Hay un café llamado Dylan Dog en 7 Craven Road, cerca de la estación de Paddington, en el oeste de Londres. Para la mayoría de londinenses, es un lugar ordinario. Pero para los aficionados de cómic italianos, esta ubicación es mágica, pues desde 1986 es el domicilio del ficticio investigador paranormal Dylan Dog, un personaje extremadamente popular en Italia, pero prácticamente desconocido en el Reino Unido.
Esto no ofende al autor Tiziano Sclavi (1953), padre del detective, ya que él mismo nunca ha pisado Reino Unido a causa de su miedo a volar y una grave claustrofobia. Estas son obsesiones que le ha transmitido a su personaje, cuyas aventuras han sido traducidas a no menos de 10 idiomas. Dog, un exoficial de Scotland Yard de 30 y tantos y alcohólico en recuperación, es un detective privado que investiga casos inusuales que bordean la realidad y lo paranormal.
“El Londres de Dylan Dog es comprensiblemente un poco vago, casi onírico, el resultado de años de estudio”.
Es impulsivo, problemático e inseguro de sí mismo y del mundo. Su compinche y mejor amigo de confianza es Groucho Marx, inspirado en el comediante estadounidense, y los dos comparten una casa llena de monstruosos artilugios.
El Londres de Dylan Dog es comprensiblemente un poco vago, casi onírico, el resultado de años de estudio. “En los primeros años de Dylan Dog, en las décadas de 1980 y 1990, no fue fácil encontrar documentación de los lugares que necesitaba describir. Consulté varios libros, pero fue difícil dárselos a los ilustradores, algunos de los cuales vivían lejos. Es por eso que mis primeras descripciones de Londres no mostraban muchos lugares genuinos, además del Big Ben y el Puente de Londres. Todo es mucho más fácil ahora.
Todo lo que hago es buscar una imagen en línea y reenviar el enlace al ilustrador”, dijo Sclavi. “Debo añadir, sin embargo, que he ‘vivido’ en Londres a menudo, a través de la literatura, la música y el cine ingleses, que siempre me hacen sentir como en casa. Tanto yo como mi esposa soñamos con convertirnos algún día en súbditos de Su Majestad la Reina”.
Por supuesto, todo hubiera sido más fácil si Sclavi hubiera ambientado la historia en su tierra natal, pero según el autor, la tierra de Frankenstein, Jack el Destripador y el Dr. Jekyll y Mr Hyde era una elección obvia. “El Reino Unido a menudo se imagina como una tierra de fantasmas, hadas y misterios”, explica. “Y luego está la niebla, la niebla es uno de los símbolos de lo oculto y del miedo.
Aunque recientemente en mi país hubo una proliferación de autores de thrillers, nunca ha sido sinónimo del género de terror. A Italia la usaría para cualquier otro tipo de historia. Y admitámoslo, si el nombre de mi personaje fuera Quagliarulo en lugar de Dylan Dog, ¿quién lo compraría?”.