ARTES
Lady Gaga: 11 años de éxitos y un “millón de razones” para triunfar
Las listas de éxitos ya lo presagiaban hace 11 años con Just Dance, su primer sencillo y primer número uno de su carrera: el fenómeno Lady Gaga no era flor de un día. Más de una década en lo más alto ha demostrado el imponente talento de una artista completa: Stefani Joanne Angelina Germanotta.
Hace exactamente 11 años, una joven de 23 años ataviada con una larga peluca rubia, unas enormes gafas que cubrían prácticamente todo su rostro y un vestuario ciertamente peculiar se plantaba con su Just Dance en el número uno de los sencillos más vendidos del Reino Unido.
Una semana después lo haría también en la lista Billboard Hot 100 de Estados Unidos, provocando que medio mundo se preguntara quién era esa tal Lady Gaga y por qué no podían dejar de cantar y repetir en su mente, una y otra vez, aquello de Just dance, gonna be okay….
La fiebre Gaga se extendió de tal manera que también su primer disco, The Fame, se alzó con el número uno mundial en ese mismo mes de enero de 2009. Sencillo tras sencillo, la artista norteamericana ganaba adeptos, sus Little Monsters, una legión de fans creada a raíz del lanzamiento de su segundo disco de estudio, The Fame Monster.
Lo que pretendía ser una reedición de su primer álbum se convirtió en un disco en mayúsculas con ocho nuevas canciones. Un disco que mostraba “el lado oscuro de la fama”, según palabras de la artista. Entre esos nuevos temas, el que quizás más revolucionó el panorama musical fue Bad Romance.
En lo musical, Gaga era un tanque blindado que arrasaba todo a su paso. Así lo
haría también con su siguiente disco, Born
this way (2011), con el que la cantante explotaría su fama para mandar un
mensaje al mundo: “Acéptate tal como eres”. Fue aquí cuando comenzamos a
descubrir quién era realmente Lady Gaga y qué poder, no sólo como artista sino
también como ser humano, podía tener.
Debajo de todas esas pelucas, maquillaje y descaradas actitudes se escondía una
atormentada Joanne, un nombre real
que muchos sólo descubrirían tras su disco homónimo de 2016.
Una joven
con dificultad para asumir, por un lado, una fama desbordante y, por otro, las
secuelas psicológicas tras sufrir repetidos episodios de abusos sexuales cuando
tenía 19 años. Unos hechos que no conocimos hasta hace unos días cuando la
cantante abrió su corazón al mundo y, en concreto, a la presentadora Oprah
Winfrey en su recién estrenado programa de entrevistas 2020 Vision.
“De repente me convertí en una estrella, viajando por el mundo (…) Nunca me
enfrenté a ello y, de repente, comencé a experimentar este increíble dolor
intenso en todo mi cuerpo que imitaba la enfermedad que sentí después de ser
violada”, confesaba Gaga.
A medida que la fama de Gaga crecía, su “yo” interior se hacía cada vez más
pequeño e introvertido. Así lo reflejaba el misticismo de su siguiente álbum, Artpop (2013), en el que la neoyorquina
exploraba un mundo más surrealista basado en el arte, la fama y la sexualidad
como elementos que giraban en torno a un eje central, la astrología.
Solo volvería a poner los pies en la tierra al lanzar el que, hasta la fecha, es
su último álbum de estudio, Joanne
(2016). Es aquí donde, por fin, se descubre al ser humano tras el personaje.
Las gafas, las capas de maquillaje y el estrambótico vestuario dejan paso a una
artista de cara lavada que compone y canta acompañada de su guitarra. Con temas
como Joanne o Million reasons la cantante se metió de nuevo al público en el
bolsillo.
Una nueva Gaga se presentaba al mundo y se dejaba ver tal y como realmente es a
través de un documental Gaga: Five Foot
Two con el que la artista desvelaría detalles de la enfermedad crónica que
sufría, fibromialgia. Ese dolor que siempre la acompañó tenía nombre y,
finalmente, fue descubierto.
Llama la atención y, sin duda, resulta admirable la capacidad de esta artista
para sobrellevar ese dolor. Una artista completa que no solo ha triunfado en el
terreno musical sino que se ha ganado el respeto de la industria
cinematográfica con excelente actuaciones tanto en la serie American Horror Story: Hotel (2011) como
en A star is born (2018), con
nominaciones a Golden Globe y Oscar incluidos.
Sin embargo, el lustre de los reconocimientos y los premios (que son
innumerables) pasa a un segundo plano cuando son las canciones y las
interpretaciones las que brillan por sí mismas, como sin duda es el caso de la
artista de la última década: Lady Gaga.
*EFE
ARTES
Lista de ganadores de la 76 edición de los Emmy
EFE
‘Shogun’ se coronó este domingo como la mejor serie de drama en la 76 edición de los Emmy, mientras que ‘Hacks’ dio la sorpresa al vencer a ‘The Bear’ en la categoría de mejor serie de comedia y ‘Baby Reindeer’ triunfó como la mejor miniserie.
La ceremonia de entrega de los premios tuvo lugar el teatro Peacock de Los Ángeles y fue retransmitida por el canal estadounidense ABC.
Mejor serie de comedia
‘Hacks’
Mejor serie de drama
‘Shogun’
Mejor miniserie
‘Baby Reindeer’
Mejor actor en una serie de comedia
Jeremy Allen White (‘The Bear’)
Mejor actriz en una serie de comedia
Jean Smart (‘Hacks’)
Mejor actor en una serie de drama
Hiroyuki Sanada (‘Shogun’)
Mejor actriz en una serie de drama
Anna Sawai (‘Shogun’)
Mejor actor en una miniserie
Richard Gadd (‘Baby Reindeer’)
Mejor actriz en una miniserie
Jodie Foster (‘True Detective: Night Country’).
ARTES
La actriz Mirtha Ibarra, «muy contenta» con su próxima película, Neurótica Anónima
Raquel Martori
La actriz cubana Mirtha Ibarra se confiesa «realizada» y «muy contenta» con su próximo filme, Neurótica anónima, de la que es guionista y actriz protagonista dando vida a una mujer que sueña con ser intérprete en la gran pantalla y es víctima de la violencia machista.
Ibarra, uno de los rostros emblemáticos del cine cubano, explica en una entrevista a EFE que acaba de concluir el rodaje tras cinco semanas «muy intensas» y que ahora comienzan en México las labores de posproducción. El estreno está previsto para 2025.
El guión, cuenta, se basa en una obra de teatro que ella misma escribió hace algunos años. La dirección está a cargo del realizador y actor cubano Jorge Perugorría, a quien elogia por «la imaginación» que ha desplegado y la dirección de los actores.
Recuerda que ambos llevan décadas trabajando juntos. Ibarra ya había sido dirigida por Perugorría en Fátima y en Se vende, y los dos compartieron reparto en varias películas, entre las que destacan Fresa y Chocolate y Guantanamera.
Un personaje y dos temas
Su personaje en Neurótica anónima es «una acomodadora de cine que sueña con ser actriz y que siempre se va a ver reflejada en todas las películas que ve». «Se llama Iluminada porque le ilumina el camino a las personas en el cine», aunque «el de ella está bastante oscuro», explica.
Ese personaje es el hilo conductor de los temas principales que desarrolló en la pieza de teatro y ahora en el cine: el maltrato a la mujer y el rescate del cine como sala.
«Ha sido muy interesante la relación de mi personaje con su marido, que es de miedo y sumisión. Aunque no hay violencia física, le frustra la vida, la apabulla porque hay diversas maneras de dejar a las mujeres completamente desvalidas», subraya.
Ibarra aclara que no ha confrontado los problemas de su personaje, pero ve que «muchas de sus experiencias están reflejadas en Iluminada, como un ser viviente».
La violencia machista es un asunto «grave y por eso me interesó reflejarlo» subraya Ibarra, y hace referencia a los 61 casos de feminicidios juzgados en la isla el año pasado, un problema que «no es privativo de Cuba, porque está presente también en otros países de América Latina y Europa».
El otro tema puntual es el de las salas de cine que están en mal estado, y menciona el caso de algunas icónicas en Cuba que ha visto cerradas y en abandono.
De vuelta a sus proyectos
La actriz revela que está enfrascada en la escritura de un libro de memorias titulado Mi vida hasta cierto punto. «Casi se llamará como mi primera película (Hasta cierto punto, 1983) pues una cuenta su vida hasta cierto punto, porque nunca lo cuenta todo», señala con una sonrisa.
Además avanza que tiene otros guiones escritos y algún proyecto para filmar en España.
Ibarra destaca de entre su trayectoria la misma Hasta cierto punto y, por supuesto, Fresa y chocolate. Con las dos ganó varios premios internacionales.
«Con Hasta cierto punto empecé a conocer lo que es actuar en el cine, entendí el cine. Fresa y chocolate me abrió los caminos internacionalmente y marcó un hito en la sociedad cubana frente a la intolerancia hacia la homosexualidad. Me siento muy orgullosa porque creo que el matrimonio gay se lo debemos en gran parte», asegura.
En ambas actuó bajo la dirección del cineasta Tomás Gutiérrez Alea (Titón), reconocido como uno de los más importantes del cine cubano y latinoamericano y quien fue su esposo durante 23 años, hasta su muerte en 1996. Ella fue su actriz fetiche.
Tras actuar en una veintena de películas, sólo lamenta no haber podido interpretar a la religiosa y escritora mexicana Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695), a la que admira por ser «muy transgresora» en su época.
A sus 78 años, asegura que ha sido «una mujer que se ha realizado en la vida, que se propone metas y va por ellas hasta el final, eliminando obstáculos».
ARTES
Carlos Vives pone el vallenato en lo alto del Festival de Jazz de Mompox
EFE
El Festival de Jazz de Mompox, en el norte de Colombia, tuvo un énfasis vallenato en la noche del viernes con un concierto de Carlos Vives, que llenó la plaza con su música y energía.
Según el Instituto de Cultura y Turismo de Bolívar (Icultur), una de las entidades organizadoras del evento, unas 5.000 personas asistieron a la presentación para cantar a todo pulmón con el artista, que rememoró su carrera a través de videos y anécdotas.
La ilusión por recibir a Vives se respiraba desde el inicio del festival, que arrancó el pasado martes, y seguramente dejará una resaca emocional hasta el cierre de la cita musical, que será este sábado.
La calma habitual de Mompox, una localidad caribeña situada en uno de los brazos del río Magdalena, llena por estos días de turistas que disfrutan de su oferta gastronómica y de la artesanía de filigrana de oro y plata, se rompió la noche del viernes con las canciones de Vives, el artista que internacionalizó el vallenato.
El cantante, oriundo de Santa Marta, fue el cuarto artista de una noche que abrieron la contrabajista italiana Arabella Rústico y la agrupación ecuatoriana Jazz de Roots, que fueron calentando al público con puro jazz.
Sin embargo, cuando Carlos Vives subió al escenario todo era gritos y baile.
La música de acordeón no dejó que nadie permaneciera sentado durante las casi dos horas de concierto y la temperatura ambiente de 27 grados, aún con la noche ya avanzada, animaron al público hasta el final.
«Viva el vallenato», expresó el artista al ritmo del famoso «We will rock you» de la banda inglesa Queen, un saludo que fue coreado a una voz por su público, y agregó: «siempre volveré a Mompox», una localidad «muy importante» en la historia del país.
Además de interpretar algunas de sus canciones más recientes, Vives no dejó al público con las ganas de sus clásicos más internacionales y éxitos como ‘Volví a nacer’ o ‘La bicicleta’, lo que resultó en un concierto animado de principio a fin a ritmo de vallenato aunque el protagonismo del festival sea el del jazz.
El Festival de Jazz de Mompox, celebrado anualmente desde hace una década, se ha convertido en un motor adicional de la industria turística, la más fuerte de este municipio de unos 46.000 habitantes que inspiró a autores como Gabriel García Márquez y ha sido escenario de películas y novelas.