Ayer las estaciones de servicio hicieron una ligera rebaja a los precios de los combustibles. En el caso de las gasolinas, redujeron alrededor de 70 centavos de quetzal y 50 centavos al
diésel, por galón.
Sin embargo, el viceministro de Energía y Minas, Luis Ayala Vargas, afirmó que en los próximos días la cadena de expendedores debería hacer nuevos ajustes a la baja, en sintonía con los precios
internacionales del petróleo.
De acuerdo con el monitoreo oficial, la gasolina superior, en despacho de autoservicio, fue de 35.17 quetzales por galón, aún arriba de los precios de principios de marzo.
El precio promedio del petróleo de Texas, usado como referencia en las cotizaciones de la región, cerró ayer 81.94 dólares el barril. Ese comportamiento corresponde del 15 al 22 de abril.
Inestabilidad en el ámbito mundial
El valor del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró ayer con una nueva subida equivalente a 1.78 por ciento, hasta 83.36 dólares el barril, en una jornada volátil y centrada en la política monetaria de Estados Unidos (EE. UU.)
Al término de la sesión en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del WTI para entrega en junio, el nuevo mes de referencia, aumentaron 1.46 dólares respecto al
cierre del lunes 22.
El crudo de referencia abrió a la baja e incluso perdió el nivel de los 81 dólares, pero después repuntó tras conocerse nuevos datos del sector manufacturero en EE. UU.
En el trasfondo de la sesión continuaron las tensiones geopolíticas en Oriente Medio, que llegaron a elevar el precio hasta casi 88 dólares este año, por los temores de un conflicto amplio en la región.
Según los analistas, el mercado está pendiente de posibles sanciones adicionales de EE. UU. al crudo iraní, pero suponen un dilema en un año electoral.
El experto Phil Flynn, de Price Futures Group, dijo que la administración del presidente Joe Biden “no puede permitirse que los precios de la gasolina suban antes de las elecciones”. Los castigos a Irán siguen en estudio por el mandatario de EE. UU.