Rodrigo Pérez y Miguel
González Moraga

Redacción

Bernardo Arévalo de León es firme cuando asegura que con apoyo del pueblo se impondrá a las mafias político-criminales que no solo quieren sabotear su gobierno, sino que persisten en preservar el régimen que promueve la corrupción y la impunidad.

En su muñeca derecha resaltan tres sencillas pulseras: una de ellas con un adorno que recuerda al Movimiento Semilla, partido que lo llevó al poder junto con Karin Herrera y que sufre los embates de la maquinaria a cargo de Consuelo Porras, jefa del Ministerio Público, a cuya destitución pone plazo.

Entre otros asuntos, también abordó su relación con los otros poderes del Estado, las leyes que al Ejecutivo le interesan que apruebe el Congreso y la próxima elección de cortes.

Los gobiernos han acumulado deudas sociales y morales con el pueblo y por eso usted, la vicepresidenta Karin Herrera y el Movimiento Semilla recibieron amplio apoyo en las urnas. Eso sí, crecen las demandas y hay voces que reclaman acciones eficaces, resultados inmediatos y decisiones contundentes.

El Gobierno no es una carrera de 100 metros planos: es una maratón y tenemos cuatro años para entregar los resultados a los que nos hemos comprometido.
Les recuerdo que entramos a ejercer este mandato que nos ha dado el pueblo de Guatemala en condiciones en donde teníamos un Estado cooptado por élites político-criminales, que se habían apropiado de las instituciones y que no únicamente se habían dedicado a robarse el dinero del pueblo y a generar impunidad, sino que habían destruido y distorsionado las instituciones.

Este Gobierno, a lo largo de los cuatro años, va a seguir dando respuestas claras y contundentes para resolver los problemas de la población. No se va a quedar en un esfuerzo de fuegos artificiales de un primer momento, para después dedicarse a descansar y dormir en sus laureles. Cada día, cada hora, vamos a ir trabajando más y mejor de la mano de la población.

En su rendición de cuentas de los 100 días usted dijo que estaba navegando “entre trampas y precipicios”. Eso incluye la cooptación de las cortes por poderes político-criminales, además de que el Ministerio Público ha saboteado no solo su gestión, sino que trató de impedir que asumiera la Presidencia. ¿Hay una estrategia político-legal para impedir que la fiscal general, Consuelo Porras, termine su período?

Hemos sido claros desde antes de que tomáramos el poder: la recuperación de la justica y de la democracia no se pueden hacer sin que esos tentáculos de las élites político-criminales suelten al MP.
Por eso hemos pedido la renuncia de la Fiscal General. Es evidente que sin esa pieza esta recuperación no va a poder continuar. Nuestra determinación es usar todos los medios legales a nuestro alcance para generar la sustitución de Porras por una persona que sí esté dispuesta a trabajar por la democracia y la transparencia, contra la impunidad y dar castigo a los corruptos.

“Nosotros creemos que de aquí a un año habremos logrado destituir, por las vías legales correspondientes, a la cúpula del Ministerio Público y recuperar a esa institución para el trabajo de la justicia ”.

¿Qué plazos y acciones se ha fijado para la remoción?

Es una información que me reservo, porque no es conveniente divulgarla. Lo que les puedo asegurar es que actuaremos en el marco de lo que la legislación nos permite.

¿Es una medida complementaria a la próxima elección de cortes?

Esperamos que los distintos actores que participan en ese proceso tengan claro que nos estamos jugando la posibilidad de dar un giro y rescatar a los mejores abogados, más honrados y decentes que tiene el país, para ponerlos en esas posiciones de responsabilidad de impartición de la justicia.

¿Y cómo hacer para que se elijan magistrados que trabajen contra la impunidad?

Las comisiones de postulación son un primer paso. Ahí tenemos actores con una enorme responsabilidad para lograr que las decisiones sean las mejores posibles.

Luego de eso, que los diputados escojan -no a partir de la compra de intereses o de intercambio de favores, como ha ocurrido en ocasiones anteriores- en atención al mérito de cada una de las personas.

Aunque no descarte que el Congreso podría elegir por intereses políticos.
Se necesita que en el segundo filtro (los diputados), asuma la responsabilidad de elegir de acuerdo al mérito, idoneidad, honradez y no según transacciones.

Hasta el momento su gobierno ha tenido logros más que simbólicos, como la lucha contra la corrupción y la reducción de homicidios, incluso hubo un día de febrero con cero muertes violentas. ¿Qué hacer para convertirlos en irreversibles?

Por eso decía que el trabajo de gobierno no es de 100 metros planos, sino que hay que entenderlo como un esfuerzo de mediano y largo plazos.

Nuestro compromiso es hacer una gestión que sea sostenible en términos de los objetivos que queremos lograr, porque tenemos la responsabilidad de avanzar -lo más que podamos- en salud, bienestar, seguridad, educación y carreteras. Pero hacerlo de una manera que permita que los sucesivos gobiernos sigan construyendo sobre la base de estos alcances y, entonces, se logre el proceso de desarrollo que el país necesita.

Desde el gobierno de Vinicio Cerezo (1986-1991) se ha convocado a pactos que involucran a todos los sectores y, por diversas razones, estos no han llegado a buen puerto. Cuéntenos cómo se pretenden concretar los cuatro grandes acuerdos nacionales anunciados durante la rendición de cuentas.

Ahí suceden dos cosas. El nivel de voluntad política del gobierno de turno para comprometerse o no con el proceso de diálogo y sus resultados. Y, en este caso, tenemos un gobierno que está plenamente comprometido.

En segundo lugar, los pactos y diálogos no son procesos que hay que tomar a la ligera. Por eso vamos a trabajar tres años para generar las condiciones que permitan la aproximación y la confianza entre los distintos actores que participen en esos procesos de diálogo, para que los acuerdos que se logren sean sostenibles, porque van a estar anclados en la convicción de que era el mejor resultado posible.

¿Esa búsqueda de consensos cuánto tiempo llevará?

No es un tema de la noche a la mañana: no se puede sentar a la gente y tratar de que en dos meses de plática se pongan de acuerdo.

El trabajo, la reunión de evidencia y la preparación de la metodología de diálogo toma tiempo. Pero si uno no invierte en esos aspectos el diálogo al final va a terminar en acuerdos que no son sostenibles, que es el problema histórico que hemos tenido.

El martes 23 de abril, usted divulgó en redes sociales una foto junto con los presidentes del Congreso y del Organismo Judicial…

Yo ya venía reuniéndome con ambos, por separado, desde hace un par de meses.

La de la imagen fue la primera reunión en conjunto, porque después de las conversaciones con cada uno de ellos, les propuse que teníamos que integrar esfuerzos para promover la democracia y recuperar la justicia. Nos vamos a reunir mensualmente para ir evaluando cómo avanza esa agenda de recuperación institucional en la que los tres estamos comprometidos.

¿Habrá posibilidad de conversar con la oposición más dura en el Congreso?

Todo actor que quiera, que procure el desarrollo, que no esté dispuesto a jugarle a las élites políticos-criminales que tienen el Estado cooptado y que entienda que la política ya no debe conducirse en el marco de la corrupción, es bienvenido a una discusión sobre las políticas que el Estado necesita. Ese es el sentido y la función del Congreso.

Lo que necesitamos es que haya diputados que lo entiendan y no todos lo entienden. Hace unos
días tuvimos una reunión en la que participaron diputados de las bancadas de oposición que estaban interesadas en entender qué busca el Gobierno.

Participaron porque para nosotros el compromiso es uno: si están interesados en trabajar por el país, si renuncian o no están de acuerdo en colaborar con esa política sucia y marrullera, podemos tener un diálogo. Y el marco de trabajo para eso es el Congreso.

“Todo actor que quiera procurar el desarrollo, que no esté dispuesto a jugarle a las élites político criminales que tienen el Estado cooptado y que entienda que la política ya no debe conducirse en el marco de la corrupción, es bienvenido”.

Una consecuencia de esa plática fue la reacción de Allan Rodríguez, el expresidente del Congreso que defiende intereses de Alejandro Giammattei, quien aseguró que usted intentó sobornar diputados.

El león juzga según su condición: ahí tenemos a un hombre cuya comprensión de la política pasa por las líneas del clientelismo corrupto histórico.

Consulte usted en la calle quién le da credibilidad a sus palabras (de Rodríguez). Tal vez él debería preocuparse por saber por qué los miembros de su partido están huyendo y tratando de participar en un Congreso que está empezando a desarrollar una agenda de interés común.

“Estamos enfrentando los intentos de una minoría corrupta por parar a un gobierno que está haciendo realidad el mandato de trabajar contra el flagelo, con transparencia y por el desarrollo del país ”.

¿Y cuál es la agenda legislativa de interés para su gobierno?

Hay leyes que el Congreso ya ha aprobado y que nos han complacido mucho, como la de Atención Integral del Cáncer y la normativa para la Disposición y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células Humanas. Está en discusión la ley de competencia, la cual para nosotros es fundamental.

Hay otras pendientes, como las de la Corporación Financiera Nacional y la de la Agencia Nacional de Alianzas para el Desarrollo de Infraestructura. Ambas van a permitir que se generen marcos de inversión pública-privada que sea más efectivas para acometer grandes proyectos, como el metro y la ampliación del aeropuerto La Aurora.

Además, ya empezó la discusión de la ley de aguas y es necesaria la reforma de la Policía. Nosotros tenemos una propuesta de ley de inteligencia.

También se incluye la ampliación presupuestaria por hasta 13 mil millones de quetzales. ¿Por qué es importante?

Lo que se busca es que el Gobierno cuente con más recursos de inversión. El presupuesto actual es de mantenimiento y casi no hay fondos para nuevas escuelas, carreteras, puestos de salud y todos los elementos que se necesitan para generar bienestar en la población.

Desde que usted y la vicepresidenta Herrera pasaron a segunda vuelta el Ministerio Público, jueces cuestionados y sectores de la ultraderecha han conspirado para impedirles un gobierno tranquilo. Algo parecido le ocurrió a su papá durante sus seis años de gobierno (1945-1951)…

La historia tiene ecos y es importante recordarlos. De lo que se trataba (la gestión de mi padre) era de un gobierno que estaba luchando por modernizar el país y traer desarrollo social y económico a una población que no lo había tenido por mucho tiempo.

Eso alteraba y rompía el statu quo de unas relaciones económicas que servían solo para beneficiar a pocos y que abandonaban, marginalizaban e ignoraban a la gran mayoría de la población.

Ahora hay un grupúsculo de estas élites político-criminales -hechas de todo tipo de políticos, empresarios y funcionarios corruptos, de todo nivel- que se organizan para lograr que el dinero que debería ser invertido en desarrollo se vaya a sus caletas y bolsillos.

Ahora es la misma estrategia de antes: tratar de desestabilizar, campañas de desinformación, mentir sin ningún recato ni vergüenza y generar inestabilidad política. No es casualidad que el 70 por ciento de los incendios del país, en esta crisis, sean intencionales.

Estamos enfrentando los intentos de esta minoría corrupta por parar a un gobierno que está haciendo realidad el mandato de trabajar contra la corrupción, con transparencia y por el desarrollo.

Usted goza de gran capital político, lo cual incluye apoyo de la comunidad internacional. ¿Cómo visualiza su gobierno de aquí a un año?

Creemos que habremos logrado destituir, por las vías legales correspondientes, a la cúpula del Ministerio Público y recuperar a esa institución para el trabajo de la justicia. Confiamos en que en ese momento todo este proceso de elección de cortes se haya resuelto de una manera en donde todos los actores asuman su responsabilidad por lograr que la selección que se haga, en las comisiones de postulación Congreso, tenga el mejor resultado posible para los objetivos de la justicia.

Y que esas condiciones nos permitan seguir avanzando en nuestra lucha para erradicarla corrupción y esas redes que todavía están adheridas a las distintas instituciones y que se niegan a dejar los espacios. Y, por el otro lado, empezar a dar los resultados que el pueblo necesita y demanda en educación, salud, carreteras, medioambiente.

¿Cuál es ha sido su momento más difícil desde el 14 de enero?

Más que pensar en los momentos difíciles, me gusta concentrarme en los mejores. Las visitas a las comunidades para inaugurar obras, reunirme con alcaldes, con los liderazgos indígenas y empresariales y con los sectores sociales me motivan, me dan ánimo para seguir adelante en esta tarea que nos ha sido encomendada.

“Las visitas a los departamentos para inaugurar obras, reunirme con alcaldes, con los liderazgos indígenas y empresariales y con los sectores sociales me motivan, me dan ánimo para seguir adelante en esta tarea que nos ha sido encomendada”.

Para finalizar, ¿qué mensaje quiere enviarle al pueblo?

Agradecerle la confianza que ha tenido en este proyecto político. No lo vamos a defraudar; no vamos a traicionar nuestros principios ni vamos a ceder ante los corruptos. Le pido que confíe en su Gobierno y lo respalde en la lucha contra los sectores corruptos.