En esta época del año, es agradable apreciar, y por supuesto comprar, unos delicados anacates en la misma calle. Sin dejar de lado los mercados, donde lucen en su esplendor los hongos por estar de temporada. Los anacates son una de las especies de hongos silvestres más apreciadas, buscadas y esperadas, año con año, en respuesta a las recetas familiares preparadas como platillos especiales.
¿Cómo son los anacates? Muestran un cuerpo de color anaranjado pálido o amarillento, con pliegues en lugar de las láminas de otros hongos. Tienen la forma de una trompeta alargada, su pie es del mismo color que el sombrero y su carne es consistente. Son silvestres, generalmente crecen en lugares húmedos o en los bosques. Es toda una experiencia recolectarlos, porque será en la época lluviosa, y por ende el suelo estará húmedo; además, los hongos de alguna manera están escondidos, habrá que encontrarlos y extraerlos con cuidado para que salgan enteros. Estarán llenos de tierra, se les retirará inicialmente el exceso, y ya en casa se terminarán de limpiar.
Las posibilidades culinarias son abundantes, podrán incluirse en diferentes recetas según el gusto personal, y para muchos es un verdadero deleite y muestra de delicadeza en las preparaciones. Pero, ¿a qué saben? Ofrecen un sabor afrutado, que recuerda al albaricoque. Por este mismo sabor penetrante, resulta el acompañante ideal para las carnes de ternera; son deliciosos en salsas con base a crema o salsa bechamel, al gratín, en guisados, con papas, como relleno de empanadas o de ravioles, en pulique combinados con loroco o de forma simple, dorados en el comal con sal y unas gotitas de limón, para potenciar el sabor natural de los hongos. Nutricionalmente son valiosos porque aportan pocas calorías, un alto contenido en minerales y proteínas vegetales, principalmente el potasio, y sumamente apreciados por el aporte de vitamina D.
“Tienen la forma de una trompeta alargada”.
Algunos detalles a tomar en consideración en su elección: prefiera los pequeños que aún no han formado su sombrero característico, porque son más aromáticos. Consuma tan pronto le sea posible, posterior a su compra; se busca que conserven su consistencia, color y frescura o como una segunda opción, podría también conservarlos por un par de días en refrigeración, dentro de un recipiente destapado. Generalmente los hongos se pudren, si se guardan en recipientes plásticos y herméticos.
Siempre le tomará un tiempo la limpieza, similar a la de cualquier hongo, únicamente limpie uno a uno con una servilleta o un paño seco. De ser necesario, termine de retirar los restos de tierra bajo el grifo y seque de inmediato, porque se busca eliminar la humedad, para que conserven su calidad. Es recomendable cortar a lo largo y por la mitad, para verificar que no tengan algún gusano. Podrá también cortarlos finamente, es cuestión de gustos, pero es agradable percibirlos en las comidas.
Entonces, los anacates resultan versátiles en la cocina, sin más. Anímese a comprarlos y ¡dé rienda suelta a su creatividad culinaria!
