Comunícate con nosotros al 1590

COLUMNAS

Foro Económico Mundial 2023 (I)

Publicado

-

António Guterres

Secretario General de las Naciones Unidas

[email protected]

Necesitamos cooperación, pero nos enfrentamos a la fragmentación. No estoy aquí para endulzar la magnitud de este reto, ni el lamentable estado de nuestro mundo. No podemos hacer frente a los problemas, a menos que nos miremos directamente a los ojos. Estamos ante un huracán categoría 5. Nuestro mundo está asolado por una tormenta perfecta en varios frentes. Empecemos por el corto plazo, una crisis económica mundial.

El panorama, como todos sabemos, es sombrío. Muchas partes del mundo se enfrentan a una recesión y el mundo entero a una desaceleración. Vemos cómo se agudizan las desigualdades y se desarrolla rápidamente una crisis del coste de la vida que afecta sobre todo a las mujeres y las niñas. Además, hay interrupciones en la cadena de suministro y escasez de energía, los precios están al alza. Hay subida de las tasas de interés, junto con la inflación. Y los niveles de deuda golpean a los países vulnerables. A todo esto, hay que añadir los efectos persistentes de la pandemia.

El Covid-19 sigue poniendo a prueba las economías y la incapacidad del mundo para prepararse para futuras pandemias, poniendo a prueba nuestra credibilidad. De alguna manera (después de todo lo que hemos sobrellevado) no hemos aprendido las lecciones de salud pública mundial de la pandemia. No estamos ni remotamente preparados para las pandemias venideras. Hay que añadir otro reto importante y, de hecho, existencial. Estamos seduciendo al desastre climático. Cada semana aparece una nueva historia de horror climático.

El dilema del mundo actual.

Las emisiones de gases de efecto invernadero están en niveles récord y siguen creciendo. El compromiso de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados está a punto de esfumarse. Sin medidas concretas, nos dirigimos a un aumento de 2.8 grados. Las consecuencias, como todos sabemos, serían devastadoras. Varias partes de nuestro planeta serían inhabitables. Y para muchos, significaría una sentencia de muerte. 

Pero esto no es una sorpresa. La ciencia lo ha advertido desde hace décadas. Y no hablo solo sobre las y los científicos de la ONU, sino de las y los científicos de los combustibles fósiles. La semana pasada supimos que algunos productores de combustibles fósiles ya en los años setenta estaban conscientes de que su principal producto estaba calentando nuestro planeta. Y al igual que la industria tabaquera, pasaron por encima de su propia ciencia. Algunos en el ámbito del Big Oil vendieron la gran mentira.

Y al igual que la industria tabacalera, los responsables deben rendir cuentas. Hoy en día, los productores de combustibles fósiles y quienes los apoyan siguen corriendo para aumentar la producción, sabiendo muy bien que este modelo de negocio es incompatible con la supervivencia humana. Pareciera que esta locura pertenece a la ciencia ficción, pero sabemos que el colapso del ecosistema es un frío y duro hecho científico.

Añádase a este cóctel nocivo otro ingrediente: el conflicto, la violencia, la guerra. Especialmente la invasión rusa a Ucrania, no solo por el inmenso sufrimiento del pueblo ucraniano, sino por sus profundas implicaciones globales, en los precios mundiales de los alimentos y la energía, en el comercio y las cadenas de suministro, en cuestiones de seguridad nuclear.

Sobre los fundamentos mismos del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas. Estamos haciendo todo lo posible por avanzar en lo que podemos, sobre todo en facilitar las exportaciones de alimentos y fertilizantes desde Ucrania y también desde Rusia.  Estamos lejos de los mejores tiempos y el mundo está lejos de estar unido. Por el contrario, nos enfrentamos a los niveles más graves de división geopolítica y desconfianza en generaciones, y esto lo está socavando todo. En primer lugar, la división Este-Oeste. Corremos el riesgo de lo que he denominado la Gran Fractura: la disociación de las dos mayores economías del mundo.


                                   Continuará…

Colaborador DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

Los retos de la actividad cultural en Guatemala

Publicado

-

Luis Rodrigo Carrillo Flores

Viceministro de Cultura

[email protected]

Guatemala es un país rico en diversidad cultural e historia, resultado de la fusión de las tradiciones indígenas mayas y la influencia colonial española. Sin embargo, a pesar de esta riqueza, la actividad del arte y la cultura en Guatemala enfrenta diversos retos para mantener la preservación de su patrimonio y el desarrollo de nuestra identidad. 

Uno de los principales retos es la pobreza que afecta a más del 50%  de la población guatemalteca, según datos del Banco Mundial. Esta realidad limita el acceso de muchas comunidades a actividades artísticas y culturales, desviando la atención y los recursos hacia la satisfacción de necesidades básicas como la alimentación, la salud y la educación, lo que a su vez implica que muchas iniciativas queden desatendidas, ya que las comunidades no pueden priorizar actividades que no sean de supervivencia
inmediata.

La falta de inversión en el sector cultural también es un desafío significativo. A menudo, los gobiernos han priorizado otras áreas de desarrollo, dejando al arte y la cultura en un segundo plano. Esto se traduce en falta de infraestructura adecuada, como museos, teatros y espacios públicos. 

Abordar estos desafíos requiere un esfuerzo conjunto.

De esa cuenta, a nivel del Viceministerio de Cultura estamos convencidos que el apoyo gubernamental es vital para el fomento y desarrollo del quehacer cultural, y para que las iniciativas prosperen y lleguen a todo el país.

La globalización representa otro reto importante. Si bien la globalización puede facilitar el acceso a nuevas ideas y formas de expresión, también puede llevar a la homogeneización cultural, donde las tradiciones y prácticas locales son opacadas por influencias externas. 

En Guatemala, esto es visible con el auge de la cultura pop global, que a menudo eclipsa las manifestaciones artísticas locales. La necesidad de promover y preservar la cultura guatemalteca ante esta tendencia es crucial, no solo para mantener la identidad nacional, sino también para fomentar el orgullo artístico-cultural.

Finalmente, el acceso a la educación cultural es fundamental para el desarrollo de una conciencia crítica y apreciativa entre la población. La educación formal en Guatemala enfrenta retos significativos, como la deserción escolar y la calidad de la enseñanza, factores en los cuales se está trabajando. 

Sin una educación que fomente el conocimiento y la apreciación por las diversas formas de arte y cultura, será difícil construir un público que valore y participe activamente en la vida cultural del país. Por eso implementar programas educativos que integren arte y cultura guatemalteca en el currículo escolar y promuevan la participación de los jóvenes en actividades artísticas son vitales.

Abordar estos desafíos requiere un esfuerzo conjunto entre el gobierno, las comunidades y las organizaciones culturales para garantizar que la riqueza de Guatemala no solo se preserve, sino que también se celebre y se comparta con el mundo.

Las políticas constituyen uno de los escenarios estratégicos en materia de decisión pública sobre la identidad, las artes, los valores y el patrimonio tangible e intangible de nuestro país, de tal manera que desde nuestro viceministerio estamos haciendo no solo el trabajo necesario, sino también las proyecciones para que las políticas públicas sean sostenibles en el tiempo.

Colaborador DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

El miedo y la ira vencen a la razón

Publicado

-

Patricia Letona D.  Innovación y Relacionamiento Estratégico

[email protected] 

¿Es posible combatir las mentiras con la verdad en un mundo donde las noticias falsas y la desinformación nos rodean? La respuesta es sí, pero va más allá de simplemente exponer hechos. Requiere una estrategia de comunicación que conecte emocionalmente, repita el mensaje y provenga de fuentes creíbles.

Peter Pomerantsev, reconocido experto en propaganda y desinformación, en su libro How to Win an Information War, cuenta la historia de Sefton Delmer, el propagandista británico que, con juegos psicológicos y distintas estrategias, usó la propaganda Nazi durante la II Guerra Mundial para ayudar a los aliados a ganar y desmoralizar a las tropas alemanas. En su obra explora cómo la desinformación se ha transformado en un arma poderosa en el escenario global. 

Las campañas de influencia se dirigen a las emociones.

La democracia está en juego, ya que la desinformación socava la confianza en los líderes, las instituciones y el proceso político. Según Pomerantsev, la guerra de la información no se limita a la difusión intencional de mentiras.  

Hoy día, las tácticas para manipular a la opinión pública incluyen la creación de cuentas falsas en redes sociales y la infiltración de medios de comunicación con objetivos oscuros. Para enfrentar esta amenaza, se necesita la cooperación de gobiernos, empresas tecnológicas y la sociedad civil.

La próxima semana, la Asamblea General de la ONU acogerá la “Cumbre del Futuro”, donde, según anunciaron, abordarán los desequilibrios del mundo digital. La desinformación es uno de los mayores peligros que enfrenta nuestra sociedad, aunque queda por ver si será tratada a fondo en este foro.

La velocidad con la que se difunden las mentiras supera a la de la verificación. Incluso los medios tradicionales, a pesar de su credibilidad, son vulnerables a la manipulación. Por ello, la alfabetización mediática es clave para que los ciudadanos distingan entre verdad y mentira. En contextos como emergencias sanitarias, desastres naturales o conflictos bélicos, esta habilidad puede ser literalmente una cuestión de vida o muerte.

Las campañas de influencia se dirigen a las emociones, como el miedo, la ira o el resentimiento, siendo una táctica efectiva para manipular la opinión pública. Las redes sociales son el principal campo de batalla, amplificando el alcance de la desinformación y polarizando a la sociedad.

La desinformación es un arma estratégica de largo alcance. La repetición constante de una mentira, por obvia que sea, puede impactar en las masas, influyendo en el entorno político y social.

Pomerantsev ofrece lecciones valiosas sobre las guerras de influencia actuales. La verdad por sí sola no es suficiente para combatir la desinformación; las mentiras bien estructuradas y repetidas pueden tener mayor impacto. Además, las narrativas emocionales son más poderosas que los hechos fríos, lo que hace que las campañas de propaganda manipulen las emociones para lograr sus objetivos.

La gente rechaza los hechos que no quiere escuchar, por lo que controlar la narrativa es esencial en cualquier guerra de información. Quien controla el mensaje público controla, en gran parte, la percepción de la realidad. Las mentiras se vuelven más creíbles cuando se alinean con prejuicios preexistentes o cuando falta pensamiento crítico. Incluso desmentidas, sus efectos perduran, alterando la memoria colectiva y debilitando la confianza pública.

Cuando la percepción se convierte en realidad recordamos la frase de Gabriel García Márquez: “La vida no es la que uno vivió, sino la que recuerda y cómo la recuerda para contarla”.

Colaborador DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

Realcemos el Derecho a la Lengua de Señas en Guatemala

Publicado

-

Unidad de Comunicación y Relaciones Públicas
CONADI, Guatemala.

La Lengua de Señas Guatemalteca (Lensegua), es el principal vehículo de comunicación para la comunidad sorda en Guatemala. Es un derecho humano fundamental que garantiza a las personas sordas su plena participación en la sociedad. 

Sin embargo, el reconocimiento y la accesibilidad plena de esta lengua siguen siendo un reto dentro del contexto actual de derechos para personas con discapacidad.  

A pesar de los avances normativos, como la Ley de Atención a las Personas con Discapacidad (Decreto 135-96), la inclusión efectiva de las personas sordas aún enfrenta barreras significativas. 

El respeto a la Lensegua contribuye a una sociedad más equitativa e inclusiva.

En Guatemala, la comunidad sorda sigue luchando para que la Lensegua, sea vista no solo como una herramienta de comunicación, sino como un derecho humano fundamental, a pesar de la ratificada por Guatemala en el marco de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD); que exige el respeto y la promoción de las lenguas de señas en todos los ámbitos de la vida de una persona sorda.

La coyuntura actual refleja un esfuerzo creciente de diversas organizaciones, como la Unidad de Lengua de Señas de CONADI y colectivos de personas sordas, para que la Lensegua, sea reconocida oficialmente, abogando por el establecimiento de políticas públicas más inclusivas, que no solo apoyen a las personas sordas en su acceso a la educación bilingüe (español y Lensegua), sino que también promuevan el aprendizaje de este idioma, la capacitación de intérpretes y el uso de la lengua de señas en los medios de comunicación, la justicia y la salud entre otros.

En Guatemala se establece el 23 de septiembre como el Día Nacional de la Lengua de Señas en Guatemala; considerado como un paso significativo hacia la visibilización y el respeto de los derechos lingüísticos de la comunidad sorda en el país; siendo clave para fortalecer la lucha por la inclusión y la accesibilidad, subrayando que la Lengua de Señas es un derecho humano. 

Este día sirve no solo para celebrar la cultura y la identidad de la comunidad sorda, sino también para concienciar a la sociedad sobre la importancia de la inclusión lingüística y la eliminación de barreras de comunicación.

La comunidad sorda hace un llamado a la inclusión plena, trabajando bajo un enfoque intersectorial que involucre a instituciones gubernamentales, organizaciones no gubernamentales, y a la sociedad en general, para realzar el derecho a la Lensegua, fomentandosu uso no solo entre la comunidad sorda, sino también entre los oyentes, promoviendo una sociedad más inclusiva y respetuosa de la diversidad lingüística.

Colaborador DCA
Seguir leyendo

Directorio

  • Dirección General: Carlos Morales Monzón
  • Coordinación General de Redacción: Miguel González Moraga
  • Coordinación de Información: Mario Antonio Ramos
  • Editores: Carlos Ajanel Soberanis, Jose Pelico, Erick Campos, Katheryn Ibarra y Max Pérez
  • Página Web: Magaly Alvarado

©2024 Diario de Centro América - Todos los derechos reservados.