Si bien en Guatemala solo se marcan dos estaciones al año, existen especies de árboles y plantas que se rehúsan a encajar solo en invierno y verano, y deciden marcar su propia primavera. Entre estas encontramos el matilisguate, la jacaranda, el palo blanco, y hasta las buganvilias que, a pesar de florear en cualquier mes, en esta época dejan ver sus colores con mayor intensidad.
Factores climáticos, como las últimas lluvias y el aumento de la temperatura, hacen que estas especies se aprecien en todo su esplendor en esta temporada. Sin embargo, hay un elemento casi mágico, porque el brote coincide con la Cuaresma, sin importar en qué mes esta comience.
Basta con elevar la mirada, para contemplar cada uno de esos árboles que en estos días pintan las principales calles de la ciudad de rosa y morado. Parte de esta belleza también se traslada al trabajo del diseñador guatemalteco Alexander Ayala, que en una de sus colecciones incluyó piezas que, inevitablemente, nos hacen evocar esta época.