El primer juicio a tres poderosos y ricos jerarcas del futbol de Sudamérica, acusados de aceptar millonarios sobornos en el marco del megaescándalo de la FIFA, comenzó ayer en una corte de Nueva York con la selección de jurados.
Se trata del exjefe del balompié brasileño José María Marín, de 85 años, el paraguayo Juan Ángel Napout, expresidente de la Conmebol y exvicepresidente de la FIFA, de 59 años, y el exjerarca del futbol peruano y exintegrante del Comité de Desarrollo de la FIFA, Manuel Burga, de 60.
Los 3 acusados están en prisión domiciliaria después de pagar fianzas de entre 15 y 20 millones de dólares (Q110.2 y Q147 millones) luego de su arresto y extradición a Estados Unidos, cuya monumental investigación, siguiendo los caminos del dinero del futbol, sacudió los cimientos de la FIFA y tumbó a su expresidente Joseph Blatter. Todos llegaron a la corte federal de Brooklyn vestidos de traje oscuro y no dieron declaraciones en la corte ni fuera.
En la puerta del tribunal, dos brasileños que dijeron haber viajado especialmente a Nueva York para el juicio desplegaron un gran cartel blanco con letras rojas que leía en inglés: “EE. UU., ayúdanos a arrestar a los corruptos brasileños de nuestro gobierno del futbol. ¡Cárcel para ellos!”. Uno de los manifestantes estaba envuelto en la bandera verde y amarilla de Brasil.
La fiscalía acusa a Marín, Napout y Burga de otorgar contratos de televisación y márquetin de partidos clasificatorios para las Copas del Mundo y otros torneos a cambio de millonarias coimas que eran pagadas en maletas llenas de billetes o a través de complicados esquemas bancarios.
Ahora enfrentan cargos por asociación para delinquir, fraude bancario, lavado de dinero y crimen organizado, entre otros.