Comunícate con nosotros al 1590

COLUMNAS

Las Relaciones de sucesos, el germen del periodismo

Publicado

-

Escribía don Ramón María del Valle Inclán sobre la necesidad de descubrir“el arcano de las cosas que parecen vulgares y son maravillosas”. Esto le ocurrirá a quien contemple algunas piezas de la exposición instalada en la Biblioteca de la Universidad de Navarra que, con el título de Relaciones de sucesos. Información, propaganda y disciplina social en la imprenta manual, se puede visitar, diariamente, hasta el 10 de marzo. El que conoce algo del tema, disfrutará porque ampliará sus perspectivas sobre este, el más ajeno porque descubrirá todo un mundo en torno a unos impresos, a los que se prestó escasa atención hasta hace unas décadas.

Organizar una exposición requiere contar con unas piezas que hagan visible y didáctico el fin que se persigue. También, exige una persona lo suficientemente experta, capaz y preparada para hacer hablar a esas obras en unos determinados contextos, con un iter que proporcione las síntesis necesarias para que el visitante, se sienta interpelado, entienda, comprenda y aprenda con lo que tiene ante sus ojos. Ortega afirmaba que “sorprenderse y maravillarse es empezar a entender algo”.

Los magníficos impresos del fondo antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Navarra permitían esta muestra, con holgura. La organización y los textos que la explican, en sus diferentes apartados, han corrido a cargo del doblemente doctor Javier Ruiz Astiz, navarro y profesor actualmente en la Universidad de Coruña, que cuenta con un excelente currículum, especializado en Historia Social y Cultural de Navarra en los siglos XVI-XVII y XVIII, así como en todo lo que rodea a los impresores y libros de los siglos del Antiguo Régimen.

Los magníficos impresos del fondo antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Navarra permitían esta muestra, con holgura. 

Avezado y con mirada profunda y escrutadora -en el fondo y en la forma-, ha sabido presentar adecuadamente los impresos, dándoles el protagonismo que merecen, haciéndoles hablar. En la labor de preparación, fotografía y diseño ha contado con la ayuda de María Calonge, Inmaculada Pérez y Sara Satrústegui.

Aunque la visita se puede hacer virtualmente (https://www.unav.es/biblioteca/fondoantiguo/hufaexp41/), la contemplación in situ, es, sin duda, la mejor opción.

Relaciones de todo tipo de sucesos. En cinco grandes apartados se explica el contenido de la exposición, a saber: una aproximación a un género editorial singular, las características tipográficas y materiales, los fines y los temas, el contexto paneuropeo del fenómeno y el germen del periodismo. No falta un apartado bibliográfico, siempre necesario para el que quiera saber más, con los autores y títulos de referencia.

No resulta difícil imaginarse a quien supiese leer, en siglos pasados, dando satisfacción a amigos y familiares de cuanto se recogía en el tan singular género editorial, dando satisfacción a la curiosidad sobre sucesos de toda índole, sirviendo de entretenimiento y también para generar estados de opinión. Los temas variadísimos y para todos los gustos: fiestas, milagros, relatos moralizantes, sucesos extraordinarios, partos singulares, tormentas, catástrofes de todo tipo, terremotos, crecidas, plagas, batallas y viajes, junto a los grandes acontecimientos festivos de las cortes europeas y las canonizaciones de santos.

En el germen del periodismo. Aquellas relaciones de sucesos pervivieron hasta comienzos del siglo XIX como medio de transmisión de noticias. En el entramado informativo de aquellos impresos se juntaban autores, traductores, editores, impresores, libreros, ciegos y buhoneros.

El interés por todos aquellos impresos languideció y quedó superado por la consolidación de la prensa periódica, propiciada por la libertad de imprenta que fue ganando seguidores a lo largo del crispado siglo XIX, desde las Cortes de Cádiz a 1869. Conforme el liberalismo ganó terreno político y los periódicos se multiplicaron las relaciones se fueron arrinconando y restringiendo a aquellos sucesos más
populares, curiosos y divertidos.

Continuará…

Universidad de Navarra
Seguir leyendo

COLUMNAS

Así nació la imagen real del mundo (II)

Publicado

-

Ana Eva Fraile
Revista Nuestro Tiempo

Desde este puerto inicia su viaje Una tierra prometida y muestra, sobre fondo azul, los álbumes científicos e intelectuales del siglo XVIII. Entre ellos, los cuadernillos L’Anatomie y L’Astronomie de La Enciclopedia, de Diderot y D’Alembert, dos dimensiones que ilustran la ambición de la ciencia por desentrañar cualquier área de conocimiento.

Sus dibujos enriquecieron los compendios sobre cartografía, astronomía, geodesia y nuevas especies.

Con precisión científica trabajaron también los artistas que se embarcaban en las expediciones, numerosas en ese periodo, para levantar acta del horizonte conocido o de nuevas maravillas. Sus dibujos enriquecieron los compendios sobre cartografía, astronomía, geodesia y nuevas especies, especialmente a raíz de que Carl von Linneo publicara en 1735 Systema naturae, su innovadora propuesta taxonómica para los reinos vegetal, mineral y animal.

En sala se encuentran, por ejemplo, los grabados coloreados a mano de Plantae Selectae, obra de los botánicos Trew y Ehret (que había conocido a Linneo), los dibujos en acuarela incluidos en la enciclopedia Libros ilustrados para niños, los álbumes Plantae officinales de Nees von Esenbeck, que investigó las propiedades médicas de las plantas, las litografías de orquídeas de James Bateman o el trabajo Historia natural de los loros, a los que François Le Vaillant pintó en sus hábitats, un acercamiento novedoso a la realidad.

La siguiente escala en esta travesía traslada al visitante a tierras egipcias, adonde el general Napoleón Bonaparte se dirigió en 1798 con hambre de conquista. A los más de 40 mil soldados se unieron 167 savants, que conformaban la Comisión de Ciencias y Artes.

El cometido de estos ingenieros, científicos y artistas era llevar a cabo una investigación exhaustiva sobre el país. Incluso se fundó el Instituto de Egipto. Aunque la campaña militar fracasó, los miembros de ambas instituciones no regresaron a Francia hasta la capitulación del general Menou, en agosto de 1801.

Solo unos meses después, a principios de 1802, comenzó la aventura editorial.

Continuará…

Colaborador DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

La seducción del negacionismo climático

Publicado

-

Cristóbal Bellolio

Escuela de Gobierno

El Demoledor es una película de 1993 protagonizada por Silvester Stallone, que versa sobre una armónica distopía donde se castigan los garabatos, la dieta es comida molecular y las relaciones sexuales son virtuales. La única disidencia vive en las cloacas a punta de hamburguesas de ratas, y de cuando en cuando sale a la superficie para asestar golpes terroristas. Su líder es Edgar Friendly.

El credo de Edgar Friendly es sencillo: no está dispuesto a que le digan cómo son las cosas, le gusta decir lo que piensa, y elegir cómo carajo vivir su vida, incluso si se trata de estallar de colesterol. Quiere comer carne hasta hartarse, fumar un cigarro “del tamaño de Cincinnati”, y correr empelota leyendo una Playboy, únicamente porque puede. Los malos no son ellos, que hacen lo que pueden por sobrevivir. Los malos son los de arriba, los que imponen su tiranía frígida y bien portada, que abusan del poder y secuestran los beneficios del progreso.

La negación del consenso climático tiene antecedentes ideológicos, o identitarios.

Friendly es un populista libertario. Populista, porque piensa que la sociedad está dividida en dos: la elite atiborrada y el pueblo postergado. No ve posibilidad de acuerdo, solo de conflicto. Lo que viene de arriba es paquete sospechoso. Pero también es libertario: quiere que la autoridad retroceda de su espacio vital, que no amenace su estilo de vida, que no arrebate sus hábitos de consumo.

El populismo libertario que representa Edgar Friendly es uno de los principales obstáculos que hoy enfrenta la lucha contra el cambio climático. Mucha gente le echa la culpa a la industria de combustibles fósiles y su lobby descarado. Pero hay otros factores que trascienden el interés pecuniario.

La negación del consenso climático tiene antecedentes ideológicos, o identitarios. No todo populismo descree del consenso científico en la materia. Algún eco-populismo de izquierda habrá por ahí. No todos los movimientos plebeyos que resisten la agenda verde progresista, descreen de la realidad de la crisis climática. Algunos sencillamente no quieren pagar la cuenta del festín de economía carbonizada que se dieron otros.

Tampoco todo libertarianismo es negacionista. En principio, se puede aceptar la ciencia climática y discrepar de una política climática que implique ensanchar las atribuciones del estado. Más de alguno insistirá en soluciones privadas a los problemas públicos. Autores como Jason Brennan elaboran una justificación libertaria para la obligatoriedad de las vacunas. Del mismo modo, otros sostienen que la reducción de emisiones es un imperativo del principio de no-agresión.

Pero la combinación entre ambas vertientes ideológicas (el populismo libertario) combustiona un tipo distintivo de rechazo a la ciencia climática, que tiene un poder seductor en ascenso. De hecho, gran parte de los partidos de “derecha populista radical”, para utilizar la etiqueta de Cas Mudde, despliega esta narrativa: las elites buenistas y cosmopolitas que tienen sus necesidades materiales satisfechas, y pueden darse el lujo de posar de ciclistas veganos, le imponen al resto de la gente ordinaria una moralina verde tan paternalista como inviable: para moverse a la pega hay que echarle bencina al auto.

Adicionalmente, la sombra de las futuras restricciones toca la fibra de las clases medias y trabajadoras que se han partido el lomo por llegar aquí. Han hecho de sus hábitos de consumo contaminante un proxy de estatus. Y nada se defiende como el estatus. Mientras tanto, las Greta Thunbergs de este mundo amenazan con una distopía de brócolis y viajes de 35 horas en tren.

Aquí entra la seducción del discurso de Edgar Friendly. Su populismo libertario mata dos pájaros de un tiro: sospecho de la agenda climática porque (a) viene de las elites globalistas y (b) arrebata mis libertades.

Colaborador DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

Municipios al rescate de los SLEP

Publicado

-

Mauricio Bravo

Vicedecano de la Facultad de Educación

La implementación de los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) ha sido un tema recurrente en el debate público.

Desde su creación, esta política se propuso como una gran reforma educativa destinada a mejorar la calidad y equidad en la educación pública. Sin embargo, debido a errores de diseño o al poco tiempo transcurrido, no ha logrado superar a los municipios en varios indicadores claves, como asistencia, deserción, rotación docente y puntajes Simce.

Estos resultados ponen en entredicho la eficacia de una reforma que, a pesar de sus buenas intenciones, no parece estar alcanzando los objetivos esperados.

Una de las principales falencias identificadas es que no se consideraron las buenas prácticas preexistentes en algunos municipios. 

Una de las principales falencias identificadas es que no se consideraron las buenas prácticas preexistentes en algunos municipios. Las reformas educativas de gran envergadura siempre deben tomar en cuenta las prácticas efectivas ya implementadas.

De lo contrario, no solo se desaprovechan conocimientos y experiencias valiosas, sino que también puede llevar a una implementación que no se ajusta a las realidades específicas de cada comunidad educativa.

Por otra parte, el corto plazo de implementación de los SLEP ha sido insuficiente para evaluar y ajustar adecuadamente sus resultados: “Las incidencias de las políticas educativas son muy diversas y pueden tardar años, incluso generaciones, en hacerse completamente visibles” (OECD Education Policy Evaluation 236, año 2020). Por tanto, antes de seguir avanzando en la implementación de nuevos SLEP, debemos realizar una evaluación robusta que permita identificar sus fortalezas y oportunidades de mejora.

Por último, la suposición de que un sistema educativo uniforme es la solución óptima para fortalecer la educación pública es un error. La diversidad de sostenedores, acompañados de mecanismos efectivos de regulación y supervisión, permite que estos funcionen como un sistema coherente y ordenado.

Además, la diversidad institucional puede ofrecer una respuesta más ágil y adecuada a las diversas necesidades locales, promoviendo así una mayor equidad y eficacia en el sistema educativo.

Colaborador DCA
Seguir leyendo

Directorio

  • Dirección General: Carlos Morales Monzón
  • Coordinación General de Redacción: Miguel González Moraga
  • Coordinación de Información: Mario Antonio Ramos
  • Editores: Carlos Ajanel Soberanis, Jose Pelico, Erick Campos, Katheryn Ibarra y Max Pérez
  • Página Web: Isabel Juárez

©2024 Diario de Centro América - Todos los derechos reservados.