ARTES
IRENE CARLOS (1955)
Recuerdo que la primera vez que tuve contacto con la obra de Irene Carlos fue para su exposición de tapices en la galería Plástica Contemporánea (1989). La sala, que desde el principio fue prestigiosa, determinó la percepción inicial que su trabajo me provocó.
En otras palabras, dejó fuera mis prejuicios respecto a lo que debe o no exhibirse en una galería. Está demás decir que conecté inmediatamente con su labor.
A lo lejos me acuerdo que pensé que había algo que amarraba este trabajo con fuentes primitivas de abstracción. Que era una expresión que surgía de lo emotivo, por un lado y de la investigación por el otro.
Lo artesanal le daba un sentimiento orgánico y valiéndose de sus tramas ella expresaba ideas. Ya entonces podía percibirse el parentesco que su creación tenía con la escultura, a la que abordaría en 1993. El año siguiente asumió la pintura que se trasformó rápidamente en una de sus expresiones más conocidas.
Irene Carlos es inquieta y debido a ello ha expuesto individualmente tanto en Guatemala como en el extranjero. Además de su participación en múltiples bienales, también se ha sumado a programas de artistas en residencia, talleres diversos y otras actividades relativas a su profesión.
Entre sus maestros destaca la presencia de Arnoldo Ramírez Amaya, con quien estudió dibujo y acuarela. También, cuenta como importante su militancia en el grupo Itzul.
Los diálogos en su trabajo son evidentes
Entre sus mayores influencias destaca Yaco Gigi, director de teatro argentino. En las palabras de Irene Carlos, él es uno de los pocos seres afortunados que logran conservar en su mirada la eternidad de la inocencia… sensibilizó su corazón y le enseñó a amar la vida.
Acción en constante evolución dentro y fuera de su producción.
Y, en esencia, eso es lo que exuda la obra de Irene Carlos. Un equilibrio entre su yo y la necesidad de expresar balance energético a partir de elementos mayormente abstractos. Mucho de lo que representa surge de la evocación de lo que hay más allá de nuestra atmósfera.
Busca lo primigenio y con ello abstrae elementos que reflejan espontaneidad. También, dialoga exitosamente con las culturas ancestrales.
Hay una presencia femenina en el color, fuerza, intensidad y balance de sus componentes. El evidente diálogo entre la autopercepción, espiritualidad y el flujo de información que la rodea, redunda positivamente en sus contenidos.
La consistencia de los componentes refleja un abanico de posibilidades e infinitas interpretaciones.
Su legado es intuitivo y encuentra su equilibrio en una composición que, sin ser naif, es inocente, potente y vital. Su trabajo es una invitación a la vida, a la equidad, a la superación a partir de la sublimación de elementos.
Hay un claro entendimiento de medios que redunda en su amplitud iconográfica. Con ella, menos siempre es más.
Su trabajo reciente se puede visitar en la galería Mayarí Rojas.
En el Museo a Oscuras se narrarán nuevas leyendas con el escritor guatemalteco Antonio González, ganador del premio Marilena López, por su obra Los bribones de pocaspulgas. Se presentará el miércoles 16 de octubre, a las 18:30, en el Museo Popol Vuh de la Universidad Francisco Marroquín (UFM).
La contribución es de 125 quetzales (incluye linterna, recorrido y taller de calaveras de dulce de leche), para niños de 8 a 14 años, y para reservar llame al 2338-7896. También, en sus redes sociales encontrará más actividades.
El autor
Titiritero, dramaturgo, escritor y arquitecto, González fundó la compañía La Molotera Títeres en el 2009. De los planos arquitectónicos pasó al arte que lo motivaba más. Ha publicado 16 libros infantiles y cuatro de teatro, entre los que se encuentran: Bostezaurio, Don Sorbete, Isla Tortuga, La tienda de miedos del señor Roque, Mymoko y La Invasión ExtraPerrestre, entre
otros.
Los temas abordados para sus obras son ambientales, de aventura, manejo de los miedos, inteligencia emocional y en la mayoría las niñas son las protagonistas.
Museo Miraflores
Fotos: Sony Music
El cantautor italiano Damiano David lanzó Silverlines, para debutar con su nuevo proyecto en solitario. Esta es una colaboración con el intéprete, compositor y productor inglés Labrinth, encargado de la producción del sencillo.
“Este tema es muy especial para mí. Fue una de las primeras canciones que se grabaron y en su momento representó una carta de esperanza, ya que si miro hacia atrás, puedo ver cómo estoy exactamente donde la melodía decía que estaría. Para mí, fue automático elegirla como el comienzo de este nuevo capítulo; y espero que la gente me acompañe en este viaje”, resaltó.
El video de la canción fue dirigido por el dúo Nono + Rodrigo, cuya narrativa visual refleja la canción mientras se observa al artista en primeros planos dramáticos y paisajes pintorescos.
Damiano recibió reconocimiento mundial como vocalista principal de la banda italiana Måneskin. Añadió que se embarcó en este plan por la necesidad de expresar una parte más personal y vulnerable de sí mismo.
La primera feria Soy de Zacapa llega a Pasos y Pedales de la Avenida Las Américas, y ofrece una muestra de todo lo que ese departamento de oriente tiene para brindar.
Esta actividad será el próximo 13 de octubre, de 10:00 a 18:00, y promete ser una celebración llena de música, comida y cultura zacapaneca. Podrán disfrutar de las tradicionales marimbas de Usumatlán y Río Hondo, que interpretarán melodías que evocan el folclor guatemalteco, y la banda FM de Zacapa, con ritmos alegres que pondrán a todo el mundo a bailar.
En el lugar se tendrá la oportunidad de deleitarse con una variedad de platillos típicos zacapanecos. Desde las famosas tortillas de harina hasta la tradicional quesadilla, la oferta gastronómica será irresistible para quienes deseen saborear lo mejor de la región.
Además, podrá encontrar artesanías elaboradas con dedicación y creatividad por manos zacapanecas. La entrada es libre y estará abierta para todos los que quieran disfrutar de un domingo lleno de sabor, música y cultura.
