Lima, EFE

Perú cuenta actualmente con 34 incendios forestales activos y 21 controlados, de un total de 234 incendios registrados en lo que va del año, informó el jefe del Instituto Nacional de Defensa Civil, INDECI, Juan Carlos Urcariegui.

Las regiones donde hay incendios forestales activos cuentan con brigadas de las Fuerzas Armadas y apoyo aéreo en los lugares que ameritan el lanzamiento de agua, agregó Urcariegui en una rueda de prensa conjunta con el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén.

En ese sentido, el jefe de Indeci dijo que hay cuatro aeronaves a la espera de que mejoren las condiciones para el vuelo en las regiones norteñas de Amazonas y Cajamarca, dos de las más afectadas por los incendios forestales, para que puedan actuar con el lanzamiento de agua.

La cifra de incendios activos ha bajado desde el viernes, cuando este organismo indicó que había 49.

Este martes se reportó igualmente que un aeropuerto en la ciudad de Pucallpa, en la región de Ucayali, había suspendido sus operaciones por la densa neblina a causa de los incendios, pero Uscariegui aclaró que la pista del distrito de Purús ya estaba nuevamente en funcionamiento.

Por su parte, el jefe del gabinete ministerial reiteró que más del 95 % de los incendios forestales en el país son «producidos por mano del hombre» y pidió la acción de la justicia para sancionar a los responsables porque consideró que «no podemos dejar en impunidad a quienes están provocando» esta emergencia.

Adrianzén señaló que, desde hace dos meses, el Ejecutivo está actuando para sofocar los incendios forestales, pero pidió que la opinión pública tome conciencia sobre el problema que se presenta cada año debido a una práctica de quema de pastos secos, que resulta perjudicial para la flora, la fauna y el medio ambiente.

En ese sentido, el primer ministro pidió iniciar una campaña de prevención para «cesar con estas prácticas» tradicionales en el campo, que suelen derivar en grandes incendios forestales en los meses de septiembre y octubre.

Adrianzén también declaró que «de momento, no se ha considerado necesario la declaratoria de emergencia» en ninguna de las regiones afectadas por los incendios.

Asimismo, indicó que se ha comunicado con representantes de Canadá para poder recibir una mayor provisión de bolsas utilizadas en las operaciones aéreas de sofocamiento del fuego.

Por su parte, la presidenta de Perú, Dina Boluarte, comentó este martes, durante una actividad oficial, que su Gobierno ha estado trabajando «desde el primer momento, no recién», en el combate de los incendios, porque, en su opinión, «es fácil criticar, escribir en las redes y siempre quejarse».

Al ofrecer un balance de la situación, el ministro de Salud, César Vásquez, confirmó el lunes que hasta el momento se reportan «15 fallecidos, seis hospitalizados y 128 altas médicas».

El ministerio de salud precisó que estos datos comprenden desde el 1 de julio al 16 de septiembre pasado y que se ha movilizado a 80 profesionales de salud, 63 brigadistas de intervención inicial, 24 equipos técnicos y 27 ambulancias a las zonas más afectadas.

Ante la profusión de incendios, la Mancomunidad Regional Amazónica (MRA) pidió al Gobierno la urgente declaración de emergencia ambiental de la Amazonía para darle la prioridad necesaria a la acción y atención de los siniestros.

Michel Aguirre

EFE

Dominique Pelicot, que durante años violó a su mujer tanto solo como en compañía de otros hombres a los que invitaba, mientras ella estaba bajo los efectos de las drogas, contó este martes sus prácticas de violador compulsivo, incluso en una ocasión cuando tenía a sus nietos en casa.

En su primera declaración ante el Tribunal Penal de Vaucluse, Francia que lo juzga desde el pasado 2 de septiembre, explicó por qué a sus nietos se les había quedado grabada aquella jornada en la que su abuela, Gisèle Pelicot, no aparecía porque estuvo durmiendo hasta las 6 de la tarde.

El principal acusado reconoció que ese día había atiborrado de ansiolíticos una vez más a su mujer y abusó sexualmente de ella a pesar de que estaban sus nietos en casa. Y agregó que no lo hacía más en circunstancias parecidas por los inconvenientes prácticos que suponía.

Indicó que desde que empezó a drogarla en 2011 la violaba dos o tres veces por semana, primero únicamente él y a partir de 2013 con otros hombres a los que invitaba a casa para que ellos también lo hicieran.

De hecho, en el banquillo se sientan con él otros 50 hombres, 49 por haber abusado sexualmente de Gisèle Pelicot y uno por haber copiado los métodos de Dominique para drogar a su propia mujer y violarla en compañía de éste.

En los registros de Dominique Pelicot que la policía encontró en su casa cuando se descubrió todo en el otoño de 2020, se constata que conforme pasaban los años había cada vez más violaciones grabadas.

El principal acusado negó haber manipulado a los otros hombres que acudían a su casa, que tenían «un perfecto conocimiento» de su forma de actuar y que no podían ignorar que las relaciones sexuales con su mujer se hacían sin el consentimiento de ésta.

«No les puse un fusil en la sien para que vinieran -subrayó-. Lo aceptaron desde el principio. La única pregunta que hacían era ¿cuánto tengo que poner?».

Pero sobre esa última cuestión, Dominique Pelicot insistió en que nunca hubo dinero de por medio y de que él no recibió nada ni forzó a nadie.

También hizo hincapié en que «en ningún caso» Gisèle Pelicot fue cómplice: «Siempre se hizo sin su consentimiento».

Ése es un aspecto importante porque algunos de los que se sientan en el banquillo no han reconocido las violaciones y afirman que creían participar en un juego sexual en el que los dos esposos Pelicot estaban de acuerdo.

Dado el carácter masivo y repetitivo de las violaciones a Gisèle Pelicot durante casi diez años, uno de los aspectos que han permanecido más incomprendidos es cómo ella no se dio cuenta.

Una de las respuestas está en las precauciones que tomaba su marido, que pedía a los otros hombres que no hicieran ruido, que se desnudaran en otra sala antes de entrar en la habitación.

Además, una vez terminados los abusos, Dominique Pelicot limpiaba a Gisèle sus partes íntimas y le ponía la misma ropa para que no se diera cuenta de que había estado inconsciente bajo los efectos de ansiolíticos.

Ella se había dado cuenta de que le pasaba algo raro, pero pensaba que padecía una forma de alzhéimer en fase inicial. También tenía problemas ginecológicos: abundante sangrado regular en la vagina e inflamación repetida en el cuello del útero.

El principal acusado, que declaró en algunos momentos entre sollozos, se esforzó repetidamente en convencer a su hija Caroline de que a ella no la había drogado ni violado como a su mujer, como lo podrían dejar intuir unas fotos de ella desnuda y aparentemente dormida que el padre guardaba en sus archivos, y que ella no sabe de dónde han salido.

«Mientes», le replicó dos veces la hija, antes de marcharse de la sala de audiencias señalando que tenía que ir a vomitar.

Dominique Pelicot ha dado diferentes explicaciones sobre esas fotos que han contribuido a sembrar dudas. Por una parte afirmó que él no las había tomado él, pero en otro momento indicó que las hizo para presentar la comparación entre la madre y la hija a un hombre que estaba tentado de hacer 200 kilómetros para violar a Gisèle.

Su abogada, Béatrice Zavarro, quiso poner en evidencia, que su cliente, aunque enfermo y cansado, estuvo presente en la vista de hoy, se mostró cooperativo y tiene intención de hablar y responder a todas las preguntas que se le hagan. 

Eddy Castillo

EFE

La actividad sísmica está localizada en la costa del occidental departamento de Sonsonate, a unos 94 kilómetros de la capital San Salvador, y comenzó el pasado 13 de septiembre tras un temblor de magnitud 5.2 en la escala de Richter, a 57 kilómetros al sur de la playa Los Cóbanos, con profundidad de 22 kilómetro y que sucedió a las 23.16 hora local .

Del total de sismos reportados solo 24 han sido sentidos por la población, de acuerdo con el MARN, y el de mayor magnitud ha sido uno de magnitud 5.7 que ocurrió a las 22.58 hora local del sábado a 57 kilómetros de la playa Los Cóbanos, con una profundidad de 42 kilómetros.

Las autoridades de socorro no reportan, por el momento, daños materiales o víctimas a causa de esta actividad sísmica.

El pasado 30 de agosto, un temblor de 6.1 se produjo a las 15:57 hora local frente a la costa del central departamento de La Libertad, a 70 kilómetros al sur de Playa Mizata, según información del centro del monitoreo del MARN.

El movimiento telúrico tuvo una profundidad focal de 13 kilómetros y se descartó amenaza de tsunami para El Salvador, de acuerdo con la entidad gubernamental.

El temblor también fue percibido en las ciudades de Guatemala, Honduras y Nicaragua.

La mayoría de los sismos que se producen en El Salvador habitualmente tienen su origen en aguas del océano Pacífico y a mucha mayor profundidad.

La última vez que El Salvador fue asolado por los sismos fue en 2001, cuando se produjeron dos terremotos de magnitud 7.7 y 6.6. 

Eddy Castillo