EN EL PAÍS
Mujeres en las artes y letras: Edad Contemporánea (V)
Su obra narrativa, formada por Tiempo de llorar (1988), Cuaderno de apuntes en carne viva (1995), Tiempo de llorar y otros relatos (2002), Voz de nadie (2017) y Tiempo de llorar. Obra reunida (2021), de tono autobiográfico e intimista, está marcada por la experiencia del exilio, siendo su tema nuclear la búsqueda de la identidad propia tras el desarraigo. Desde 2018 la Biblioteca Pública de Barañáin lleva su nombre.
En el último tercio del siglo XX, y en lo que llevamos del XXI, la incorporación de la mujer a la escritura literaria en Navarra es total.
María Blanca Ferrer García (Mélida, 1932-Pamplona, 1992), colaboradora de Pregón y Río Arga, publicó los poemarios Tarde gris (1967), Yoerías (1969), Un león en la basura (1982) y El tañedor de lunas (1987). Por su parte, Izaskun Salegui Rivera (Tolosa, 1950-Arróniz, 2014) cultivó el cuento (Encuentros, 2007), la poesía (Ecos de versos, 2008), la novela (Domingo de Louzaregos a Euskadi, 2011) y el relato infantil (Las aventuras de los Maneki Neko). María Pisador (Pamplona, 1976-2007) es autora de un poemario póstumo, Las horas conjugadas (2007), como el de Pilar Baigorri Arriazu (Tudela, 1961-2013), La aurora tiene columnas de hierro (2013).
En el último tercio del siglo XX, y en lo que llevamos del XXI, la incorporación de la mujer a la escritura literaria en Navarra es total. Precisamente por lo extenso de la nómina, resulta imposible abordar aquí la producción de todas las escritoras navarras actualmente en activo.
Destacaré, sí, que están cultivando todos los géneros literarios, particularmente la narrativa y la poesía, pero también el teatro y el ensayo, tanto en castellano como en euskera. Para más detalles remito a las nóminas establecidas por la revista TK para la narración (2016) y la poesía (2017) y al trabajo de Isabel Logroño Escritoras navarras de los siglos XX-XXI. Influencia, visibilidad y nuevas plataformas (Príncipe de Viana, 2018).
En las últimas 24 horas, la Policía Nacional Civil (PNC) capturó a 74 personas por diversos delitos. Durante estas acciones, las fuerzas de seguridad también incautaron 17 armas de fuego y recuperaron un vehículo y dos motocicletas, con reporte de robo.
Entre los casos se encuentra la captura de Edwin N., de 35 años, quien fue arrestado en la aldea El Calvario, Yupiltepeque, Jutiapa. Este individuo fue sorprendido portando ilegalmente una pistola, junto con un cargador y varias municiones.
Otro de los detenidos es Bartimeo N., de 30, aprehendido en Momostenango, Totonicapán. Bartimeo es señalado por agresión sexual con agravación de la pena, según el informe policial.
En la zona 1 de Huehuetenango, las autoridades detuvieron a Pedro N., de 39, acusado de violencia contra la mujer. Por su parte, en La Antigua Guatemala, Sacatepéquez, agentes de la División de Seguridad Turística (Disetur) arrestaron a Edgar N., de 35, por el mismo delito.
Finalmente, investigadores de la División Especializada en Investigación Criminal (DEIC) realizaron un operativo en Coatepeque, Quetzaltenango, donde aprehendieron a Elmer N., de 43, y a José N., de 24, ambos acusados de hurto.
La PNC reiteró su compromiso en la lucha contra el crimen y destacó que estos operativos forman parte de una estrategia integral para fortalecer la seguridad en todo el país y llevar ante la justicia a quienes infringen la ley.
Este domingo, en un ambiente solemne y patriótico, se llevó a cabo la tradicional ceremonia de arriada de la bandera en la Plaza de la Constitución, como acto final de las actividades en conmemoración del 203 aniversario de la independencia del país y Centroamérica.
El evento, que reunió a autoridades, ciudadanos y miembros de las Fuerzas Armadas, fue ejecutado con precisión y disciplina por los cadetes de la Escuela Politécnica, quienes estuvieron a cargo de todos los procedimientos.
En el marco de la ceremonia, el viceministro de la Defensa Nacional, Erwin Gómez, dijo con breves palabras a los presentes, destacando la importancia de mantener viva la historia del país y el espíritu de unión del pueblo.
FOTOS: PNC
En el marco de los esfuerzos estatales para combatir el narcotráfico y el crimen organizado, las fuerzas de seguridad capturaron a un distribuidor de drogas en el Puesto de Control Interinstitucional (PCI) de Río Dulce, Lívingston, Izabal.
El detenido, cuya identidad no ha sido revelada por las autoridades, fue sorprendido en posesión de una considerable y variada cantidad de estupefacientes.
Según el ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, quien dio a conocer los detalles a través de sus redes sociales, al sujeto se le incautaron 199 envoltorios de cocaína, 100 colmillos con la misma sustancia y 101 envoltorios de crack.
Asimismo, 19 envoltorios de marihuana, seis recipientes plásticos con tuci, otras seis vasijas con cocaína y cuatro envoltorios con metanfetamina. Además de la droga, se le decomisó un arma de fuego, cinco tolvas y 47 municiones. El vehículo en el que se transportaba también fue confiscado.
Hasta el momento, las fuerzas del orden no han proporcionado información sobre el valor total de las sustancias incautadas, ni el origen o destino. Estas drogas siguen bajo investigación mientras se buscan más detalles acerca de la red de distribución a la que podría pertenecer el aprehendido.
