miércoles , 27 noviembre 2024
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Nomadland: una cara de la libertad

¿Te imaginas perder todo lo que tienes? Pareja, hijos, trabajo, smartphone, perfumes, cds, libros, las amadas y odiadas tarjetas de crédito… todo. ¿Qué harías? También te pregunto: ¿Estamos preparados para dejar todo lo que conocemos como “felicidad” o “comodidad”, y emprender nuestra búsqueda de la libertad? El filme Nomadland (2020), dirigido por Chloé Zhao y protagonizado por la siempre excelente Frances McDormand, aborda estas preguntas. 

Esta cinta sigue a Fern, una mujer que hace poco perdió a su esposo, después su trabajo y le siguió su casa. Inclusive, el código postal del pueblo en el que vivía, desaparece. Ella se ve obligada a buscar una forma de vivir, más aún, de sobrevivir. Así que compra una casa rodante y se sumerge en la vida nómada de EE. UU.

Como lo explica en un par de escenas: Fern no es indigente (homeless, en inglés). Más bien, lo que sucede es que carece de una casa (houseless), porque su hogar está en la casa rodante y los lugares a donde la lleva. 

“Fern se ve obligada a buscar una forma de vivir, más aún, de sobrevivir.”

Con distintos casos, Nomadland nos presenta una visión de las pérdidas materiales, emocionales y espirituales, mientras enseña cómo viven los nómadas en EE. UU. Cada uno tiene su historia, unas tal vez más tristes que las otras, pero que comparten algo valioso: libertad.

Fern, nuestra heroína de la historia, no está atrapada en la vida nómada. Existen pequeñas islas (familiares y amigos) que le proponen regresar a la vida “normal”, a vivir nuevamente bajo el techo y paredes de una casa, comer en una mesa junto a otras personas y hablar con amigos sobre hipotecas y la crisis económica nacional. Pero ella prefiere la libertad de caminar por los campos estadounidenses mientras contempla hermosos paisajes y atardeceres. Eso sí, este tipo de libertad es costosa. Fern debe viajar por el país en búsqueda de trabajos temporales y muchos de estos requieren un alto esfuerzo físico. Además, encara una serie de desafíos que la vida de nómada brinda.

Algo encantador de Nomadland es que, a pesar de la adversidad, no estamos obligados a sentir tristeza o lástima por Fern. Ella tomó una decisión y no busca ser salvada. Es válido cansarse de la vida ordinaria.

Una frase del libro Into The Wild, en el que se basó el maravilloso filme homónimo dirigido por Sean Penn, dice: “Tantas personas viven en circunstancias infelices y aún así no toman la iniciativa de cambiar su situación, porque están condicionados a una vida de seguridad, conformidad y conservación, las cuales en apariencia otorgan una paz mental, pero en realidad nada es más dañino para el espíritu aventurero en una persona que un futuro seguro”.

Esto es lo grandioso de Fern. Ella lo intenta. No muchos lo hacen. Y esto nos debe ayudar a valorar lo que tenemos, y me refiero a cosas que pasamos inadvertidas como abrazos, risas y besos. 

Nomadland, filme que desde el año pasado arrasó con la mayoría de premios de cine (es la favorita para ganar varios Oscar este mes), ya se proyecta en las salas de cine del país. Mi receta de hoy: “Regresa esta semana a ese lugar oscuro que presenta proyecciones mágicas y disfruta de una de las mejores películas de los últimos años”.

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