Las leyes laborales chinas restringen las posibilidades de encontrar trabajo y de adaptar la formación de la mano de obra a las necesidades económicas del país, aseguró ayer Lou Jiwei, ministro de Finanzas de China.
“La ley sobre los contratos de trabajo, adoptada en 2007 para limitar la capacidad de las empresas a despedir trabajadores, acabó siendo contraproducente porque bloquea el acceso al mercado laboral de los jóvenes”, afirmó el titular de la cartera del Tesoro.
Los comentarios de Lou, formulados al margen de la Asamblea Nacional Popular (ANP, el Parlamento chino), se inscriben en un debate de alcance mundial entre quienes preconizan una flexibilización de las leyes para facilitar la contratación y quienes defienden los derechos existentes.
El sistema comunista chino garantizaba hasta los años 80 empleo, vivienda y cobertura de salud a los empleados de sus instituciones y empresas urbanas.
Reformas cuestionadas
Las reformas impulsadas desde entonces -con el nombre de socialismo con características chinas- generaron un rápido crecimiento económico, pero ramas productivas -principalmente en el sector estatal- siguen sufriendo de un exceso de mano y de falta de adaptación al mercado.
Lou subrayó que el objetivo inicial de la ley de 2007 era proteger a los trabajadores, pero al final terminó perjudicando los intereses de ellos. Además, agregó, esa legislación puede provocar un alza rápida de los salarios y llevar a empresas a deslocalizar su producción en países con menores costos productivos.
En ese sentido, dijo que quiénes resultan perjudicados al final son los laborantes, pues esa situación reduce las oportunidades de empleo en el país.
Reestructuraciones
China, segunda economía mundial, se halla en fase de desaceleración y quiere orientar su crecimiento hacia el desarrollo del consumo interno, los servicios y las tecnologías, en detrimento de la inversión y las exportaciones, para reducir su capacidad productiva en la siderurgia y el carbón.
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