Comunícate con nosotros al 1590

ARTES

Jesús del Rescate: siglo XIX y primer registro histórico

Publicado

-

Los dos siglos que siguieron a la fundación de las monjas carmelitas descalzas, generaron muy poca información relacionada con Jesús o su procesión. De acuerdo con los archivos eclesiásticos, en el primer tercio del siglo XVIII se apartaban fondos para celebrar las fiestas del Señor de San José, la Virgen del Carmen, el Corpus Cristi y Santa Ana. Al mismo tiempo, el administrador de la orden empezó a reportar capitales dados en usura pupilar, réditos por usura, cuotas vencidas y otras transacciones asociadas, prácticas que se registraron en los libros y se rastrearon hasta 1867 (AHAG, Cuentas rendidas por el Administrador del Monasterio de Santa Teresa, expedientes de 1690 a 1867).

El dato más interesante, quizá, dice que durante este lapso se compraron diferentes telas moradas, “para corporales y paños de cáliz”, los que podían utilizarse únicamente en las conmemoraciones de la pasión, implicando que también formaban parte importante en el ideario anual de la orden. Por lo tanto, si Jesús del Rescate ya existía en esa época, queda implícita la participación, aunque de forma circunstancial, pues el nazareno con la cruz a cuestas está presente en por lo menos 5 de las estaciones del viacrucis.

Si bien la ciudad de Santiago de Guatemala y sus construcciones soportaron constantes embates durante el siglo XVIII, llegó el momento aciago de los terremotos de Santa Marta en 1773. En el Archivo General de Centro América se encuentran documentos detallando gastos referentes a la mudanza y reinstalación en la nueva ciudad ya desde 1778, bastante temprano, considerando otras órdenes.  Mientras se concluía el complejo decimonónico en su solar, el número 111 de la Nueva Guatemala de la Asunción, las hermanas estaban asentadas en provisionales y precarias celdas de bahareque. Un documento consultado por Johnston reporta que la mayoría de los muebles y enseres, incluyendo los de la iglesia, aún estaban en la Antigua (Johnston, 2015).  Posiblemente Jesús también se había quedado en los arruinados edificios.

Fue hasta 1816 cuando se solicitó la autorización formal para la construcción del nuevo templo y convento (AGCA fichero 5-18).  Por tal razón, el plano que se encuentra en el Archivo Histórico Arquidiocesano debe corresponder a esta fecha y no a la que se le ha asignado de finales del siglo XVIII (AHAG, Plano del Convento de las Monjas de Santa Teresa, consultado en febrero de 2016).  Adicional a esto, el dibujo muestra una gran rareza: el diseño se planteó con la iglesia orientada Este-Oeste, con el altar hacia el Este, pero el edificio que se aprecia en la actualidad, que debió reedificarse sobre el que se destruyó a inicios del siglo XX, tiene el atrio hacia el Sur y el altar hacia el Norte.  Se desconoce la razón del cambio; sin embargo, parece ser que el concepto general, aunque girado, más o menos se respetó. La idea inicial contemplaba tres ermitas hacia el Oriente.

Mientras tanto, hubo ciertos datos interesantes, posiblemente relacionados con el tema que se está tratando.  Se localizaron dos fuentes diferentes que dan la noticia de una religiosa del convento, la Madre María Teresa de la Santísima Trinidad, quien experimentó tanto éxtasis como estigmas de la Pasión de Cristo en la Semana Santa de 1815 y/o el Viernes de Dolores de 1819.  Se supone que los sucesos tenían lugar en la iglesia, porque se dieron durante los oficios de la época, y se cuenta que el edificio estaba decorado para el efecto, con cortinajes colgados de damasco púrpura con gaza y encajes y que el piso estaba cubierto con alfombras de pino  (Gálvez, Albertina, el Imparcial, Miércoles Santo, 9 de abril de 1941). Si ya existía Jesús del Rescate y estaba en la Iglesia, también pudo presenciar los dones de la Madre María Teresa de la Santísima Trinidad.

Para 1861, el templo había recuperado parte de su gloria pasada. Tenía retablos dorados, algunos con vidrieras, que contenían santos estofados o de vestir con diademas y resplandores de plata, al igual que las custodias, sagrarios, copones, cálices, cruces, patenas, atriles, palmatorios, incensarios. Muchos de ellos sobredorados y aderezados con piedras finas, además de joyas de oro y perlas para algunas imágenes, casullas y otras prendas de damasco de los curas;  cruz y ciriales de plata (que solo se usan en procesiones), etc.

La visita canónica 

Eso se descubrió a partir del documento de la Visita Canónica al Monasterio de Santa Teresa, practicada por Fr. Juan de Jesús Zepeda, obispo de Arindele (como él mismo se intituló), en nombre del arzobispo de Guatemala Francisco de Paula García Peláez, acaecida a partir del 7 de octubre de 1861 (AHAG, expediente 360 de la Secretaría Arzobispal). Este es el primer escrito que menciona, en el inventario de Imágenes y sus alhajas del coro, un nazareno (de dos que había), que tiene corona, diadema y soga de plata, más dos túnicas bordadas, una de raso y una de pana, es decir, que es una escultura de vestir. No se especifica su advocación, pero debido al ajuar no puede ser otro que Jesús del Rescate.

Además en la larga lista de tesoros, que ocupa todo el folio, dicha escultura aparece en la tercera línea, después de dos crucifijos grandes y una dolorosa, incluso antes de las imágenes de la Virgen del Carmen (importantísima entre el siglo XVII y XVIII, como lo atestigua la escultura que traían las fundadoras y las festividades que se celebraban en su nombre). Esto podría sugerir que para la orden, así como para el Arzobispado, las prioridades se habían desplazado hacia las figuras de pasión, puesto que todas fueron listadas de primero e inclusive se mencionan dos tunicelas de la Virgen de Dolores.

Un siglo después del Terremoto de Santa Marta, algo golpeó más fuertemente al Conjunto Carmelita: el recién instaurado régimen liberal revolucionario de Justo Rufino Barrios, quien decretó en 1874, la exclaustración de las teresianas, por lo que debían abandonar todos sus bienes, propiedades y patrimonio, incluyendo a Jesús del Rescate.  En 1879, las monjas dejaron el país con rumbo a Grajal de Campos en León, España. Durante ese tiempo no se sabe qué pasó con los objetos de valor del claustro e, incluso de la iglesia, si se conservó o se perdió algo de la lista que se mencionó algunas líneas arriba.

Buscando en periódicos de la época, como la Semana Católica y el Pensamiento Católico, que pueden ubicarse en la Hemeroteca Nacional, no se pudo encontrar información de la procesión de Jesús del Rescate; sin embargo, las noticias de las últimas dos décadas del siglo XIX relatan que la iglesia Católica era perseguida y se hacían esfuerzos para que no desapareciera la “fe”. Estos diarios incluían a la iglesia de Santa Teresa en los circuitos de los festejos importantes de la ciudad, como el cortejo de la Virgen del Socorro o la confección de los monumentos para el Jueves Santo, costumbre que se tenía en Santa Teresa desde el siglo XVII, dato conocido por medio de Berlín, quien consignó que en 1693 el maestro ensamblador del monumento carmelita fue Juan de Quintana (Berlín, 1952).

Aún no se ha hallado una noticia de la procesión del Rescate para el siglo XIX, pero sí se menciona que se hacían velaciones para el Nazareno de El Carmen, como lo indica La Semana Católica del Domingo de Ramos, 26 de marzo de 1893. Entonces, se podría asumir que Jesús del Rescate debió tener, por lo menos, este mismo privilegio. Dicho rotativo cuenta que ese año se hicieron velaciones de Jesús todos los viernes de Cuaresma en las distintas iglesias de la ciudad.

Hasta el momento no se han podido localizar más datos para aclarar la reconstrucción de la historia de Jesús del Rescate durante los siglos XVIII y XIX, pero el trabajo continúa, mientras haya pistas que seguir. Ahora es más lo que se sabe de él, que hace 5 años. Espero tener una historia más completa cuando se cumplan los 50 años de su consagración.

  • *Arqueólogo e historiador del arte.
Redacción DCA
Seguir leyendo

ARTES

Anuncian al curador de la próxima Bienal de Arte Paiz

Publicado

-

Fotografía: Cortesía del artista y Museo de Arte Moderno de Bogotá – MAMBO.

En noviembre de 2025 se realizará, en la capital y La Antigua Guatemala, la próxima Bienal de Arte Paiz. En esta edición, que es la vigésimo cuarta, se ha sido designado a Eugenio Viola como curador.

Viola tiene un doctorado en Métodos y Metodologías de la Investigación Arqueológica e Histórico-Artística de la Universidad de Salerno y ha curado más de 100 exposiciones en el mundo, incluyendo el Pabellón de Italia en la 59ª Bienal de Venecia (2022) y el Pabellón de Estonia en la 56ª Bienal de Venecia (2015). Asimismo, es crítico de arte italiano y curador especializado en experiencias y teorías relacionadas con performance y poesías corporales.

Katheryn Ibarra
Seguir leyendo

ARTES

¡A lanzarse al agua!

Esculturas de patos navegan en una exposición con causa.

Publicado

-

En el Museo Ixchel del Traje Indígena se aprecian 120 piezas con diferente temática y materiales, intervenidas por varios artistas, las cuales son parte de la XI edición de la colectiva titulada Al agua, patos. Estas se encuentran a la venta para apoyar con becas a más de 600 personas con síndrome de Down de la Fundación Margarita Tejada.

De acuerdo con sus organizadores, esta muestra comparte la visión infantil de atreverse, romper barreras y sin miedo para aprender, compartir y crecer. “Este año se inspiró del dicho guatemalteco “al agua, patos”, que significa tirarse al agua para probar nuevos retos y nuestros chicos eso lo viven a diario porque son perseverantes”, expresó María Teresa de Basterrechea, directora de la fundación. 

Esta es una obra del escultor guatemalteco Rodolfo Guevara, que tardó cinco meses elaborarlos, con la creatividad de Patricia Valladares. “Todo viene relacionado con el juego de los niños, a su inocencia”, dijo. Agregó que cada virtuoso plasmó lo que realiza en lienzo y con su toque personal. 

Algunos de los que intervinieron las obras fueron: Rodolfo Guevara, Patty Valladares, Valenz, Camilo Almaráz, Mod Cárdenas, Jorge Mazariegos, David Duke, Victoria Masch, Josué Hernández, Mauricio López, Abel Amaya, Jorge Merino, de El Salvador. 

Dato

La exhibición está abierta al público gratuitamente en 6ª. calle final, zona 10, hasta el 1 de agosto, de lunes a viernes, de 9:00 a 17:00 y los sábados, de 9:00 a 14:00.

Marisol Vásquez Fotógrafo: Mariano Macz
Seguir leyendo

ARTES

Star Wars: Imposible complacer a todos

Publicado

-

Foto: cortesía Lucasfilm

Los ewoks deben estar celebrando la existencia de The Acolyte (2024), ya que desde el estreno de esta serie, el filme Ewoks: The Battle for Endor (1995) dejó de ser, de manera oficial, la obra más despreciada de Star Wars. Es impresionante la cantidad de descontento, incluyendo comentarios de odio (que por nada apoyo o comparto) que generó The Acolyte, inclusive, desde antes de estrenarse. 

Si no estás enterado de lo que me refiero, respetado lector, y piensas que esta columna es otro grito al estilolos warsies también lloran, pues te cuento que The Acolyte es una serie del universo de Star Wars, desarrollada por Lucasfilm para Disney+. Esta se sitúa aproximadamente 200 años antes de los eventos de la saga cinematográfica principal (también conocida como la Era Skywalker).

Una vez JJ Abrams, showrunner de la última trilogía de Star Wars, declaró después de haber recibido millones de críticas negativas acerca de los tres filmes galácticos en los que estuvo a cargo: “Con Star Wars, es imposible complacer todos”.

Cuando leí esta declaración, estaba molesto con este cineasta por su terrible manera de estar a cargo de esas películas, así que pensé: “Excusas para un trabajo desordenado”. Pero hoy cambia todo y entiendo por dónde quería ir este señor. Hasta este año y bajo la tutela de Disney+, ya contamos con seis series de Star Wars, algo inimaginable en los tiempos de Lucasfilm en manos de George Lucas.

Estas series son: The Mandalorian, The Book of Bobba Fett, Obi-Wan Kenobi, Andor, Ahsoka y ahora The Acolyte. Suena maravilloso en teoría. Las dos primeras temporadas de The Mandalorian y la primera de Andor me parecen fascinantes. Ahora, The Book of Bobba Fett y Obi-Wan Kenobi son mediocres, pero en su defensa, Disney tenía pocos años de producir series y tal vez estaba aprendiendo.

Pero vamos, para Ahsoka y The Acolyte ya tuvieron cinco años de experiencia, y son notables los retrocesos en desarrollo de historia, perfiles de personajes, diálogos zonzos y guiones con tantos agujeros en la trama como si se tratara de un queso suizo en caricatura de Tom&Jerry.

No soy experto en guiones de series de televisión, pero no hace falta serlo para notar esta deficiencia que, inclusive, da la impresión de que se trata de producciones haraganas. O más bien, de que los productores la arruinan a propósito.

Y ahí está Andor, una de las mejores series que he visto en mi vida, con personajes entrañables, diálogos y monólogos apasionados, música perfecta y escenarios tan vivos como sorprendentes. Pero Andor permanece en la esquina de lo mejor de Star Wars que casi nadie ha visto. “Es muy lenta”, dicen unos.

“No salen sables láser”, refunfuñan otros. Entonces, ¿qué quiere el fandom? ¿Pedimos una clonación en estilo maquila de Grogu para que salve todas las nuevas series de Star Wars? ¿Nos conformamos con lo que Disney+ nos entregará de ahora en adelante? ¿Bailamos la danza de la lluvia para que se inunde todo Lucasfilm a cargo de Disney, y comience todo desde cero? Tal vez JJ tenía razón acerca de Star Wars, es imposible quedar bien con todos, y más con producciones tan descuidadas como The Acolyte. Que la Fuerza nos acompañe.

David Lepe
Seguir leyendo

Directorio

  • Dirección General: Carlos Morales Monzón
  • Coordinación General de Redacción: Miguel González Moraga
  • Coordinación de Información: Mario Antonio Ramos
  • Editores: Carlos Ajanel Soberanis, Jose Pelico, Erick Campos, Katheryn Ibarra y Max Pérez
  • Página Web: Isabel Juárez

©2024 Diario de Centro América - Todos los derechos reservados.