miércoles , 27 noviembre 2024
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Love, Death & Robots

Después de que hacen su aparición los emojis de “corazón”, “muerte” y “robot”, se ve a dos hermanos limpiarse heridas de sus brazos, pecho y cara. Se aplican un spray celeste brillante que, supuestamente, desinfecta y cicatriza heridas en segundos. 

Se encuentran en el interior de su casa, en la cual se visualizan destrozados los sillones de la sala, así como las sillas y la mesa del comedor. Las paredes lucen manchadas de sangre y los cuadros de fotografías y pinturas que las adornaban yacen destrozados en el suelo. Toman sus mochilas y las llaves de un carro que está parqueado afuera de la casa. Meten en el baúl una jaula en la que, adentro, lleva dormido a un perro raza pastor alemán. Aunque su trompa y pelaje están manchados de sangre, no muestra heridas.

“Fue muy difícil inyectarle el tranquilizador. Casi nos mata”, dice el pequeño hermano al grande. “Pero valió la pena el esfuerzo de dormir y meterlo en la jaula. Debemos llevarlo con ese veterinario alocado, que asegura que puede curarlo”, responde.

Terminan de limpiarse la sangre, encienden el vehículo y se dirigen a la autopista. Durante el camino, los monitores gigantescos de publicidad en las calles transmiten noticias y consejos de cómo contactar a las autoridades para entregar a cualquier perro que esté a la vista. “Ningún perro (Canis familiaris) es inmune al nuevo virus. Sus ataques de rabia son peligrosos y mortales para usted y su familia. Cualquier perro que vea, avise a las autoridades o entréguelo de inmediato. Quien se abstenga de hacerlo, será castigado por la ley”, se lee y escucha en la publicidad audiovisual.

La nueva entrega consiste en ocho episodios.

En la autopista se encuentran con un puesto de control. Los agentes policíacos utilizan gafas de 3D para escanear los automóviles y los rostros y ropa de los pilotos. El puesto cuenta con robots cuadrúpedos que se asemejan a perros. 

La policía detiene el carro que carga al pastor alemán. “Mantengamos la calma”, dice el hermano grande. Un agente se le acerca y con sus lentes escanea al joven. Su gadget detecta que la camisa del piloto tiene manchas de sangre. Uno de los perros robot enciende su alarma, ya que ha detectado a un animal en el baúl.

De manera sorpresiva, el joven enciende el carro y aprieta el acelerador. Decide huir. “¡Nos descubrieron! Agárrate fuerte”, le grita a su hermano. Así comienza una persecución con dos patrullas.

“Pase lo que pase, gracias por apoyarme para intentar salvarlo”, expresa el hermano pequeño, mientras mantiene en su mano una fotografía en la que se ven en la sala de su casa a ellos dos y a sus padres, todos sonriendo, con un perro pastor alemán sentado en medio de todos, con la lengua de fuera.

Se escuchan dos disparos. Todo se vuelve negro

Esta sería mi historia, que me encantaría se incluyera en Love, Death & Robots, maravillosa antología animada para adultos, producida por David Fincher y Tim Miller, que estrenó su primer volumen en 2019 y que hoy presenta sus nuevos cortometrajes.

La nueva entrega consiste en ocho episodios. Los puedes ver en Netflix. Te los recomiendo.

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