El puré es una forma deliciosa y fácil de preparar los tubérculos. Seguro se le viene a la mente el tradicional de papas, pero además, se puede combinar con zanahoria y nabo, entre otros.
Con algunos cuidados mínimos, podrá disfrutar de un puré bien preparado. Es una receta que gusta grandemente y resulta un acompañante ideal para infinidad de proteínas, como aves, pescados y carnes; o como complemento perfecto para las comidas vegetarianas.
La selección de las papas es importante. Estas deben tener la piel intacta, ser firmes al tacto y carecer de manchas verdes y decoloraciones. Las mejores para elaborar un puré son las que contienen suficiente almidón, pues ligan bien.
El primer paso consiste en cocinar las papas, preferiblemente con su cáscara, para evitar que absorban mucha agua y queden chiclosas. Seleccione papas de un tamaño uniforme, pues se cocinarán de forma pareja, y cubra con suficiente agua.
Cuando esta hierva, agregue sal, para que tomen sabor, baje a fuego medio y mezcle ocasionalmente.
Podrá comprobar que las papas están cocinadas en su punto justo y suaves, cuando un tenedor las atraviese fácilmente. Mas, deberá tener cuidado y evitar que se pasen de cocción y se deshagan, ya que el puré quedaría sin consistencia.
Posteriormente, retire del fuego, escurra, pele y presiónelas con un pisa-puré o un tenedor mientras aún están calientes. Mezcle bien, pero sin que sea de forma excesiva. Tampoco hace falta licuar o utilizar un procesador, pues hará que quede pegajoso, con una consistencia desagradable y sin apariencia.
Para que el puré quede cremoso se le incorpora, según el gusto, crema, leche caliente o mantequilla a temperatura ambiente; y finalmente se condimenta. Siempre es importante mezclar perfectamente los ingredientes y sazonar en su justa medida, simplemente con sal y pimienta blanca, aunque la nuez moscada también le va bien.
Puede decorar el puré con cebollín o perejil finamente picado o queso. Asimismo, debe servir de inmediato para que este caliente; o reservar con el cuidado de mantener su temperatura y guardar su consistencia.
Si desea más variantes, una opción es dejar la cáscara a las papas, lo que aportará textura, colorido y sabor. Podrá tener un gusto a ajo si este se sofríe en la mantequilla que se le adiciona al puré. Otra posibilidad es agregarle mantequilla, crema agria y eneldo picado; o adicionarle queso mozzarella rallado y espolvorearlo con parmesano molido.
Con el puré se puede preparar gratinados, pero además sirve de base para rellenar con pollo, carne o vegetales y llevarlo al horno.
Si busca cuidar su salud, elabórelo de manera más liviana, empleando crema o leche desgrasada o sustituyendo la mantequilla por yogur natural. También puede utilizar el líquido de cocción de las papas y hierbas aromáticas para perfumar y lograr un puré agradable en texturas y aromas.
