genio artístico ofrece la llave de ese desciframiento.

El significado de los símbolos no suele ser unilateral.

El artista o el poeta puede captar un símbolo, expresarlo, pero eso no significa que pueda contener o tan siquiera aprehender todos sus significados. Dicho de otro modo, no tiene ni el monopolio ni el control de los significados de los símbolos que él mismo plasma.

El significado de los símbolos no suele ser unilateral: por ejemplo, el retiro de la estatua ecuestre del general Baquedano de la plaza que lleva su nombre fue celebrado por unos como un triunfo, pues la interpretaron como una victoria simbólica del pueblo contra la oligarquía, el statu quo y el patriarcado; para otros, por el contrario, significó la derrota literal y simbólica del Estado de derecho, del gobierno de Sebastián Piñera y/o del sentimiento patrio.

Otro tanto ocurre con el perro Matapacos, el Jardín de la resistencia y demás símbolos del estallido, que los octubristas tan celosamente han venerado. De ahí que la utopía que presuntamente evocaba el humo de las barricadas sea, en realidad, para otros, una utopía abyecta, conducente a la anarquía, al caos y en último término a la violencia.

Es imposible evitar esta interpretación, toda vez que los símbolos de dicha utopía emergieron de un furor báquico y ariano, ávido de fealdad y desolación.

Quizás la fascinación con los símbolos sea una condición necesaria para la creación artística. En tal caso, no es necesario que el artista tome distancia crítica de las utopías que con ellos se construyen. Eso no significa, sin embargo, que el público deba rendirse a su obra. Por el contrario, la contrapartida de la libertad del artista es el juicio crítico del público, juicio que, por lo demás, la polivalencia de los símbolos, asegura.

Colaborador DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

El informe de las Naciones Unidas en Guatemala

Publicado

-

Miguel Barreto, Representante del Secretario General y Coordinador Residente, Sistema de las Naciones Unidas en Guatemala
[email protected]

El Sistema de las Naciones Unidas en Guatemala tuvo el honor de presentar el pasado 28 de mayo el Informe Anual de Resultados 2023. Este documento resume el trabajo de 24 agencias, fondos, programas y organismos especializados para acompañar al Estado y la sociedad de Guatemala en sus prioridades nacionales de desarrollo.

Este informe es un ejercicio de rendición de cuentas, que se hace en cerca 160 países en donde la ONU tiene presencia. Es la forma principal de reportar a cada Estado y a la cooperación internacional, sobre los resultados alcanzados durante un año de trabajo, teniendo presente que debe seguir una lógica de seguimiento, evaluación y mejora continua.

Esta semana presentamos el Informe Anual de Resultados 2023. En camino hacia la cumbre del futuro.

En tal sentido, nuestro instrumento principal de planificación es el Marco Estratégico de Cooperación firmado con Guatemala, el cual toma como base un Análisis Común de País que hacemos con periodicidad, y se alimenta de talleres de consultas multisectoriales, reuniones periódicas de seguimiento con las diferentes contrapartes y un diálogo constante con el Gobierno para asegurar coherencia con las prioridades nacionales. En unos meses iniciaremos con un nuevo proceso, debido a que el Marco actual concluye en el 2025 y de allí pasamos a otros cinco años de cooperación que se iniciará en enero de 2026.

En 2023, trabajamos con 42 contrapartes gubernamentales, incluyendo gobiernos locales, por medio de 12 programas conjuntos y decenas de proyectos que tuvieron una ejecución total que asciende a 135 millones de dólares, provenientes de la cooperación internacional.

Resaltamos el generoso aporte de por lo menos 12 países y cinco fondos globales, así como diversos mecanismos de financiamiento. Y por supuesto agradecemos la confianza de instituciones del Estado al permitirnos ejecutar 91 millones de dólares provenientes de recursos públicos, los cuales podrían incrementarse en los próximos años.

Asimismo, se han aportado 45 millones de dólares en apoyo a personas en emergencia. De manera que el monto global de la ejecución suma 271 millones de dólares.

Nuestro trabajo también nos permite un seguimiento a los avances de las 169 metas que tienen los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Nuestros aportes al desarrollo sostenible están alineados con ese compromiso global con la Agenda 2030, el cual fue avalado por el Estado de Guatemala en septiembre de 2015.

Este informe también es congruente con la política general del gobierno actual. Hemos encontrado un gran número de puntos coincidentes de esa política y nuestro Marco de Cooperación, por lo que saludamos iniciativas como el Registro Social de Hogares para identificar a los más vulnerables, Mano a mano la cual, a través de un modelo intersectorial y participativo, agiliza acciones para combatir la pobreza y la malnutrición.

También, vemos una acción muy valiosa en la construcción y mejora de los caminos rurales en el marco del programa Avenidas para el buen vivir, con un enfoque de mejora de la productividad, propiciando mejores accesos a mercados.

Todo lo que hemos hecho representa para nosotros un motivo de alta satisfacción, agradecimiento por su confianza y un compromiso para que cada niña, niño, adolescente, mujeres, pueblos indígenas y población en vulnerabilidad pueda transitar por un camino allanado y que pronto pueda alcanzar la cumbre del futuro.

Hacemos patente nuestro agradecimiento a nuestros donantes y al Estado guatemalteco, al sector privado y a la sociedad civil por seguir confiando en un Sistema de las Naciones Unidas que procura hacer realidad el ideal de no dejar a nadie atrás.

El Informe Anual de Resultados de las Naciones Unidas ya está disponible en nuestro sitio web Guatemala.un.org. El camino a la cumbre del futuro en septiembre próximo está lleno de subidas y bajadas, pero nos esforzaremos que sea como la descripción del Popol Vuh: “… buenos caminos, hermosos caminos planos”.

Colaborador DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

Universidad y mundo rural (III)

Publicado

-

Juan José Pons
Catedrático de Geografía

En el caso concreto de la Universidad de Navarra, tratamos de poner nuestro granito de arena mediante dos programas: “Revitalizar el patrimonio rural” y “Kinesis”, patrocinados por el Gobierno de Navarra y la Fundación La Caixa, el primero, y la Comisión Europea, el segundo.

A través de ellos, son ya decenas de estudiantes universitarios los que han realizado prácticas en pequeños núcleos de población, conociendo de primera mano el medio rural navarro y muchas de las interesantes iniciativas en las que han colaborado.

Al trabajar juntos, podemos aprovechar el poder de la educación, la investigación y, sobre todo, el impulso que poseen los jóvenes universitarios para enfrentar los desafíos.

La satisfacción es máxima por ambas partes: los agentes que promueven las prácticas agradecen mucho contar con los conocimientos, el entusiasmo y la visión fresca que aportan los jóvenes universitarios; mientras que, para ellos, el acercamiento a los retos profesionales que se les plantean y la convivencia diaria con las personas de los entornos rurales son una experiencia profesional y vital valiosísima.

También, lo es saberse partícipes de un gran reto de carácter colectivo como es revertir la suerte de muchos pueblos.

Afortunadamente, ya estamos viendo estos y otros ejemplos inspiradores de la prometedora colaboración entre universidades y comunidades rurales. Al trabajar juntos, podemos aprovechar el poder de la educación, la investigación y, sobre todo, el impulso que poseen los jóvenes universitarios para enfrentar los desafíos del presente y construir un futuro mejor para el mundo rural.

Colaborador DCA
Seguir leyendo

Directorio

  • Dirección General: Carlos Morales Monzón
  • Coordinación General de Redacción: Miguel González Moraga
  • Coordinación de Información: Mario Antonio Ramos
  • Editores: Carlos Ajanel Soberanis, Jose Pelico, Erick Campos, Katheryn Ibarra y Max Pérez
  • Página Web: Isabel Juárez

©2024 Diario de Centro América - Todos los derechos reservados.