Desde un estudio o un escenario, los artistas usan su creatividad y talento para expresar emociones, visiones y críticas del mundo. Sin embargo, su obra trasciende una función o la inauguración de una exposición, pues se trata de un esfuerzo diario que al final enriquece el patrimonio cultural. En ocasión del Día Internacional del Trabajo, que se conmemora mañana, el pintor Rudy Cotton, el actor Jorge Ramírez y el ceramista Carlos Chaclán reflexionan acerca del significado de su labor.
Rudy Cotton
Pintor
Para el pintor Rudy Cotton, el Día Internacional del Trabajo es una fecha especial. Cada 1 de mayo recuerda el momento en que Pablo Picasso comenzó a crear el icónico Guernica, pero también medita acerca de la tarea del arte. “Los artistas realizamos una función profesional, nunca una de diversión o un pasatiempo. Es una manera de vivir, y para ello se trabaja 24 horas sobre 24 horas en una pieza”, asegura.
Si bien Cotton ha contribuido a la cultura mediante su obra a lo largo de 40 años, ahora también lo hace como director del Museo de Arte Moderno Carlos Mérida. Esta labor, comentó, le permite aportar al desarrollo de las artes visuales e identificar las necesidades del recinto desde su papel de creador.
Jorge Ramírez
Actor y productor
“Mucha gente ve el arte como una opción, porque primero está la alimentación, la salud y la educación. Mas, al dejar a un lado la recreación, dejan de asistir a los teatros y empiezan a subestimar la labor artística”, expresó el actor Jorge Ramírez.
El intérprete explicó que el trabajo estético, aunque se puede reflejar en un valor monetario, no se asemeja al realizado en una empresa. La actividad del artista, indicó, se mide por las horas de dedicación, el producto original que obtiene y la capacidad de despertar la reflexión. “Si el espectador llega a la sala y no siente nada, no tiene sentido actuar”, puntualiza.
Carlos Chaclán
Ceramista
Carlos Chaclán asegura que el arte es un trabajo exigente, pues demanda sacrificio y dedicación. Como ceramista, ve en cada una de sus obras un reto, que dependerá de la reacción que tenga la materia dentro del horno. “Laboramos todos los días, y además tenemos proyectos por desarrollar y técnicas por aplicar. Lo que pasa es que cada persona posee una opinión distinta de lo que es trabajar”, argumentó.
Sin embargo, el también músico destaca que la ventaja del artista es poder dedicarse a su pasión. “Aunque suene un poco egoísta, siempre concebiremos piezas para satisfacernos a nosotros mismos. Luego, con las exposiciones veremos si los demás gustan, o no, de ellas”, concluyó.
