DEPORTES
Chumil conquista la Ciudad de las Gardenias
Rosero sigue de amarillo cuando llega la montaña.
La Antigua Guatemala despidió ayer a la caravana multicolor, que en su cuarta etapa se dirigió hacia Coatepeque, en un recorrido de 196 kilómetros, el segundo más largo de la edición 62 de la Vuelta a
nuestro país.
Ante las calles empedradas, barriletes de colores, el emblemático Arco por un lado y el imponente volcán de Agua por el otro, los pedalistas montaron sus caballos de acero y recorrieron las principales calles de Santiago de los Caballeros, luego de pasar por la Capitanía General, el Palacio Municipal y la Catedral.
Una vez en la carretera (RN-14) se dio el banderazo oficial y comenzaron los primeros ataques. Aunque la primera fuga fue protagonizada por 9 corredores, pronto se desbarató y quedaron 3 al frente, que empezaron a hacerse de los puntos de las metas volantes: el chileno Pablo Alarcón, el costarricense Sebastián Brenes y el nacional Henry Sam.
Sin embargo, se quedaron sin gas y para el último punto montañoso pasaron adelante el mexicano Heiner Rodrigo Parra y el chapín Esdras Morales, quienes se acreditaron las principales unidades de la segunda categoría.
Aun así, el pelotón, con el trabajo de la Selección de Ecuador y el Movistar-Best PC en conjunto, se las arregló para darles alcance y hacer un cierre al embalaje en la Ciudad de las Gardenias, para mantener a Nixon Rosero al frente de la general.
Sergio Chumil hizo valer su conocimiento del terreno y luego de una vuelta cerrada, a falta de 100 metros para la meta, sacó la casta y levantó los brazos en señal de victoria, después de que la primera fecha se convirtió en una pesadilla para el Hino-One-La Red-Suzuki.
“Lamentablemente nos dormimos el primer día, pues dejamos ir esa fuga; sin embargo, tenemos ahí metido a nuestro compañero Edgar Torres, por quien seguiremos peleando esta carrera”, expuso Chumil.
“Estoy contento y agradecido por ganar mi primera etapa de una Vuelta a Guatemala. Se la dedico a toda la afición y a los miembros del equipo. Espero que con esto se abran las puertas para lograr más triunfos”, enfatizó el atleta, quien se preparó en España.
Hoy comienza el ascenso con el trazado de 91.5 kilómetros, desde Catarina hasta San Rafael Pie de la Cuesta, todo en San Marcos.
París, EFE.
La atleta Marie-José Perec y el judoca Teddy Riner encendieron el pebetero de los Juegos de París, que se elevó en globo desde el jardín de las Tullerías, como colofón a una ceremonia inaugural excepcional, pese a la lluvia.
Mientras la canadiense Céline Dion, reaparecida para la ocasión, cantaba de manera vibrante el Himno al Amor de Edith Piaf desde lo alto de la Torre Eiffel, el fuego olímpico tomó aire, luego de un último tramo del relevo memorable, en el que participaron Zinedine Zidane, Rafael Nadal y Nadia Comaneci, entre otras leyendas.
El pebetero es un anillo de siete metros, pendiente de un globo aerostático de 30 metros de diámetro situado en los jardines de las Tullerías.
Fue la última sorpresa de una secuencia memorable, historia viva del deporte y del olimpismo.
Zidane apareció en el Trocadero, avanzó con la antorcha por la pasarela entre gritos de Zizou, Zizou, y se aceró a un Nadal aparecido por arte de magia en el escenario ante el asombro de los asistentes.
El gran campeón español se dirigió hacia el río Sena, donde le esperaban en una barca la también tenista estadounidense Serena Williams, la gimnasta rumana Nadia Comaneci y el atleta norteamericano Carl Lewis. Veinticinco medallas olímpicas en un mismo bote.
Pero el homenaje al tenis no había terminado.
Cuando el barco llegó enfrente del Louvre, Amelie Mauresmo, plata olímpica en Atenas 2004, tomó la llama y corrió con ella hacia el museo. Allí se la pasó al exbaloncestista Tony Paker y juntos corrieron por la explanada emblemática en busca de tres deportistas paralímpicos: Nantenin Keita, Alexis Hanquinquant y Marie-Amélie Le Fur.
El grupo fue creciendo con nombres notables de la historia del deporte francés hasta que llegó a las manos de Perec y de Riner, dos triples campeones olímpicos.
Se acercaron al globo. El anillo de fuego prendió al instante. Desde la Torre Eiffel, Céline Dion inundó la noche de París con su voz.
París, EFE.
En una secuencia memorable, historia viva del deporte y del olimpismo, Zinedine Zidane, Rafael Nadal, Serena Williams, Nadia Comaneci y Carl Lewis se pasaron la antorcha olímpica camino del pebetero de los Juegos de París.
Entre gritos repetidos de Zizou, la leyenda del futbol francés apareció en el Trocadero, sede del final de la fiesta, y entregó el fuego sagrado del olimpismo a Nadal, quien avanzó hacia el río Sena y tomó allí una barca. En ella lo esperaban la tenista estadounidense Serena Williams, la gimnasta rumana Nadia Comaneci y el atleta norteamericano Carl Lewis.
La llama había llegado al Trocadero de la mano de un misterioso personaje encapuchado, al que desde el comienzo de la ceremonia se vio recorriendo París con la antorcha, por canales, calles, tejados y museos, a veces en directo, casi siempre en imágenes grabadas. El recorrido había empezado, también en video, de la mano de Zidane.
El campeón del mundo recuperó la llama y se la entregó al mejor tenista de la historia sobre la tierra parisina de Roland Garros, donde ha triunfado en 14 ocasiones.
El jugador español es también campeón olímpico en dos oportunidades, en 2008 en individual y en 2016 en dobles.
La delegación de Guatemala hace su aparición en la Ceremonia de Apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024.
Portando la bandera guatemalteca están Waleska Soto, destacada tiradora, y Kevin Cordón, experimentado jugador de bádminton.
