Anteriormente en este espacio hemos hablado acerca de Gwen Stacy, interés romántico de Peter Parker. Su trágica muerte en The Amazing Spider-Man #121 (1973) cambió el mundo de los cómics y conmovió a los fans del mundo entero. Pero mientras que los aficionados a los cómics de todas partes simplemente se resignaron a aceptar el triste suceso, en México tenían otros planes.
Desde mediados de los 60, los mexicanos se habían deleitado con las aventuras del héroe arácnido. La editorial La Prensa imprimía ejemplares traducidos de las historias del personaje y los distribuía en México y buena parte de Latinoamérica.
Tal era el cariño de los mexicanos hacia el elenco de personajes del cómic, que cuando Gwen murió, reaccionaron con cólera. Entonces, La Prensa hizo algo insólito: durante 45 números abandonó la continuidad norteamericana y creó su propia línea de tiempo en la que Gwen no sólo seguía viva sino que se casaba con Peter y vivían juntos para siempre. Los dibujos fueron creados por el artista mexicano José Luis Durán.
Por supuesto, la editorial no podía haber hecho algo tan osado sin permiso. Tiempo atrás los empresarios habían determinado que solo reimprimir y traducir historias estadounidenses no bastaba para cubrir la demanda local, por lo que habían negociado una licencia para producir historias propias usando los personajes de Marvel Cómics.
La editorial norteamericana aparentemente no se preocupó de revisar las historias producidas por La Prensa, las cuales fueron distribuidas únicamente para el mercado mexicano. Es por ello que, por mucho tiempo, casi nadie fuera de México supo de esta curiosa tangente del héroe arácnido, la cual fue bautizada por algunos como Spider-Mex.
Probablemente la saga permanecería en la oscuridad de no ser porque el presidente de una editorial de cómics norteamericana hizo una convocatoria en redes sociales, preguntándole a sus seguidores acerca de sus cómics olvidados favoritos. Uno de ellos fue quien posteó la portada del cómic de la boda de Gwen Stacy y Peter Parker. La imagen causó revuelo en internet, especialmente entre los fans.
El suceso ha traído nueva fama al creador de tan original cómic, quien es ahora un octogenario que vive en la ciudad mexicana de Toluca. “Fue mi propia tontería mantener viva a Gwen”, dijo Durán al ser entrevistado por el periódico británico The Guardian. El artista confesó estar encantado con el personaje, a quien le daba mucha prominencia en su trabajo. Al considerarla un elemento vital y atractivo en la serie, le dolió que la eliminaran. Y fue por ello que decidió salvarla.