El mundo de la ciencia despidió ayer a una de sus figuras más carismáticas de las últimas décadas, el físico británico Stephen Hawking, que contribuyó a establecer las bases de la cosmología moderna y se convirtió en un ícono de la cultura popular.
Hawking murió en la madrugada de ayer en su residencia de Cambridge (Inglaterra) con 76 años, a pesar de que en 1963 le fue diagnosticada una esclerosis lateral amiotrófica (ELA) por la que los médicos no pensaban que tuviera más de 2 años de vida.
La primera ministra británica, Theresa May, lamentó la pérdida de una “mente extraordinaria”, y algunos de los investigadores más relevantes del Reino Unido, como el astrofísico Martin Rees, antiguo compañero de universidad, elogiaron su talento científico y la fuerza de voluntad que dominó su vida.
Breve historia del tiempo
Su salto a la fama lo había propiciado el libro A Brief History of Time, en el que en 1988 explicó en un lenguaje accesible los últimos descubrimientos sobre la naturaleza de los agujeros negros y el origen del universo, campos de los que él mismo había sentado las bases matemáticas.
Su faceta mediática eclipsó en ocasiones su trabajo científico de primer orden, que entre otros logros llevó a demostrar que el universo entero procede de un punto infinitamente pequeño, una singularidad, lo que dio un nuevo respaldo a la teoría del Big Bang, formulada décadas antes.
Descubrió, además, que los agujeros negros no son objetos completamente inaccesibles de los que nada puede escapar, como pensaban los físicos hasta entonces, sino que irradian calor y, con suficiente tiempo, acabarían evaporándose y desapareciendo.
La existencia de esas emisiones, bautizadas como radiación de Hawking, dio un vuelco al campo de la cosmología, al que el científico contribuyó a lo largo de su vida con más de 150 trabajos académicos.
Al conocerse la noticia de su muerte, la universidad de Cambridge bajó a media hasta las banderas y abrió un libro de condolencias ante el que se formó esta mañana una cola con estudiantes, profesores y visitantes de la ciudad inglesa.
Físico y osado Académico
El físico británico nacido el 8 de enero de 1942 en Oxford, publicó sus descubrimientos tras doctorarse en la Universidad de Cambridge, en la que llegó a ocupar durante 3 décadas la codiciada cátedra Lucasiana de Matemáticas, la misma que Isaac Newton.
El joven Hawking no sobresalió en el colegio. “Mi promoción fue francamente inteligente”, se excusó con ironía en alguna ocasión, ni tampoco en sus primeros años de universidad, en los que demostró una inteligencia excepcional para las matemáticas, pero no se preocupó por cosechar un currículum brillante.