Por su aspecto, nos recuerda a la yuca, aunque es un tubérculo similar a la papa, quizás poco incluida en la dieta y que bien vale la pena conocer y agregará en nuestras preparaciones culinarias familiares.
Es un alimento que se encuentra en estos días de temporada en los mercados, permite prepararse de maneras similares como se hace normalmente con la papa y tiene un alto valor nutricional para tomar en consideración. Además, dará la oportunidad de variar las recetas y presentaciones de nuestras comidas. Ah, pero también, su alto contenido de almidón la hace un ingrediente importante para ser tomado en cuenta en las papillas infantiles.
De manera que ofrece razones relevantes para ser considerada un ingrediente más a la hora de la compra en el mercado. Por tanto, ahora nos preguntamos, ¿qué sabor tiene la malanga? Ofrece un sabor agradable, ligeramente a frutos secos.
Por ejemplo, para un puré, previamente se pela la malanga, se trocea, se cocina en agua durante 20 minutos, aproximadamente, se escurre y se tritura como cualquier puré. Tomará una consistencia cremosa por la adición de leche y mantequilla, en la que complementará su sabor con las notas de los condimentos empleados como puede ser la nuez moscada o la pimienta blanca.
Ofrece un sabor agradable, ligeramente a frutos secos.
Existe infinidad de recetas con malanga, tantas como las de la papa y de nuestra creatividad y los gustos nos lo permitan.
Es necesario tomar en consideración que se debe cocinar, nunca consumirla cruda, porque puede resultar tóxica. De manera que es un acompañante ideal para carnes, pollo o pescados, para una sopa o una crema, cocida como parte de una cazuela de vegetales o un guiso, entre otros.
Además, va bien en chips como los tradicionales de papa o de camote. Para preparar estos chips, ideales para comer como guarnición o meriendas, debemos pelar la malanga, cortar en rodajas finas, dejar en remojo y cambiar esta agua para eliminar el almidón.
Posteriormente, se fríen con poco aceite o en una freidora de aire o mejor aún se hornean para evitar el exceso de aceite y estarán listas para consumir. Son deliciosas y gustan en todo momento. Otra manera de prepararlas es al mojo, para lo que necesitamos rodajas de malanga cocinadas al dente; es decir, en su punto justo para que sean agradables y no queden recocidas.
Prepare el mojo con 2 a 4 dientes de ajo bien machacado, ½ taza de vinagre, ¼ taza de aceite, sal y pimienta. Retire del fuego la malanga cocida y se escurre. Se sirve y se baña con el mojo. Está lista para degustar como acompañamiento de cualquier platillo.
Nutricionalmente, la malanga es apreciada porque es rica en vitaminas como las del complejo B, especialmente la B6, C y E, es rica en minerales: potasio, magnesio y fósforo. Es beneficiosa para el sistema digestivo, tiene un alto contenido en fibra y es antioxidante. Sin más, disfrute de la malanga en su mesa.