DEPORTES
Verstappen lidera los libres de Mónaco por delante de los Ferrari
Fotos: EFE
El neerlandés Max Verstappen (Red Bull), líder del campeonato y que aspira a ganar un tercer título seguido, fue el más rápido este viernes en los entrenamientos libres para el Gran Premio de Mónaco, el sexto del Mundial de Fórmula Uno, que se disputa en el circuito urbano de Montecarlo, donde los españoles Carlos Sainz (Ferrari) y Fernando Alonso (Aston Martin) firmaron el tercer y el cuarto crono, respectivamente.
En la mejor de las 30 vueltas que dio en el segundo entrenamiento en el que todos marcaron sus ciclos rápidos del día, con el neumático blando y en el que el mexicano Sergio Pérez (Red Bull) firmó el séptimo tiempo-, Verstappen cubrió los 3337 metros de la pista de las calles del principado de la Costa Azul en un minuto, 12 segundos y 462 milésimas, solo 65 menos que el monegasco Charles Leclerc (Ferrari). En una sesión que Sainz, que marcó el tercero -a 107 milésimas del que fue su primer compañero en la F1 (en 2015 y con Toro Rosso, actual Alpha Tauri)-, terminó antes de tiempo; al perder el control de su monoplaza en la zona de la piscina, provocando -a falta de 17- una interrupción, con bandera roja, de unos cinco minutos.
Alonso se inscribió cuarto en la tabla de tiempos. El doble campeón mundial asturiano, tercero en el certamen, a 44 puntos de Mad Max, se quedó a dos décimas del neerlandés en un entrenamiento en el que dio 31 vueltas y que acabó a 27 grados centígrados ambientales y a 42 en pista.
Checo, segundo en el Mundial, a 14 puntos de los 119 con los que lidera su compañero, marcó el séptimo tiempo del día, el que firmó en la segunda sesión, en la que repitió 29 veces el trazado al circuito que alberga la carrera más icónica del calendario.
El tercer y último entrenamiento libre se disputará este sábado, horas antes de la probablemente decisiva calificación, que ordenará la formación de salida de la carrera del domingo, prevista a 78 vueltas, para completar un recorrido de 280.2 kilómetros.
París, EFE.
La atleta Marie-José Perec y el judoca Teddy Riner encendieron el pebetero de los Juegos de París, que se elevó en globo desde el jardín de las Tullerías, como colofón a una ceremonia inaugural excepcional, pese a la lluvia.
Mientras la canadiense Céline Dion, reaparecida para la ocasión, cantaba de manera vibrante el Himno al Amor de Edith Piaf desde lo alto de la Torre Eiffel, el fuego olímpico tomó aire, luego de un último tramo del relevo memorable, en el que participaron Zinedine Zidane, Rafael Nadal y Nadia Comaneci, entre otras leyendas.
El pebetero es un anillo de siete metros, pendiente de un globo aerostático de 30 metros de diámetro situado en los jardines de las Tullerías.
Fue la última sorpresa de una secuencia memorable, historia viva del deporte y del olimpismo.
Zidane apareció en el Trocadero, avanzó con la antorcha por la pasarela entre gritos de Zizou, Zizou, y se aceró a un Nadal aparecido por arte de magia en el escenario ante el asombro de los asistentes.
El gran campeón español se dirigió hacia el río Sena, donde le esperaban en una barca la también tenista estadounidense Serena Williams, la gimnasta rumana Nadia Comaneci y el atleta norteamericano Carl Lewis. Veinticinco medallas olímpicas en un mismo bote.
Pero el homenaje al tenis no había terminado.
Cuando el barco llegó enfrente del Louvre, Amelie Mauresmo, plata olímpica en Atenas 2004, tomó la llama y corrió con ella hacia el museo. Allí se la pasó al exbaloncestista Tony Paker y juntos corrieron por la explanada emblemática en busca de tres deportistas paralímpicos: Nantenin Keita, Alexis Hanquinquant y Marie-Amélie Le Fur.
El grupo fue creciendo con nombres notables de la historia del deporte francés hasta que llegó a las manos de Perec y de Riner, dos triples campeones olímpicos.
Se acercaron al globo. El anillo de fuego prendió al instante. Desde la Torre Eiffel, Céline Dion inundó la noche de París con su voz.
París, EFE.
En una secuencia memorable, historia viva del deporte y del olimpismo, Zinedine Zidane, Rafael Nadal, Serena Williams, Nadia Comaneci y Carl Lewis se pasaron la antorcha olímpica camino del pebetero de los Juegos de París.
Entre gritos repetidos de Zizou, la leyenda del futbol francés apareció en el Trocadero, sede del final de la fiesta, y entregó el fuego sagrado del olimpismo a Nadal, quien avanzó hacia el río Sena y tomó allí una barca. En ella lo esperaban la tenista estadounidense Serena Williams, la gimnasta rumana Nadia Comaneci y el atleta norteamericano Carl Lewis.
La llama había llegado al Trocadero de la mano de un misterioso personaje encapuchado, al que desde el comienzo de la ceremonia se vio recorriendo París con la antorcha, por canales, calles, tejados y museos, a veces en directo, casi siempre en imágenes grabadas. El recorrido había empezado, también en video, de la mano de Zidane.
El campeón del mundo recuperó la llama y se la entregó al mejor tenista de la historia sobre la tierra parisina de Roland Garros, donde ha triunfado en 14 ocasiones.
El jugador español es también campeón olímpico en dos oportunidades, en 2008 en individual y en 2016 en dobles.
La delegación de Guatemala hace su aparición en la Ceremonia de Apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024.
Portando la bandera guatemalteca están Waleska Soto, destacada tiradora, y Kevin Cordón, experimentado jugador de bádminton.
