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COLUMNAS

El mito de Dubois

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Gonzalo Andrés Serrano

Facultad de Artes Liberales

Recientemente se celebró una nueva jornada del Día del Patrimonio y esta congregó, nuevamente, a un gran número de personas ávidas de explorar nuevos espacios e historias. La alegría inicial que sentí por este interés se transformó en curiosidad al descubrir que en el Parque Cultural de Valparaíso se realizaba una representación sobre el francés Emile Dubois, el primer asesino en serie de nuestro país. Dubois fue fusilado en ese lugar en 1907, cuando aún funcionaba como cárcel. En esta ocasión, sin embargo, se lo presentaba como un Robin Hood porteño.

La analogía surge a partir del mito de que ambos personajes robaban a los más ricos en defensa de los pobres. El argumento es bastante infantil. Si hay un ladrón que prefiere robarles a los pobres que a los ricos, debería ser condenado más por tonto que por ratero, porque lo lógico es quitarle a quien tiene algo y no a quien posee poco.

Dubois fue fusilado en ese lugar en 1907, cuando aún funcionaba como cárcel.

El mito de Dubois (su verdadero nombre era Louis-Amédée Brihier Lacroix) surge a partir de un par de pseudohistoriadores que, como decía Gabriel García Márquez, prefieren contar la historia como la recuerdan y no como realmente fue. Jorge Baradit contribuyó fervorosamente a esta leyenda a través de su programa de televisión sobre Historia Secreta de Chile, dando espacio a un par de apasionados de esta historia, mas no de la verdad.

Uno de sus entrevistados hizo una conexión tan desopilante que merece ser mencionada: Dubois habría sido un espía francés encargado de defender los intereses de su país en la disputa por el control de lo que luego sería el canal de Panamá. En lo que se refiere a Robin Hood, lo divertido de esta analogía es que la principal característica que se le atribuía al personaje de la leyenda era que robaba a los ricos para entregar sus pertenencias a los pobres.

En el caso del francés, en cambio, el haberse quedado con las prendas de sus víctimas y no haberlas repartido fue lo que lo terminó incriminando. Es más, eso de que robaba a ricos usureros se cae en el momento en que Dubois fue detenido in fraganti cuando intentaba robar a un dentista, Carlos Davies, en el centro de la ciudad, más específicamente, en la oficina que Davis tenía frente a la plaza Aníbal Pinto. Dubois no solo era un ladrón y asesino, sino que además fue acusado por su pareja, la colombiana Úrsula Morales, por malos tratos, de haberle robado a ella y de haberse tenido que emplear en el servicio doméstico para poder escapar de él.

Si hay algo cierto en toda esta historia es que los crímenes de Dubois fueron motivo de una gran atención por parte del público y por eso fueron atendidos profusamente por la prensa de forma atípica. ¿Por qué se transformó en un objeto de culto? Es difícil saberlo, pero desde el inicio, el hecho de que el ladrón y criminal no fuera un hombre del pueblo, sino un europeo bien vestido y con buena pinta rompió los esquemas de lo que tradicionalmente era un juicio. 

Colaborador DCA
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COLUMNAS

La ética de hacer ética en Qatar (I)

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Sofía Salas Ibarra
Profesora Titular, Centro de Bioética, Facultad de Medicina

Escribo esta columna desde Doha, Qatar, donde me encuentro participando como la única representante de Chile, en el 17o.

Congreso Mundial de Bioética, cuyo foco es Religión, Cultura y Bioética Global. Desde el momento en que se anunció que Qatar era el país elegido para realizar este evento, se levantaron voces de bioeticistas de distintos lugares cuestionando que se haya elegido un país musulmán como anfitrión, por considerar que se estaba avalando una cultura que no promueve los derechos humanos, especialmente el de las mujeres.

Esta protesta quedó plasmada en revistas de circulación internacional.

Esta protesta quedó plasmada en revistas de circulación internacional y destacadas académicas europeas y norteamericanas decidieron no asistir, llamando a boicotear el evento.

¿Tienen razón en su reclamo? A primera vista, uno diría que sí, puesto que la asistencia a este evento podría dar la impresión de que se está de acuerdo con las violaciones a los derechos humanos que ocurren en estos países.

A modo de ejemplo, en Qatar está penalizada la homosexualidad; los derechos y libertades de las mujeres parecen supeditados a los de sus maridos y, durante la preparación del mundial de futbol las condiciones laborales, especialmente de trabajadores extranjeros, habrían sido deplorables.

Otros, en cambio, consideramos que para promover espacios de mayor desarrollo, es importante estar acá, sobre todo considerando la temática del congreso. Un encuentro de bioeticistas no puede desconocer que se espera un incremento de la población musulmana de 1 mil 500 millones en 2010 a
2 mil 200 millones en 2030, llegando así a alrededor de un 25 por ciento de la población mundial.

Las causas son variadas (migraciones, alta natalidad, aumento en la calidad de vida y disminución de la mortalidad infantil, entre otras explicaciones), pero será la religión que mayor crecimiento tendrá en los próximos años.

En la discusión bioética, ninguna voz debiese ser silenciada, puesto que la bioética es un campo inclusivo, donde todas las voces importan.

Continuará…

Colaborador DCA
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COLUMNAS

Navarros que dejaron huella (IV)

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Ana Zabalza 

Profesora de Historia Moderna

Puesto que los procuradores se alojaron en la ciudad durante esos tres meses, cabe pensar que para entonces la ciudad disponía de casas acordes a la condición de los representantes de los tres estados, en particular de los nobles.

En el curso de esta asamblea un pequeño pero significativo detalle es que, cuando se fue a gratificar a quienes habían revisado las cuentas presentadas por el depositario, se les pagó con “sendas arrobas de cacao”. Corella había entrado en las rutas del comercio internacional.

Agustín de Sesma en la “hora navarra” del XVIII. En la segunda mitad del siglo XVII la dinámica Corella ofrecía el entorno adecuado para que se desarrollaran trayectorias como las de Agustín de Sesma y Sierra (1664-1738), ejemplo destacado pero no único de lo que podía obtenerse de estas circunstancias cuando eran bien aprovechadas.

No hay duda de que la guerra de Sucesión, iniciada en 1701, significó una oportunidad única que supieron aprovechar.

Oriundo por vía paterna de Cintruénigo, su familia materna procedía de Soria, tierra con la que las relaciones eran intensas pues una de las principales actividades de la ciudad era el comercio de lana fina que, comprada en Castilla, era enviada a los mercados del norte de Europa a través del puerto de Bayona. 

Ya en la generación anterior el padre de Agustín y sus tíos habían compaginado el comercio con el arrendamiento de rentas como el tabaco y la pólvora, dando muestras de un espíritu emprendedor que sin duda transmitieron a Agustín. Quizá su padre, Gaudioso de Sesma, proyectó concentrar la herencia en este hijo, pues todos los hermanos de Agustín siguieron la carrera eclesiástica. 

Si fue así, debió de recibir un buen patrimonio, pero con su trabajo conseguiría acrecentarlo de manera muy significativa; para ello se sirvió tanto de sus buenas cualidades como de lo que se ha llamado capital relacional: sus contactos con personas muy bien situadas, que proyectaron sus negocios a una nueva escala.

De entre estos contactos cabe destacar el que mantuvo con otro navarro, el baztanés Juan de Goyeneche. Se llevaban ocho años, pues Goyeneche había nacido en 1656; su biografía es bien conocida: prosperó en los negocios en el Madrid de Carlos II, amasando una fortuna y empleando a su servicio a parientes y vecinos.

No se sabe en qué momento entró en contacto con Sesma, pero no hay duda de que la guerra de Sucesión iniciada en 1701 significó una oportunidad única que supieron aprovechar. Leales a Felipe V, quien había sido ya proclamado rey, frente a su adversario, el archiduque Carlos, sostuvieron al monarca Borbón a lo largo de una prolongada contienda para la que se necesitaba ante todo dinero para pagar y proveer a las tropas.

Varios datos nos permiten deducir que en los primeros años del XVIII Sesma destacaba por su posición y fortuna: casado en 1691 con Josefa Escudero Ruiz de Murillo, hija de una destacada familia de la ciudad, en 1705 fundó junto con ella un mayorazgo, “hallándonos favorecidos de la Majestad divina con diferentes bienes, así adquiridos por herencias y mandas de nuestros padres y señores como gananciales durante nuestro matrimonio”, a fin de conservar el lustre de sus armas y apellidos. Al probar la nobleza de sus cuatro apellidos abrían la puerta a sus hijos para ingresar en instituciones que exigían este requisito. 

De esas fechas data la construcción del espléndido edificio conocido hoy en Corella como Casa de las Cadenas, un verdadero palacio valorado en 8 mil ducados.

La prueba definitiva de que Sesma se movía en el círculo de Goyeneche es que en 1710 casó a la mayor de sus hijas, Isabel, que apenas tenía 14 años, con José Antonio Flon y Zurbarán, hijo de Bartolomé Flon, hombre de negocios de origen flamenco que fue, junto con Goyeneche, seguramente el principal financiero que apoyó la causa de Felipe V.

Al año siguiente, en 1711, el mismo monarca vivió varios meses en Corella, en la casa recién construida por Sesma, la mejor de la ciudad. 

  Continuará… 

Colaborador DCA
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COLUMNAS

La vida como movimiento circular (I)

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Felipe Santos

@ultimoremolino

Revista Nuestro Tiempo

Concebidas por separado, las tres piezas no guardan una relación directa, pero contempladas una detrás de otra adivinamos una sucesión de etapas vitales en el viaje de cualquier ser humano por la existencia.

Noetic vendría a representar el estadio anterior a la vida, una idea en potencia que florece en la formación del intelecto, aquello que nos separa del resto de los animales, y que esconde esas secretas combinaciones neuronales, como ocurre con la misteriosa geometría que se puede descubrir en el seno de un copo de nieve.

Las coreografías de Sidi Larbi Cherkaoui se caracterizan por una multiplicidad de fuentes.

La evolución se encargará luego de estirar hasta el infinito todas esas posibilidades.  A continuación, Faun explora el encuentro iniciático del mito entre el fauno y la ninfa, la fragua del amor como atracción mutua y viaje compartido.

Boléro será el último baile, la danza macabra que busca poner algo parecido a un punto final a todo el relato anterior. La célebre música de Ravel, sin embargo, podría continuar hasta el infinito en sus variaciones, reverberándose en un movimiento circular sobre sí misma. Pero en las partituras, como ocurre en la vida, todo termina por detenerse.

Las coreografías de Sidi Larbi Cherkaoui se caracterizan por una multiplicidad de fuentes, muchas veces inconexas, pero que adquieren sentido en la yuxtaposición constante de códigos vinculados en su esencia.

Desde la huella de la tradición en la que pueden reconocerse a coreógrafas como Pina Bausch, Sasha Waltz o Anne Teresa de Keersmaeker hasta las influencias orientales como la danza japonesa o los derviches turcos. Hay algo de desigual en la sucesión de esas etapas, ya que Noetic se extiende hasta la mitad del espectáculo, mientras que las otras dos ocupan la otra mitad.

El lenguaje utilizado está también desdoblado. En la primera pieza nos encontramos a veintidós bailarines componiendo movimientos geométricos en un escenario minimalista en forma de cubo y colores a medio camino entre cremas y grises sobre un fondo blanco. 

                  Continuará… 

Colaborador DCA
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