La literatura japonesa tiene una especie de imán para miles de lectores occidentales y es que sus textos y sus autores tienen algo de Occidente a partir de inicios del siglo XX. No quiero decir con eso que ciertos temas sean exclusivos de las distintas civilizaciones, nada que ver, quizá la diferencia sea el abordaje y la creatividad de los escritores de acuerdo con su contexto.
El libro que deseo comentar en esta ocasión es Rashomon y otros cuentos, de Ryunosuke Akutagawa, autor nacido un 1 de marzo de 1892 y fallecido el 24 de julio de 1927. La edición que tengo en mis manos es de la Editorial Quadrata, Buenos Aires, de 2005 y la traducción de Cristián Rosenberg.
Esta edición está compuesta por Kappa, Rashomon y En el bosque: tres relatos magistrales por las técnicas que utiliza el escritor para contar las historias.
Kappa es un cuento en el que los protagonistas son personajes mitológicos, seres fantásticos, que se construyen entre antagonistas sumamente perniciosos. A través de ellos, el narrador realiza una crítica mordaz al sistema feudal japonés de principios de siglo XX.
Rashomon es de los relatos más celebrados e incluidos en antologías. El título hace alusión a una de las dos puertas de Kioto, ciudad japonesa del siglo XV que estaba en decadencia, y en la que, entre otras cuestiones, se lanzaban cadáveres que no tenían identificación. En la historia se narra el encuentro entre un sirviente, que está al borde de la desesperación y se debate frente a la idea de morir de inanición o convertirse en ladrón; y una anciana, que roba los cabellos de los muertos. Este sirviente, al ver a la mujer y asquearse ante lo que hace, se decide a hacer justicia, castigándola, hasta que se entera que ella arranca el pelo para fabricar pelucas. Ella explica que ha engañado y robado para sobrevivir. Finalmente, el sirviente le roba y le señala que es para mantenerse vivo.
El último cuento tiene todas las características de un relato policial. Es acerca de un asesinato y se trata de encontrar la verdad al respecto. Mediante testigos, conocemos las diferentes versiones y la forma en que cada uno plantea la verosimilitud.
Magistrales los relatos y con mucha materia prima para todos los que deseen dominar este género. Akutagawa es un narrador espectacular, autor de Flores de la noche, Vida de un idiota, La nariz y Sombras del farol, entre otras. Considerado uno de los padres del cuento en Japón, vivió apenas 35 años, pero el premio más importante de su país lleva su nombre.
