miércoles , 27 noviembre 2024
Inicio El Concilio Ecuménico de Trento (II)

El Concilio Ecuménico de Trento (II)

SELVIN CARPIO
[email protected]

El objetivo único de este Concilio era llegar a un acuerdo entre católicos y protestantes y tratar así de reunificar a la cristiandad. Como antecedente, todo comienza en 1517 cuando Martín Lutero protesta contra la venta de indulgencias y escribe un documento conocido como las 95 tesis, que son 95 postulados en contra de la venta de indulgencias, en donde básicamente dice que no es correcto pagar en efectivo y por adelantado el perdón y la ida al cielo.

Lutero clava su documento en la puerta de la Catedral de Wittenberg y ahí empieza el movimiento que se conoce como la Reforma Protestante, ya que a la Iglesia Católica no le gustó que se le cuestionara una de sus principales fuentes de ingresos, aunque es importante mencionar que Lutero no quería separar a la Iglesia Católica, sino más bien reformarla, modernizarla y quitarle toda la corrupción que en aquel entonces tenía, cosa que no logró.

Sin embargo, Lutero contó con el apoyo de muchos nobles y príncipes alemanes y poco a poco la Iglesia se comenzó a fracturar. Aunque la Iglesia tardó en reaccionar, es hasta 1545 cuando el papa Paulo III convoca el Concilio de Trento, con la idea de que se reúnan los nobles y teólogos protestantes y los obispos y teólogos católicos y que traten de reparar la fractura en la cristiandad.

”Reparar la fractura en la cristiandad.“

Pero la fractura era inevitable, porque lo que dice Lutero y lo que dice la Iglesia Católica era completamente incompatible, por ejemplo, el principal pensamiento de Iglesia Protestante y la raíz de toda la Reforma Protestante, es que la Biblia aunque es un libro revelado, debe ser interpretado, ya que está escrita en metáforas, en parábolas y aunque haya sido de inspiración divina, fue transcrita por seres humanos, mientras que la Iglesia Católica dice que no, que hay una sola interpretación y es la que hace el Magisterio de la Iglesia y que se debe de aceptar sin cuestionar.

Quizá la principal causa de conflicto, es que Lutero les dice que, en toda la Biblia no hay un solo pasaje que justifique la existencia del papado, porque la Iglesia Católica lo sustenta en un pasaje muy simple, cuando Jesús se encuentra con Pedro y le dice: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”, y Lutero dice que en las escrituras originales que están escritas en hebreo y en griego, ese pasaje no existe, que ese pasaje fue introducido por San Jerónimo en el siglo V cuando por orden del Papa Dámaso I tradujo la Biblia al latín y que precisamente fue introducido para justificar la existencia del papado. En las conversaciones de este Concilio, los protestantes asistieron al principio ya que iban con la idea de ir a exponer y conciliar, pero se les dejó claro que no iban a hacer eso, sino a arrepentirse y a pedir perdón, por lo que optaron por retirarse.

Muchos historiadores coinciden en que no fue un verdadero Concilio y aunque se dice que fue ecuménico, no lo fue, ya que al final solo fue una reunión de católicos en donde se concluyó que Lutero estaba errado y se reafirmó la postura de la Iglesia Católica.

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Lutero clava su documento en la puerta de la Catedral de Wittenberg y ahí empieza el movimiento que se conoce como la Reforma Protestante, ya que a la Iglesia Católica no le gustó que se le cuestionara una de sus principales fuentes de ingresos, aunque es importante mencionar que Lutero no quería separar a la Iglesia Católica, sino más bien reformarla, modernizarla y quitarle toda la corrupción que en aquel entonces tenía, cosa que no logró.

Sin embargo, Lutero contó con el apoyo de muchos nobles y príncipes alemanes y poco a poco la Iglesia se comenzó a fracturar. Aunque la Iglesia tardó en reaccionar, es hasta 1545 cuando el papa Paulo III convoca el Concilio de Trento, con la idea de que se reúnan los nobles y teólogos protestantes y los obispos y teólogos católicos y que traten de reparar la fractura en la cristiandad.

”Reparar la fractura en la cristiandad.“

Pero la fractura era inevitable, porque lo que dice Lutero y lo que dice la Iglesia Católica era completamente incompatible, por ejemplo, el principal pensamiento de Iglesia Protestante y la raíz de toda la Reforma Protestante, es que la Biblia aunque es un libro revelado, debe ser interpretado, ya que está escrita en metáforas, en parábolas y aunque haya sido de inspiración divina, fue transcrita por seres humanos, mientras que la Iglesia Católica dice que no, que hay una sola interpretación y es la que hace el Magisterio de la Iglesia y que se debe de aceptar sin cuestionar.

Quizá la principal causa de conflicto, es que Lutero les dice que, en toda la Biblia no hay un solo pasaje que justifique la existencia del papado, porque la Iglesia Católica lo sustenta en un pasaje muy simple, cuando Jesús se encuentra con Pedro y le dice: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”, y Lutero dice que en las escrituras originales que están escritas en hebreo y en griego, ese pasaje no existe, que ese pasaje fue introducido por San Jerónimo en el siglo V cuando por orden del Papa Dámaso I tradujo la Biblia al latín y que precisamente fue introducido para justificar la existencia del papado. En las conversaciones de este Concilio, los protestantes asistieron al principio ya que iban con la idea de ir a exponer y conciliar, pero se les dejó claro que no iban a hacer eso, sino a arrepentirse y a pedir perdón, por lo que optaron por retirarse.

Muchos historiadores coinciden en que no fue un verdadero Concilio y aunque se dice que fue ecuménico, no lo fue, ya que al final solo fue una reunión de católicos en donde se concluyó que Lutero estaba errado y se reafirmó la postura de la Iglesia Católica.

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