Revista Viernes
El lugar que une todo el arte de la región
El museo de Artes y Artesanías Populares de Sacatepéquez promueve el trabajo de los artífices locales
Museo de Artes y Artesanías Populares de Sacatepéquez se ubica en el colegio mayor de Santo Tomás de Aquino, en La Antigua Guatemala. Fue creado por el Centro de Estudios Folklóricos, de la Universidad de San Carlos de Guatemala, y su inauguración se realizó el 23 de noviembre de 1968.
Su finalidad es dar a conocer todo lo relacionado con las artesanías, textiles, cerámica, mayólica, hojalatería, carpintería, ebanistería, morería, hierro forjado y pirograbado, entre otros de esa región.
En la primera sala se observan muebles de cedro y caoba, pegados de manera curiosa en la pared. “Se cuenta que en Santiago (Sacatepéquez), por las tardes, los monjes de los conventos, sentados en muebles como estos, solían tomar el chocolate”, indica una cédula.
Otros trabajos que resalta son los del bronce, ya que existen tocadores de puertas con diversas formas, muchas de estas zoomorfas que se ven en los portones coloniales, que también tienen rosetones de este material.
Al explicar la carpintería indican: “Junto a los herreros, sastres, zapateros y plateros, los carpinteros son nombrados reiteradamente en las actas de cabildo que comenzaron a suscribirse en la Época Colonial. …generó pronto las formas artísticas que caracterizaban a la ebanistería de La Antigua Guatemala. Muebles, retablos, balcones, puertas y portones, andas procesionales y otras tantas expresiones propicias de este oficio ponen en evidencia la habilidad de los grandes maestros”.
Un aspecto por resaltar son los textiles. Por ejemplo, en San Antonio Aguas Calientes, Santa María de Jesús, Santo Domingo Xenacoj y Santa Catarina Barahona, entre otros municipios, los huipiles y sut’s (paño de múltiples usos) son llamativos. Destacan que “desde finales del siglo XX se han instalado pequeñas empresas que buscan mercados extranjeros para los textiles”, lo que ayuda mucho a los habitantes de las comunidades.
La cerámica de Sacatepéquez es muy solicitada por turistas. La materia prima para fabricarla es el barro negro que se muele y cuela para dejar un polvo fino, que luego se trabaja con agua hasta volverlo masa y realizar las formas que luego se secan al sol y hornean.
La mayólica es de origen español y llegó a nuestro país en la Época de la Colonia. Su apogeo se produjo en el siglo XVIII, durante el cual 15 artesanos la trabajaban. Cerca de 1773, por los terremotos, migraron al Valle de la Ermita; sin embargo, algunos se quedaron en la Ciudad Colonial con permiso de las autoridades pertinentes.
“La loza mayólica de La Antigua adquirió su propio carácter, superficies grises muy claras, casi blancas, salpicadas de verde jade o azul, ocres, naranjas y oscuros tonos de tierra: vasijas enteras, platones con soles radiantes, candeleros, escudillas, floreros, incensarios, mascarones para salidas de agua y macetas”. Para elaborarla se utiliza barro en terrones de El Tejar, Chimaltenango; se convierte en polvo por medio de un rodillo, se moldea en torno de pie, se lleva a cabo una primera quema en horno, luego se pinta con óxido de estaño, plomo, cobre, antimonio, cabalto y hierro. Luego se quema por segunda vez y la pintura se convierte en barniz vidriado de colores.
Las morerías son talleres que se especializan en la elaboración de trajes y máscaras que se utilizan en danzas tradicionales, algunos se alquilan otros se venden, pero el detalle y la realización conllevan mucho trabajo.
En el recinto muestran diversas máscaras y trajes con la leyenda: “Los habitantes de estas regiones utilizaron el barro y otros materiales como el jade para su elaboración. Además de las piezas encontradas en excavaciones arqueológicas, existe evidencia de la variedad de máscaras en las tallas de estelas y las pinturas de vasijas, cuencos y platos de cerámica. Con la llegada de los españoles, el mestizaje, la máscara pasó a formar parte de los elementos sincretizados, de tal manera que durante la Colonia se convirtió en un elemento didáctica y evangelizador”.
Los juguetes de madera, como caballitos, camiones, carros, capiruchos, trompos y trastes de barro han tenido un desplazamiento ante la industria extranjera.
Pero en el museo hay un lugar dedicado a estos juguetes y de manera especial a las muñecas de trapo “a las que ni siquiera la cuantiosa producción en serie de artículos de plástico ha podido sustituir. Se elaboran de tusa trenzada y se les forra con una tira de manta que las envuelve totalmente. Se visten con retazos de tela de vivos colores. Los ojos, nariz y boca se marcan con puntadas de hilo grueso y generalmente sobre la cabeza se prende una moña”, reza el texto dedicado a esta sección.
Otros elementos que se destacan son los nacimientos. En su exposición hay un grabado del siglo XVIII en el que se ve al Santo Hermano Pedro de San José de Betancur, promotor de los nacimientos y posadas en Guatemala.
El pirograbado, la pirotecnia y se observa una cocina y antecocina que tiene horno de leña y los implementos característicos como jícaras, poyos, platos y vasos de cerámica.
Revista Viernes
Las navegantes del Pacífico
En estos meses son liberados miles de crías de tortugas marinas
Las nubes grises sobre el mar anunciaban una tormenta durante una tarde de sábado, cuando un grupo de personas documentó la liberación de las tortugas marinas en Taxisco, Santa Rosa. A cada uno se le entregó una jícara en la que estaban las recién nacidas que no pueden ser tocadas, para ponerlas en la arena. Con pasos lentos, unas más que otras, dirigidas por su instinto de sobrevivencia, avanzan a la inmensidad de las aguas y se marchan.
Este proceso se realizó en la Estación Biológica comunitaria El Banco, ubicada en la carretera a Monterrico, donde se protege a las especies que están en peligro de extinción en la costa del Pacífico de Guatemala. Establecida por la Asociación Fundaselva de Guatemala e Índigo Expeditions, en 2017, para monitorear las poblaciones y asegurarles la supervivencia. Las hembras, durante la temporada de anidación, regresan a la playa para poner sus huevos y cada nido puede contener hasta 120.
Otra de las labores en el lugar es la limpieza de la playa de plásticos y basura, para mantener el medioambiente saludable y trabajan con las escuelas locales para concienciar sobre la contaminación.
Asimismo, en las comunidades de los alrededores se recolectan huevos y los incuban en sus criadores para ayudar a que más crías sobrevivan. Luego, liberan a los neonatos en el océano Pacífico y dan la oportunidad al público de participar y promover la conservación.
Puede adquirir una docena de huevos de un miembro de la comunidad local que los ha recolectado legalmente de un nido en la playa o adoptar estos reptiles y el dinero ayuda a realizar un trabajo vital para preservarlos. También se liberan por las tardes de septiembre hasta diciembre, a partir de las 16:45, por una contribución de 10 quetzales.
Experiencias
“Es la primera vez que participé, siempre me había surgido la inquietud de saber cómo era el proceso, y es una experiencia inigualable colaborar con el ciclo de la vida animal. Es una actividad que recomiendo, apta para toda la familia y se fomenta en los niños el respeto a la naturaleza”, expresó Alejandro Ávila.
Mónica Duarte comentó que fue una práctica muy enriquecedora asistir a las crías a que continúen con su ciclo de la vida.
“La liberación nos forma parte de la naturaleza y aprendamos sobre la conservación de la especie. Desafortunadamente, no sabemos cuántas van a sobrevivir de los depredadores, pero debemos estar satisfechos de que cumplimos con este apoyo”, manifestó.
El Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) menciona que los esfuerzos para la conservación de las tortugas marinas en el país continúa con el apoyo de socios estratégicos, los cuales se iniciaron en los años 80, con el establecimiento de los primeros tortugarios y un sistema informal de cuotas de conservación.
Datos
Desovar
Las hembras pueden poner entre 80 y 100 huevos en un nido.
Incubación
Los huevos de los quelonios marinos incuban entre 40 y 45 días.
Vida marina
Pueden pasar más de 10 años antes de que las hembras regresen a su playa.
Revista Viernes
Los cuentos de Yolanda Oreamuno
El mérito de esta compilación radica en la búsqueda, el rastreo del mito y la riqueza literaria que la autora decidió publicar en vida. Los 16 cuentos que integran esta edición comparten la voz de la pérdida, la resistencia al paso del tiempo y la necedad de la naturaleza humana.
Sutiles y sugerentes, los cuentos de Las mareas vuelven de noche y otros cuentos se revelan al lector con la complicidad de un secreto compartido por la autora.
Esta publicación es un homenaje a su memoria. Yolanda Oreamuno escribe el primer cuento a los 16 años. Aproximarse a su trabajo literario es entrar en el cuarto de los espejos. Su narrativa es nebulosa y nostálgica, en ella gravitan personajes perversos e inocentes, que odian o aman a ciegas.
Revista Viernes
Leyes para los más pequeños del hogar
La Constitución Política de la República de Guatemala es la ley suprema del país, porque en ella están reconocidos nuestros derechos; además, indica quiénes dentro del Estado de Guatemala deben colaborar para que se respeten los derechos.
Este libro está dedicado a los más pequeños y primero les explicará cuáles son los derechos y deberes de los connacionales; asimismo, los órganos encargados de apoyar al Estado para que se cumpla su legislación.
Los defensores de la Constitución acompañarán a lo largo del recorrido para que los menores comprendan de mejor manera lo que se les está explicando en un lenguaje amigable y redactado especialmente para ellos.