Comunícate con nosotros al 1590

COLUMNAS

Ambición climática

Publicado

-

António Guterres
Secretario General de las Naciones Unidas
[email protected]

Estamos a unos meses de la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Cumbre sobre la Ambición Climática, a las que les seguirá poco después el 28º período de sesiones de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Me preocupa mucho la situación del mundo en lo que respecta al clima. Los países están muy lejos de cumplir sus promesas y compromisos climáticos.

Es hora de despertar y encarar la realidad. Es hora de restablecer la confianza mediante la justicia climática. Es hora de acelerar la transición justa hacia una economía verde. Todavía es posible limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados Celsius. Pero para lograrlo debemos reducir las emisiones de carbono en un 45 por ciento de aquí a 2030.

Para ayudarnos en este camino, he propuesto un Pacto de Solidaridad Climática, en virtud del cual todos los grandes emisores realizarán esfuerzos adicionales para reducir las emisiones; y los países más ricos prestarán apoyo a las economías emergentes para que también lo hagan.

He presentado una Agenda de Aceleración para potenciar estos esfuerzos. Insto a los Gobiernos a que lo hagan realidad: acelerando los plazos para alcanzar el objetivo de emisiones netas cero, de modo que los países desarrollados se comprometan a alcanzarlo lo más cerca posible de 2040 y las economías emergentes lo más cerca posible de 2050. Los países desarrollados deben cumplir sus compromisos en materia de financiación, adaptación y pérdidas y daños.

El mundo nos observa y el planeta no puede esperar.

El mundo debe eliminar progresivamente los combustibles fósiles, de manera justa y equitativa, dejando el petróleo, el carbón y el gas bajo tierra, donde deben estar, e impulsando decisivamente las inversiones en energías renovables. Los planes de transición de la industria de los combustibles fósiles deben ser planes de transformación, que marquen el giro de las empresas hacia la energía limpia y su alejamiento de un producto incompatible con la supervivencia humana. De lo contrario, no son más que propuestas para volverse destructores más eficientes del planeta. Por supuesto, las transformaciones no se producen de la noche a la mañana. Los planes de transición sirven precisamente para guiar un proceso gestionado y ordenado que garantice la asequibilidad, el acceso y la seguridad energética. ¿Qué debemos hacer para llegar a ese punto?

Nuestra Agenda de Aceleración insta a los gobiernos a: comprometerse a no utilizar más carbón. Prescindir progresivamente del carbón: para 2030 en el caso de los países de la OCDE y 2040 para todos los demás. Poner fin a toda financiación internacional del carbón, tanto pública como privada. Poner fin a la concesión de licencias o a la financiación de nuevos yacimientos de petróleo y gas.

Detener la expansión de las reservas de petróleo y gas existentes, y apoyar la transición justa de los países en desarrollo afectados. Garantizar la generación de electricidad con emisiones netas cero para 2035 en todas las economías desarrolladas y en 2040 en el resto del mundo.

Pasar de las subvenciones a los combustibles fósiles a las subvenciones a las energías renovables y a una transición energética justa. El mundo necesita que la industria destine sus ingentes recursos a impulsar, y no a obstruir, la transición mundial de los combustibles fósiles a las energías renovables para poder cosechar los beneficios.

Como ha quedado claro en la conversación que mantuve hoy con los líderes de la sociedad civil, hay demasiado en juego para que nos quedemos callados. Hay demasiado en juego para que nos quedemos al margen. Ha llegado el momento de la decisión y la acción. Estoy deseando dar la bienvenida a los primeros impulsores y principales actores en la Cumbre sobre la Ambición Climática, que se celebrará en septiembre.

El mundo nos observa y el planeta no puede esperar.

(Extracto del mensaje a la prensa en Nueva York del 15 de junio de 2023).

Colaborador DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

Los retos de la actividad cultural en Guatemala

Publicado

-

Luis Rodrigo Carrillo Flores

Viceministro de Cultura

[email protected]

Guatemala es un país rico en diversidad cultural e historia, resultado de la fusión de las tradiciones indígenas mayas y la influencia colonial española. Sin embargo, a pesar de esta riqueza, la actividad del arte y la cultura en Guatemala enfrenta diversos retos para mantener la preservación de su patrimonio y el desarrollo de nuestra identidad. 

Uno de los principales retos es la pobreza que afecta a más del 50%  de la población guatemalteca, según datos del Banco Mundial. Esta realidad limita el acceso de muchas comunidades a actividades artísticas y culturales, desviando la atención y los recursos hacia la satisfacción de necesidades básicas como la alimentación, la salud y la educación, lo que a su vez implica que muchas iniciativas queden desatendidas, ya que las comunidades no pueden priorizar actividades que no sean de supervivencia
inmediata.

La falta de inversión en el sector cultural también es un desafío significativo. A menudo, los gobiernos han priorizado otras áreas de desarrollo, dejando al arte y la cultura en un segundo plano. Esto se traduce en falta de infraestructura adecuada, como museos, teatros y espacios públicos. 

Abordar estos desafíos requiere un esfuerzo conjunto.

De esa cuenta, a nivel del Viceministerio de Cultura estamos convencidos que el apoyo gubernamental es vital para el fomento y desarrollo del quehacer cultural, y para que las iniciativas prosperen y lleguen a todo el país.

La globalización representa otro reto importante. Si bien la globalización puede facilitar el acceso a nuevas ideas y formas de expresión, también puede llevar a la homogeneización cultural, donde las tradiciones y prácticas locales son opacadas por influencias externas. 

En Guatemala, esto es visible con el auge de la cultura pop global, que a menudo eclipsa las manifestaciones artísticas locales. La necesidad de promover y preservar la cultura guatemalteca ante esta tendencia es crucial, no solo para mantener la identidad nacional, sino también para fomentar el orgullo artístico-cultural.

Finalmente, el acceso a la educación cultural es fundamental para el desarrollo de una conciencia crítica y apreciativa entre la población. La educación formal en Guatemala enfrenta retos significativos, como la deserción escolar y la calidad de la enseñanza, factores en los cuales se está trabajando. 

Sin una educación que fomente el conocimiento y la apreciación por las diversas formas de arte y cultura, será difícil construir un público que valore y participe activamente en la vida cultural del país. Por eso implementar programas educativos que integren arte y cultura guatemalteca en el currículo escolar y promuevan la participación de los jóvenes en actividades artísticas son vitales.

Abordar estos desafíos requiere un esfuerzo conjunto entre el gobierno, las comunidades y las organizaciones culturales para garantizar que la riqueza de Guatemala no solo se preserve, sino que también se celebre y se comparta con el mundo.

Las políticas constituyen uno de los escenarios estratégicos en materia de decisión pública sobre la identidad, las artes, los valores y el patrimonio tangible e intangible de nuestro país, de tal manera que desde nuestro viceministerio estamos haciendo no solo el trabajo necesario, sino también las proyecciones para que las políticas públicas sean sostenibles en el tiempo.

Colaborador DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

El miedo y la ira vencen a la razón

Publicado

-

Patricia Letona D.  Innovación y Relacionamiento Estratégico

[email protected] 

¿Es posible combatir las mentiras con la verdad en un mundo donde las noticias falsas y la desinformación nos rodean? La respuesta es sí, pero va más allá de simplemente exponer hechos. Requiere una estrategia de comunicación que conecte emocionalmente, repita el mensaje y provenga de fuentes creíbles.

Peter Pomerantsev, reconocido experto en propaganda y desinformación, en su libro How to Win an Information War, cuenta la historia de Sefton Delmer, el propagandista británico que, con juegos psicológicos y distintas estrategias, usó la propaganda Nazi durante la II Guerra Mundial para ayudar a los aliados a ganar y desmoralizar a las tropas alemanas. En su obra explora cómo la desinformación se ha transformado en un arma poderosa en el escenario global. 

Las campañas de influencia se dirigen a las emociones.

La democracia está en juego, ya que la desinformación socava la confianza en los líderes, las instituciones y el proceso político. Según Pomerantsev, la guerra de la información no se limita a la difusión intencional de mentiras.  

Hoy día, las tácticas para manipular a la opinión pública incluyen la creación de cuentas falsas en redes sociales y la infiltración de medios de comunicación con objetivos oscuros. Para enfrentar esta amenaza, se necesita la cooperación de gobiernos, empresas tecnológicas y la sociedad civil.

La próxima semana, la Asamblea General de la ONU acogerá la “Cumbre del Futuro”, donde, según anunciaron, abordarán los desequilibrios del mundo digital. La desinformación es uno de los mayores peligros que enfrenta nuestra sociedad, aunque queda por ver si será tratada a fondo en este foro.

La velocidad con la que se difunden las mentiras supera a la de la verificación. Incluso los medios tradicionales, a pesar de su credibilidad, son vulnerables a la manipulación. Por ello, la alfabetización mediática es clave para que los ciudadanos distingan entre verdad y mentira. En contextos como emergencias sanitarias, desastres naturales o conflictos bélicos, esta habilidad puede ser literalmente una cuestión de vida o muerte.

Las campañas de influencia se dirigen a las emociones, como el miedo, la ira o el resentimiento, siendo una táctica efectiva para manipular la opinión pública. Las redes sociales son el principal campo de batalla, amplificando el alcance de la desinformación y polarizando a la sociedad.

La desinformación es un arma estratégica de largo alcance. La repetición constante de una mentira, por obvia que sea, puede impactar en las masas, influyendo en el entorno político y social.

Pomerantsev ofrece lecciones valiosas sobre las guerras de influencia actuales. La verdad por sí sola no es suficiente para combatir la desinformación; las mentiras bien estructuradas y repetidas pueden tener mayor impacto. Además, las narrativas emocionales son más poderosas que los hechos fríos, lo que hace que las campañas de propaganda manipulen las emociones para lograr sus objetivos.

La gente rechaza los hechos que no quiere escuchar, por lo que controlar la narrativa es esencial en cualquier guerra de información. Quien controla el mensaje público controla, en gran parte, la percepción de la realidad. Las mentiras se vuelven más creíbles cuando se alinean con prejuicios preexistentes o cuando falta pensamiento crítico. Incluso desmentidas, sus efectos perduran, alterando la memoria colectiva y debilitando la confianza pública.

Cuando la percepción se convierte en realidad recordamos la frase de Gabriel García Márquez: “La vida no es la que uno vivió, sino la que recuerda y cómo la recuerda para contarla”.

Colaborador DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

Realcemos el Derecho a la Lengua de Señas en Guatemala

Publicado

-

Unidad de Comunicación y Relaciones Públicas
CONADI, Guatemala.

La Lengua de Señas Guatemalteca (Lensegua), es el principal vehículo de comunicación para la comunidad sorda en Guatemala. Es un derecho humano fundamental que garantiza a las personas sordas su plena participación en la sociedad. 

Sin embargo, el reconocimiento y la accesibilidad plena de esta lengua siguen siendo un reto dentro del contexto actual de derechos para personas con discapacidad.  

A pesar de los avances normativos, como la Ley de Atención a las Personas con Discapacidad (Decreto 135-96), la inclusión efectiva de las personas sordas aún enfrenta barreras significativas. 

El respeto a la Lensegua contribuye a una sociedad más equitativa e inclusiva.

En Guatemala, la comunidad sorda sigue luchando para que la Lensegua, sea vista no solo como una herramienta de comunicación, sino como un derecho humano fundamental, a pesar de la ratificada por Guatemala en el marco de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD); que exige el respeto y la promoción de las lenguas de señas en todos los ámbitos de la vida de una persona sorda.

La coyuntura actual refleja un esfuerzo creciente de diversas organizaciones, como la Unidad de Lengua de Señas de CONADI y colectivos de personas sordas, para que la Lensegua, sea reconocida oficialmente, abogando por el establecimiento de políticas públicas más inclusivas, que no solo apoyen a las personas sordas en su acceso a la educación bilingüe (español y Lensegua), sino que también promuevan el aprendizaje de este idioma, la capacitación de intérpretes y el uso de la lengua de señas en los medios de comunicación, la justicia y la salud entre otros.

En Guatemala se establece el 23 de septiembre como el Día Nacional de la Lengua de Señas en Guatemala; considerado como un paso significativo hacia la visibilización y el respeto de los derechos lingüísticos de la comunidad sorda en el país; siendo clave para fortalecer la lucha por la inclusión y la accesibilidad, subrayando que la Lengua de Señas es un derecho humano. 

Este día sirve no solo para celebrar la cultura y la identidad de la comunidad sorda, sino también para concienciar a la sociedad sobre la importancia de la inclusión lingüística y la eliminación de barreras de comunicación.

La comunidad sorda hace un llamado a la inclusión plena, trabajando bajo un enfoque intersectorial que involucre a instituciones gubernamentales, organizaciones no gubernamentales, y a la sociedad en general, para realzar el derecho a la Lensegua, fomentandosu uso no solo entre la comunidad sorda, sino también entre los oyentes, promoviendo una sociedad más inclusiva y respetuosa de la diversidad lingüística.

Colaborador DCA
Seguir leyendo

Directorio

  • Dirección General: Carlos Morales Monzón
  • Coordinación General de Redacción: Miguel González Moraga
  • Coordinación de Información: Mario Antonio Ramos
  • Editores: Carlos Ajanel Soberanis, Jose Pelico, Erick Campos, Katheryn Ibarra y Max Pérez
  • Página Web: Magaly Alvarado

©2024 Diario de Centro América - Todos los derechos reservados.