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Revista Viernes

Cincela esculturas con obsidiana

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Selvin García trabaja técnicas prehistóricas de talla con esta piedra volcánica

Fotos: Selvin García

La propuesta visual del artista y académico guatemalteco Selvin García se ha volcado en los campos arqueológico y etnográfico, pues esculpe piezas con el golpe de otras piedras y una técnica antiquísima. Confiesa que al principio deseaba estudiar Arqueología, aunque se declinó por lo artístico y ha logrado trabajar en ambas, tanto en dibujos como esculturas. “Estuve al día sobre los temas de arqueología, sobre todo en su participación fundamental para la historia universal. Entre tantos aportes de esta ciencia, descubrí de joven, en los cursos y al abordar el arte rupestre, la lítica”, narró.


“Indagué con la motivación arqueológica, pero sobre todo histórica y antropológica con una justificación que me permitiera realizar una reflexión sobre los inicios del hombre y su primer comportamiento, de manera que pudiera asociarlos a mi realidad”, explicó. Como proceso creativo, García realiza tallas en piedra obsidiana con las técnicas de arqueología experimental que revelan los supuestos procedimientos, ya que no hay registro escrito de cómo trabajarlo.


El artífice partió desde lo fundamental en cuanto a las definiciones y conceptos sobre esta roca volcánica, remitiéndose específicamente al paleolítico. Afirmó que ese punto le pareció fundamental para no cerrarse a una idea localista de su uso en las civilizaciones prehispánicas, puesto que estas técnicas no son exclusivas de Mesoamérica.


Al respecto, mencionó: “Mi enfoque fue universal, es decir, el uso general de la lítica en la historia del hombre, idea que me llevó a las primeras especies del género homo, especies que se esparcieron por todo el mundo. En lugares y temporalidades diferentes, estas manejaron el material como la primera herramienta para procurarse una ventaja en la cacería, que a su postre ayudaría a la sobrevivencia sobre los animales”. El también catedrático declaró que “estas etapas del manejo de la tecnología revelan al mismo tiempo, la importancia de usarla, que sin ella el hombre no hubiera logrado su supervivencia, mucho menos su evolución”.


Según el arqueólogo mexicano Alejandro Pastrana, los conquistadores decían que tenía un corte dulce, pues la herida era imperceptible y capaz de cortar la cabeza de un caballo con un solo tajo de macuahuitl (arma semejante a una maza). “Se han encontrado vestigios excéntricos con forma de alacrán, ya que el dolor agudo de este animal es similar al corte. Todo esto se entiende mediante la idealización de los atributos mágicos de este cristal, que hasta el momento están presentes en las comunidades con fuerte presencia indígena”, puntualizó.


La tesis de Edgar Carpio Rezzio, de la Universidad de San Carlos de Guatemala, reseñó: “La industria de artefactos de piedra astillada de obsidiana se desarrolló en Mesoamérica gracias a la presencia de numerosos yacimientos de este material distribuidos en las regiones volcánicas de México, Guatemala, El Salvador y Honduras, encontrándose de esta manera recursos accesibles para su transformación, producción y ulterior explotación por los sitios que a través del desarrollo histórico de las sociedades mesoamericanas tuvieron control sobre ellos. Las fuentes más importantes en Guatemala por su explotación en tiempos prehispánicos son: El Chayal, San Martín Jilotepeque (Chimaltenango), Tajumulco e Ixtepeque”.

Reciente trabajo


Chaye proviene de la palabra en quiché chay, nombre para la piedra del rayo, como se le conoce. De acuerdo con el autor aún presente en la conciencia colectiva de la región, no tanto en Europa, pues fue sustituida por el descubrimiento temprano del metal, que no sucedió así en América.


En septiembre pasado, García presentó la exposición Piedra del rayo en el Museo Miraflores, que dio continuidad a los orígenes del mundo, nombre de la colección y de la primera fase expositiva de su proyecto investigativo.


Estas etapas expositivas buscan argumentar el uso de la tecnología lítica por parte de las primeras especies de homínidos que la emplearon como materia de creación para el sostenimiento de las necesidades alimenticias. Los avances y la depuración de esta técnica se van mostrando evolutivamente en cada muestra realizada, con el fin de revelar el complejo proceso de desarrollo de la especie.
Esta serie no solo funciona como arqueología experimental, supone más bien un nuevo abordaje de la herencia prehispánica latente en el territorio. La propuesta se proyecta mediante el uso universal de este material volcánico y se vuelve local, al mostrar sus cualidades en la cosmovisión mesoamericana.


Talla con percutor de piedra y percusión con hueso


El escultor transforma su proceso en una expresión personal e íntima en sus manos.
Esta técnica combinada es esencial para establecer una forma específica que permita exponer las cualidades cortantes de la obsidiana. Finalmente, el proceso de devastarla hacia una forma de avellana da paso a la percusión con hueso que permite la extracción de más material sin perder las dimensiones del fragmento, así como la posibilidad de dejar expuestas una serie de dentaduras. Las obras trabajadas a este nivel facilitan las hachas de mano utilizadas para la cacería y la preparación de la carne, la piel y el hueso.


Guillermo Monsanto, director de teatro, actor, historiador de arte, opinó: “Selvin encuentra en lo fundamental las bases para revalorizar y recrear con referentes líticos, información básica del nacimiento de las culturas primitivas universales. Para ello interviene, en algunas ocasiones, obsidianas proponiendo objetos utilitarios básicos que le otorgan nuevas lecturas a estos cristales de origen volcánico”.

Multifacético

Museógrafo, curador e investigador en la rama del arte maya. Nació en la ciudad de Guatemala, el 23 de agosto de 1984.


Estudió la licenciatura en Arte, egresó de la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos de Guatemala, en 2016.


Fue administrador del Centro de Documentación de Galería El Attico desde el 2016, el único centro especializado en la documentación del arte guatemalteco.


Docente de las universidades Da Vinci y Popular, impartió la cátedra de Historia del Arte Universal y de Historia de Arte Guatemalteco.


Miembro actual de la Asociación de Museos de Guatemala y el Consejo Internacional de Museos (Icom, en inglés). Ensayista que cuenta con publicaciones de una novela psicológica y una monografía del Mapa en Relieve en Guatemala, así como ilustrador de El Castigo y la Reprensión en el Juzgado del Provisorato de indios en el Obispado de Yucatán (1563-1763). Publicación de Missouri State University y Universidad Autónoma de México (2022).


Artista visual y conceptual con participación en exposiciones individuales y colectivas en la nación y en Holanda, Eslovaquia y Estados Unidos.


Actual publirrelacionista de la Escuela Nacional de Artes Plásticas Rafael Rodríguez Padilla.
Ha participado en 15 exposiciones colectivas y realizado cinco exposiciones personales.
Para más información de sus creaciones consulte su Instagram @selvin_garcia_gt.

Marisol Vásquez
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Revista Viernes

“La cultura danzaria de Guatemala debe respetarse”

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El grupo de danza Maíz y Frijol promueve y extiende este arte al mundo

Danza Maíz y Frijol se creó hace 31 años, uno de sus fundadores es Héctor Leal, actor y bailarín de danzas tradicionales que tiene una trayectoria de 40 años. A mediados de este 2024, 30 integrantes salieron de gira por algunas ciudades de Europa, donde participaron en la Villa de Alenzón, en la Fiesta Nacional de Francia y el Festifolk de España. La delegación, que viajó con sus propios recursos económicos, la conformaron voluntarios, invitados especiales y personeros de teatro. El objetivo es promover la cultura danzaria de Guatemala a todo el mundo, portar su vestimenta maya, bailar los sones tradicionales y con máscaras de madera, que, a decir del también cantante, es una de las partes más difíciles.


Durante el Festifolk, Maíz y Frijol bailó al son de algunas piezas guatemaltecas de marimba, como El grito, danzas de Cobán, Huehuetenango, de los Monos, de Quetzaltenango y de los Venados. Con sus bailes se ganó el aplauso del público español y la admiración por el colorido y originalidad de la indumentaria. También fue entrevistado por los organizadores, a quienes contaron que hay aproximadamente 250 trajes diferentes en todo el país; algunos de uso cotidiano y otros para actividades ceremoniales. “En su confección, se observan varios ornamentos, y cuanto más se utilicen, identifica el rol y la jerarquía en la sociedad de la persona que los porta”, indicó. La elaboración de la vestimenta, incluso hoy, guarda una estructura artesanal elaborada por las mujeres indígenas, afirmó, desde la creación del hilo, la fabricación del color de estos con productos 100 por ciento encontrados en la naturaleza, hasta su confección por medio de telares de cintura.


“Actualmente, nuestra preocupación es la gran influencia que ha tenido la tecnología y moda en estos últimos años, ya que los trajes tradicionales se ven menos en algunos lugares, pues solo los utilizan para alguna fiesta patronal o bodas. Los hombres ya no los utilizan o los usan poco”, expresó. Al respecto, Leal añadió: “Si trabajara en el Ministerio de Cultura y Deportes obligaba a todas las Casas de Cultura a que en cada departamento se investigara cuántos grupos danzarios existen y grabarlo todo, documentarlo, puesto que mucho se ha perdido”. Sugiere que se cuiden las agrupaciones musicales porque con ellas no se puede dejar escrita una transcripción, sino de oído se aprende.


Con respecto a los instrumentos musicales


La marimba: refieren que esta es diferente de las demás por las maderas utilizadas, que aportan un sonido único. Para el teclado se usa la madera de un árbol llamado hormigo, y las cajas de resonancia, de ciprés; otras como el roble y caoba pueden utilizarse para ciertos acabados.


El tun es un tronco vacío, en el que se corta una H sobre una de sus caras, que brinda un sonido particular. En la antigüedad, se usaba este instrumento para alertar la llegada de los pueblos enemigos.
El pito (tzijolaj) imita el canto de unos pájaros llamados coronaditos, construido de jade, barro cocido o hueso de venado, es acompañado del tambor o tamborón.


Tres décadas de baile


Aunque su formación se originó en 1993, Leal relató que cuando vino de Huehuetenango a la capital, sus vecinos los trataban tanto a él y a su hermano como que fueran sus nietos, organizaban las celebraciones y la que más le gustaba era la de la Concepción.


Desde sus primeros años se vio inmerso en las tradiciones, grupos folclóricos, máscaras, convites, bailes que fortalecieron sus conocimientos para lo que se dedicaría más adelante. “Al principio quería estudiar arte, pero no me daban permiso; antes consideraban que era para gente sin oficio ni beneficio”. Agregó que tenía la espinita de ser músico, por ello ingresó en el Conservatorio Nacional de Música y, al estar ahí, un maestro le sugirió que por su porte debería bailar. Así que el coreógrafo tomó su recomendación y estudió en la escuela de danza a los 25 años, reconoce que le tocó ensayar muy duro.


Uno de sus miembros, Marco Mayén, narró que se encontró con Héctor gracias a las artes. “Nos conocimos cuando grabamos un especial para un programa de televisión en 2008 y entablamos una amistad y me invitó a formar parte del grupo, al cual me integré en el 2011”. Comentó que aunque no cuentan con apoyo económico, ya que son artistas independientes, para ellos es una responsabilidad pararse en escenarios internacionales porque representan a Guatemala.


En su fundación participaron los maestros: Rodolfo Orozco, Zully Ruiz y Elbia Sanabria. Han participado en diferentes festivales de danzas tradicionales de Guatemala y en el extranjero. En 2003 representaron a la nación en la Feria de Independencia en Estados Unidos; al siguiente año, en el Festival de Juegos para Niños en Ilan, Taiwán. Desde 2007 es parte de la Asociación Nacional de Danzas Tradicionales en Gannat, Francia; adicionalmente, se presentaron en el festival de danzas folclóricas en el país galo, España e Italia.
Han compartido escena con los conjuntos de marimba Flor del Café, Chapinlandia, Maderas de Mi Tierra, Teclas Morenas, de las Hermanitas Vargas Jordán y la Suspiros Chapines y Grupo Zoel Valdés. Con Alicia Azurdia, Elizabeth de Guatemala y en las Gala de la Canción de Guatemala, la Gala del Día del Artista Nacional, en la Ópera el Elíxir del Amor, con la Orquesta de Roberto Estrada, la Orquesta Sinfónica Nacional y la Orquesta de Cámara de la Universidad Francisco Marroquín. Además, han realizado temporadas teatrales en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias.


“Las danzas de nosotros se bailan en cualquier lugar, entre el pino, en el atrio de una iglesia o en un salón, como debería ser, como sucede con el hecho folclórico”, aseveró Leal.


Agregó que junto a sus colegas proyectan una creación de la cultura de la danza.


Héctor Leal


Es actor, bailarín y técnico de artes escénicas.
Ha estado en los principales escenarios tanto dentro como fuera del país. También es cantante de música popular guatemalteca, realizador de vestuario, escenografía, utilería, coreografía y dramaturgia.


Inició sus estudios de teatro con la maestra Aracely Palarea de Luna, en el Conservatorio Nacional de Música, en 1977, y sus primeras presentaciones fueron en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, bajo la dirección de la actriz, Mildred Chávez en 1983, con la obra El Quijote de La Mancha.


Después, pasó a formar parte de la Compañía de Teatro Para Niños guiado por Miguel Cuevas, quien lo llama a ser bailarín invitado del Ballet Moderno y Folklórico de Guatemala, donde también trabajó con las maestras Lizzette Mertins y Lucía Armas.


En 2009 comienza a trabajar en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias como encargado del Taller de Vestuario. Confecciona prendas para obras de teatro, danza y óperas, representadas en el icónico lugar.


Marco Mayén


Actor con más de 20 años de trayectoria, ha participado en varias piezas para teatro, cine y televisión. “Mi formación actoral comenzó en Guatemala y me mudé a México para continuarla porque considero que las artes escénicas son parte fundamental de mi vida”, indicó. Hoy reside en el país y se dedica a otras actividades en paralelo con lo artístico.

Marisol Vásquez
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Las dulces ofrendas de octubre

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La basílica menor del templo de Santo Domingo se convierte, durante esta temporada, en un lugar de sobremesa para fieles y los no creyentes

El olor a dulce, el calor de los fogones con las frituras de los churros, molletes y buñuelos es tradicional en las ventas que se colocan en los alrededores de la iglesia de Santo Domingo durante octubre.
Es habitual degustar estos postres luego de realizar una visita a la Virgen del Rosario, o simplemente porque se ha vuelto una tradición familiar el llegar y disfrutar de una vianda.


Los dulces típicos como colochos, canillas de leche, bolas de mazapán, nuégados, cocadas, higos en miel y más, forman parte del folclor del guatemalteco en esta y muchas otras ferias que recorren el país ofreciendo los inconfundibles confites.


Este año se han habilitado 90 puestos de venta de diversa gastronomía (dulce y salada) que estarán todo el mes en horarios de 7:00 a 22:00 y los viernes y sábados se extienden hasta las 23:00.


Sin embargo, existen locales durante todo el año como Buñuelos Santo Domingo, que se ubica frente a la iglesia, a un costado del Hospital de la Policía y atienden de 8:00 a 21:00. Lo invitamos a degustar de la gastronomía guatemalteca, tan única y propia.

Katheryn Ibarra Fotógrafo: Danilo Ramírez
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Revista Viernes

Sabor y color en cada enchilada

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Euda Morales

La enchilada es mucho más que un antojito para comer en todo momento o durante los fines de semana, incluso para algunos como una comida. Es vistosa por su colorido y, por sobre todo, deliciosa al paladar. Fusiona texturas por lo crujiente de las tortillas con las verduras y la justa acidez de las mismas. Para un sabor casero, bien vale tomarse el tiempo y prepararlas en casa y si lo prefiere, las consigue en los mercados, así como en las ferias patronales.


La base de la enchilada es el encurtido de verduras. ¿Qué es un encurtido? Es una técnica de conservación mediante el uso de vinagre, sal y en algunos casos azúcar, para preservar verduras, frutas o incluso carnes en buen estado durante más tiempo. El proceso de encurtido también les da un sabor ácido y característico.


Se destaca por su complejidad y la tradición detrás de cada uno de sus componentes. El colorido del encurtido se lo aporta la remolacha, de manera que, a mayor cantidad de remolacha, más intenso será su color. Además, integra una mezcla de verduras como zanahoria, ejote, todo picado, arveja, repollo cortado en juliana. Cada verdura se cocina por separado para que esté al dente o crujiente al final de la cocción, se condimenta con sal, pimienta, orégano, vinagre y se le permite enfriar. Este proceso se puede hacer con antelación un día antes con dos motivos primordiales a considerar. El primero porque toma tiempo en su elaboración por el corte de las verduras, y segundo para que al encurtir logre el colorido y el sabor esperado.


El armado de la enchilada es esencial para que luzca sus características. La tortilla dorada en aceite o una tortilla tostada es la base, luego una hoja de lechuga, el encurtido, carne de res y posta de cerdo magras o con el mínimo de grasa posible, picada cada una finamente, cocida con tallos de cebolla y condimentada con sal y pimienta. Se cubre con salsa de tomate natural preparada en casa a base de tomate, chile pimiento cocido, molido y condimentada con laurel y tomillo.


Aún falta la decoración, se coloca una rodaja de huevo, aros de cebolla, perejil picado y queso seco. Luce irresistible. Aunque, es una comida para conocedores porque el comer una enchilada puede resultar toda una experiencia, ya que requiere de cierta práctica para que la tortilla dorada no se quiebre y pueda caerse el encurtido. Mejor no pensarlo, una solución sería, comerla con la ayuda de un tenedor, pero es diferente a lo esperado.


La enchilada lleva tanto elemento que no necesita acompañante, resulta una comida única y quizás llegue a comer más de una.

Eddy Castillo
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