COLUMNAS
Atreverse a dinamitar el sistema
Nicole Braham
Revista Nuestro Tiempo
“¿Cómo puedo ayudar?”, es la primera pregunta que Max Goodwin, tras ser nombrado director médico de uno de los hospitales públicos más antiguos de Estados Unidos, hace al personal en una reunión. Silencio. Todos, atónitos ante unas palabras que ningún jefe les había planteado antes. Max insiste: “Yo trabajo para ustedes, para que puedan trabajar para sus pacientes, así que ¿cómo puedo ayudar?”. Dos manos se alzan. Demandan más camillas en urgencias y comida saludable. El protagonista de la serie New Ams-terdam, basada en hechos reales, encarna las ideas que William Deresiewicz plantea en su libro El rebaño excelente (Rialp, 2019).
Deresiewicz, profesor de la Universidad de Yale, argumenta que los líderes son personas con mentes resistentes “capaces de formular nuevas direcciones para una empresa o una industria o un país entero, en vez de ponerse simplemente al frente del rebaño que se dirige al precipicio”.
En otras palabras, hombres y mujeres que con creatividad, inteligencia y voluntad se entregan a la búsqueda continua del bienestar de la sociedad. Y que, además, detectan oportunidades que culminan, por ejemplo, en la mejora sustancial de la atención a pacientes y sus familias, como es el caso de New Amsterdam, cuando Max decide quitar la sala de espera de urgencias y llevar a los pacientes directamente a una camilla.
Una inteligencia prodigiosa o unos altos conocimientos técnicos pueden resultar útiles, pero ¿qué condiciones sine qua non se esperan de un líder? En primer lugar, tiene que ser, ante todo, un pensador. No necesariamente un filósofo o un académico, sino alguien que pondere los diferentes asuntos con detenimiento. La celeridad en la que vivimos nos ha llevado a la precipitación. Al cuestionarnos los motivos que están detrás de algunas de nuestras decisiones, únicamente podríamos responder: “No lo pensé bien”. Solo reflexionando identificaremos oportunidades nuevas donde nadie las ve.
Quedarse en las ideas no basta.
Sin embargo, quedarse en las ideas no basta. Se necesita iniciativa y coraje. Las instituciones con reglas, jerarquías y procedimientos ya establecidos suelen resistirse cuando se rompe el statu quo. El primero que lo hace obliga a los demás a plantearse los asuntos de manera diferente, y eso incomoda, incluso se puede ver como una amenaza. Hay que estar dispuestos a ser valientes y, en ocasiones, impopulares.
Por último, resulta imprescindible que el líder tenga principios claros e incorruptibles. Deresiewicz critica que la persona que desea un puesto de liderazgo se ve en muchas ocasiones abocada a “congeniar siguiendo la corriente”, a “jamás sacar los pies del tiesto por una cuestión de principios”, a “ser lo que otros quieren que sea”. En otras palabras: cuando la gente habla de un buen líder, en realidad suele referirse a un fantástico seguidor del orden establecido. Esto ha llevado a desvirtuar el liderazgo. Por eso habría que recuperar las virtudes del buen líder que menciona Deresiewicz: honor, generosidad, servicio. A estas, yo añadiría un profundo sentido de la responsabilidad, y la responsabilidad de un líder es, en primer lugar, con las personas.
En mi intercambio en la Universidad de Misuri, pasaba todos los días por un arco que tenía grabado el lema “Los sabios serán portadores de luz”. Un líder debería ser precisamente esto, un portador de luz en las tinieblas que dirige a las personas hacia nuevos horizontes, no hacia precipicios. Liderar es estar atento a las necesidades de los equipos y sus preocupaciones, es inspirar y no intimidar. Es preguntar constantemente “¿Cómo puedo ayudar?”.
Zsolt Gerendas
Coordinador de la Comisión de Laboratorios de AGEXPORT
El 9 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Agricultura, conmemorando la fundación de la FAO en 1945. Según el Banco de Guatemala, en julio de 2024, la agricultura sigue siendo el principal generador de exportaciones del país.
Los productos más relevantes fueron: artículos de vestuario (US$940.8 millones, 10.9%), café (US$691.3 millones, 8.0%), banano (US$561.6 millones, 6.5%), azúcar (US$475.4 millones, 5.5%), grasas y aceites comestibles (US$379.3 millones, 4.4%) y cardamomo (US$358.5 millones, 4.1%), sumando el 39.4% del total exportado.
Los principales destinos de exportación fueron Centroamérica, Estados Unidos, Eurozona, México y Panamá.
Los principales destinos de exportación fueron Centroamérica, Estados Unidos, Eurozona, México y Panamá, que representaron el 82.3% del total. En 2022, Guatemala tuvo un gran comercio neto con China, exportando metales (US$266M), productos alimenticios (US$66.3M) y productos vegetales (US$46.6M). Otros productos agrícolas exportados a EE. UU. incluyen ejote, melón, banano y papaya. La agricultura contribuye con el 23% del PIB y el 75% de las exportaciones.
Más allá del aspecto económico, la agricultura es vital para la producción local de alimentos, destacando el maíz y el frijol como los cultivos con mayor superficie sembrada.
Sin embargo, Guatemala tiene la productividad agrícola más baja de Centroamérica, lo cual impacta la economía y la seguridad alimentaria del país. El acceso a todo tipo de tecnología en todos sus niveles de desarrollo es la principal limitante.
Al tratar el tema tecnológico debe subrayarse la importancia que tiene la interacción de otros sectores económicos con la agricultura, tal el caso de los servicios de laboratorio.
Dentro del sector hay avances, FAO colaboró para que este año iniciara la red nacional de laboratorios de suelos, “GUASOLAN”, para armonizar la información y mejores prácticas en la calidad de suelos agrícolas y necesidades nutricionales de cultivos.
Esta red incluye laboratorios del sector público, académico y privado. Fuera de la red también hay oferta de análisis foliares, de fertilizantes, plagas y enfermedades, semillas y diagnósticos microbiológicos y químicos de alimentos frescos y agroindustriales, que le sirven a productores y exportadores para mejorar los rendimientos de producción y garantizar la calidad del producto de exportación de forma que sea bien recibido, aceptado y pagado en los mercados nacionales e
internacionales.
Desde la Comisión de Laboratorios en AGEXPORT, celebramos la vocación y el desarrollo agrícola en Guatemala e invitamos a todos los involucrados en esta actividad económica a continuar produciendo y mejorando nuestra agricultura.
Rodolfo Zelada
Periodista
El proceso de elección de aspirantes a la Corte Suprema de Justicia y Cortes de Apelaciones sigue causando preocupación a nivel nacional e internacional.
Organizaciones sociales han alzado ya sus voces y ayer también lo hizo el presidente Bernardo Arévalo, quien aboga por que con esta elección se sienten las bases para erradicar la cooptación del sistema judicial guatemalteco.
“Hago un llamado a los comisionados a realizar una evaluación objetiva y rigurosa de las hojas de vida de los aspirantes para determinar si cumplen o no con los requisitos de idoneidad, capacidad y honradez que exige la Constitución Política de la República”, dijo el mandatario.
El presidente Bernardo Arévalo aboga porque con esta elección se sienten las bases para erradicar la cooptación del sistema judicial guatemalteco.
El comentario del gobernante no pudo ser más oportuno, pues para ese momento ya se conocía que algunos de los aspirantes a las magistraturas, quienes son señalados de fabricar procesos contra opositores, activistas de derechos humanos y periodistas, y que incluso cuentan con sanciones a nivel internacional, avanzaban en el proceso obteniendo notas altas.
“No tengo duda que, sobre la base de esta aspiración, se actuará para evitar que la justicia continúe capturada por intereses corruptos”, agregó Arévalo, cuya voz se suma a las de miles de guatemaltecos que reclaman una limpieza profunda de la justicia, un reordenamiento que permita al país avanzar hacia una sociedad en paz y con justicia social.
El segundo llamado del presidente fue dirigido a la sociedad civil, los liderazgos de los pueblos indígenas, medios de comunicación y ciudadanía en general a “no bajar la guardia” y ejercer la función de auditoría social para garantizar la legitimidad del proceso.
Y es que en este sentido es justo y necesario que la ciudadanía en general despierte y se exprese en contra de la manipulación que el pacto de corruptos está ejerciendo para seguirse agenciando de impunidad.
Las alarmas saltaron al conocerse que los jueces Mynor Moto y Jimi Bremer, alcanzaron 88 y 79 puntos, respectivamente, mientras que el jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad del Ministerio Público, obtuvo 78.
Además, Gilberto Porres, esposo de la fiscal general Consuelo Porras, alcanzó supuestamente los 92 puntos, solo por mencionar a algunos aspirantes señalados por la ciudadanía por carecer de honorabilidad e idoneidad para optar a dichos cargos.
En ese sentido, Carmen Aída Ibarra, directora del Movimiento Pro Justicia, sostuvo: “Era evidente que se estaban regalando puntos”, según se publica en la nota informativa hoy en la página 3 de Diario de Centro América.
Mientras tanto, en redes sociales circulan mensajes como este: “Los chapines deseamos una limpieza D (de) las cortes, sin embargo, a estas alturas los Comisionados hicieron su paquete y lo hacen en ley, en su reglamento, tendremos Magistrados cuestionados, señalados, sin honorabilidad, entre ellos los del MP, y otros títeres”.
Es evidente de que estamos en la semana más importante de este proceso que, sin lugar a dudas, está dejando un mal sabor de boca entre los guatemaltecos urgidos de cambios sustanciales que permitan una convivencia en paz.
Por si fuera poco, la mesa de trabajo ha recibido durante las últimas horas 25 amparos presentados por aspirantes que buscan su reincorporación al proceso, situación que podría acarrear una sarta de recursos legales que entorpecerían el proceso en general.
Carlos Mata
Grupo de Investigación Siglo de Oro (GRISO)
“Porque, como la Corte es grande, érale fácil excusar las ocasiones de encontrarlos, por obiar el que se quisiesen informar de su persona, de quien había de dar mala relación si le preguntaban cosas de África”.
El contexto necesario para entender este pasaje es que el pícaro Hernando protagonista de la novela, el bachiller Trapaza, finge ser un noble portugués de posibles, don Vasco Mascareñas, para contraer un matrimonio (que él cree muy ventajoso) con la viuda Estefanía: el pícaro se ha puesto “en astillero” de caballero, es decir, ha adoptado la falsa apariencia de caballero y no desea encontrarse con personas (los portugueses) que podrían desenmascararlo.
Y, sí, la lanza de don Quijote perfectamente podía estar material y literalmente en el astillero.
Y en La niña de los embustes, Teresa de Manzanares, del mismo autor, tenemos la misma expresión, “poner en astillero”, con el mismo significado de ‘adoptar una apariencia falsa o engañosa’: “Marcela me decía que yo me tenía la culpa con que estaba, pues había dado alas a la hormiga para volar; esto era haber puesto en astillero de dama a quien era esclava”.
No quiero decir, ni mucho menos, que este último sea el sentido operativo en la famosa frase del comienzo del Quijote, tan solo pretendo mostrar que la expresión “estar o poner en astillero” puede significar distintas cosas dependiendo del contexto y la situación en que se utilice.
Y, sí, la lanza de don Quijote perfectamente podía estar material y literalmente en el astillero de su casa de hidalgo, siendo adorno de la misma (como matizaba la definición de Correas), no todavía ‘en ristre’, pero sí ejerciendo ya esa callada llamada a las aventuras caballerescas que comentaba Arellano, sensata y sencilla explicación por la que permítaseme el juego de palabras rompo ahora una lanza.
