Sus decisiones se basan en el derecho y en el conocimiento del lenguaje.

El magistrado es un miembro del sistema jurídico que desempeña funciones esenciales para el sostenimiento del orden y la cohesión social.

La Corte Suprema de Justicia, mediante Acuerdo 13, de 2015,  acordó declarar el 3 de marzo de cada año como el Día del Magistrado o Magistrada.

En la siguiente entrevista, Ronny Patricio Aguilar Gutiérrez, abogado y notario de la Universidad de San Carlos, quien ejerció una magistratura en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo,  se refiere a la importancia de las funciones que desempeñan los citados operadores de Justicia.

¿Qué es un magistrado?

Hay que tener en cuenta que el sistema jurídico es un componente esencial del Estado. De acuerdo con la Constitución Política de la República, corresponde al Organismo Judicial la potestad exclusiva de juzgar y promover la ejecución de lo juzgado. Esa potestad, esa función la ejercen los jueces en un primer nivel, y los magistrados en un segundo nivel, que es la segunda instancia. Hay magistrados en el área penal y en el área civil. También en el área del trabajo hay magistrados en tribunales de igual categoría como el de Cuentas y el de lo Contencioso Administrativo.

¿Puede decirse que el magistrado es un juez de un nivel más alto?

Sí. El magistrado interviene a petición de una de las partes, cuando los resultados obtenidos en la primera instancia la dejan insatisfecha.

¿Cuáles son las cualidades que debe tener un magistrado?

Tiene que tener preparación en el ramo que se desempeñen y ser justos e imparciales. Pero, fundamentalmente, tiene que tener una capacidad muy alta de razonamiento, para fundamentar sus decisiones. Eso implica un conocimiento y un ejercicio muy competente del derecho y de la lógica. También supone un conocimiento profundo no solo de la terminología especial del derecho, sino de la gramática del español.

¿Está el magistrado expuesto a los vaivenes de la política?

Sí. Porque el magistrado es elegido por el Congreso de la República, el cual es esencialmente una institución política. La política es el arte y la ciencia de conducir el Estado. Pero lo que es inadmisible es que el magistrado se involucre en lo que llamamos “politiquería”, que es una deformación de la política como ciencia.

Adolfo Blanco Fotógrafo: Gabriel Herrera