Argentina puede contribuir al desarrollo del futbol y no solamente con la calidad de jugadores como el estelar Lionel Messi, afirmó hoy en Buenos Aires el presidente de la FIFA, el ítalo-suizo Gianni Infantino.

«La Asociación del Futbol Argentino (AFA) puede hacer mucho por el futbol y no solo con los jugadores en la cancha, con Messi y todos sus compañeros», dijo Infantino en una disertación, al abogar por el fortalecimiento institucional del balompié mundial.

El dirigente hizo una visita relámpago al país, que incluye un encuentro con los presidentes de Argentina, Mauricio Macri; de Uruguay, Tabaré Vázquez, y de Paraguay, Horacio Cartes, para cambiar ideas sobre el plan regional de organizar en forma tripartita el Mundial de 2030.

«Argentina se lo pasó un poquito mal en los últimos años, desde el punto de vista administrativo, como otros, en este continente y fuera del continente, como la FIFA, lo sabemos todos», dijo el líder de la FIFA. La frase aludió a la crisis que sacudió a la entidad rectora por el escándalo de sobornos que provocó la caída de su exlíder Joseph Blatter.

Infantino dijo que Argentina «debe ser un ejemplo» con «fuerza, pasión y corazón para empezar a trabajar en serio por este deporte, con una nueva FIFA,  más fuerte, con una Conmebol más fuerte».

Al hablar en el salón de actos de la AFA, Infantino no formuló comentarios sobre el Mundial 2030. Por el momento están de acuerdo en postularse en conjunto Uruguay y Argentina, iniciativa a la que intenta sumarse Paraguay.

Si dicha cita mundialista es aprobada se convertirá en homenaje al centenario del primer Mundial de la historia en Uruguay 1930. Lo ganaron los celestes al vencer a los albicelestes en la final por 4-2.

El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, dijo de su lado que la Confederación Sudamericana de Futbol (CSF) «valora mucho el gesto» de la visita de Infantino a «la tierra de Diego (Maradona) y Lío (Messi)».

A su turno, el titular de la AFA, Claudio Tapia, dijo que el propósito de la institución argentina es poner fin a los conflictos internos. «Vamos a dejar de pelearnos para empezar a conducir, a gestionar, a profesionalizar el futbol argentino que tan dañado lo teníamos», indicó.

Tapia fue el presidente elegido este año para terminar con la peor crisis de la historia de la AFA, con su dirigencia cuestionada y acusada en la Justicia.