M.A. Judith Rivera
Directora de Recursos Humanos
judith.rivera @transparencia.gob.gt
Nos encontramos en una época donde la tecnología avanza día con día, sistematizando nuestros procesos, utilizando herramientas que nos facilitan el quehacer diario, no solo en lo laboral sino en nuestras tareas personales, tenemos a nuestra disposición técnicas modernas que eficientan el desempeño laboral, sacar el máximo provecho de las oportunidades que la tecnología nos brinda.
Pero no olvidemos que trabajamos con seres humanos, y como administradores públicos no podemos dejar de observar la inteligencia emocional. Mucho se habla de las múltiples inteligencias que como seres humanos poseemos, dentro de los equipos de trabajo contamos con personal que cuenta con distintas inteligencias, algunos destacan por su habilidad numérica, verbal, espacial, otros miembros del equipo son excelentes planificadores y otros operatizando las tareas, al final del día todos con sus particularidades, aportan de manera significativa para el logro de los objetivos institucionales; resaltando que de todas las inteligencias la que debemos procurar, fomentar, cuidar y poner en práctica es la inteligencia emocional, no solo mejora nuestras relaciones interpersonales, sino que también fortalece nuestro desempeño en la era digital.
En un mundo en constante cambio, donde la tecnología nos brinda muchas ventajas, la capacidad de comprender y gestionar nuestras emociones, así como las de los demás, es esencial para el éxito personal y profesional. En la era digital, las habilidades clave son esenciales para el éxito de los profesionales en un mundo cada vez más conectado. Cinco habilidades para fomentar esta inteligencia en el contexto digital.
La IE mejora el desempeño en el trabajo y enriquece las relaciones interpersonales, afrontando desafíos laborales.
1. La empatía en línea, implica comprender y validar las emociones de los demás a través de una escucha activa y el uso de diversos medios digitales como mensajes de texto, videoconferencias y correos electrónicos; 2. La Autoconciencia Digital, la adicción a la tecnología y las redes sociales es una preocupación creciente, la autoconciencia digital se vuelve esencial.
Regular el tiempo que pasamos en línea y tomar decisiones asertivas sobre su uso nos permite equilibrar nuestra vida digital y personal; 3. Comunicación Efectiva en Equipos un Algoritmo Estructurado, para lograrlo, es fundamental enviar mensajes claros y concisos, comprender cómo comunicar directrices y ser receptivos a la información.
Conocer al personal, sus habilidades y estilos de comunicación nos permite elegir el medio adecuado para transmitir mensajes; 4. Gestión de Conflictos como un Contenido de Valor, requiriendo la resolución de manera calmada y respuestas constructivas ante desacuerdos; 5.
Resiliencia Digital, implica la capacidad de adaptarse a los cambios y controlar las emociones cuando se ha sido expuesto a ciberacoso, contenidos negativos y problemas de seguridad informática. Esta habilidad nos permite abordar los desafíos como oportunidades para aprender de errores y ser conscientes de nuestros límites emocionales.
Fomentar la inteligencia emocional no solo mejora la calidad de nuestras interacciones en línea, sino que también fortalece nuestra capacidad para afrontar los desafíos digitales con confianza y resiliencia. La adaptación al uso de la tecnología satisface las crecientes demandas de la sociedad.
En este sentido, la GAE promueve iniciativas en materia de gobierno abierto y electrónico, no solo es un mandato legal, sino también una respuesta a la necesidad de modernizar el Estado, la GAE cuenta con el programa de adiestramiento e-learning GAE, accesible para el público en general, buscando desarrollar competencias laborales tanto técnicas como habilidades blandas, impulsando también la aplicación de la inteligencia emocional.
El futuro de la inteligencia emocional en la era digital se presenta desafiante, a medida que la tecnología sigue avanzando, es necesario continuar formándonos sobre este tema, para asegurar el éxito en el desarrollo profesional.