Han pasado semanas, y las personas de la caravana migrante que decidieron quedarse en México a la espera de la visa humanitaria prometida por el Gobierno continúan sin respuestas. Por ello, un grupo se mantiene en huelga de hambre con la esperanza de que así se puedan “agilizar” sus procesos.
“Nosotros sentimos que lo que vienen haciendo va demasiado lento”, dice a Efe Patricio Sánchez, un hondureño que forma parte del grupo de 15 migrantes que inició la protesta el lunes en la ciudad de Hermosillo, estado de Sonora. Apoyados por Pueblo Sin Fronteras (PSF), organización que impulsa anualmente la caravana, han elegido como lugar para su reivindicación las afueras de la oficina del Instituto Nacional de Migración (INM).
La temperatura a lo largo del día puede superar los 40 grados a la sombra, por lo que unidades de la Cruz Roja se establecieron en el lugar para monitorear la salud de los migrantes. La caravana, formada por más de mil personas, en su mayoría hondureñas, comenzó el 25 de marzo en Tapachula, ciudad sureña cerca de la frontera con Guatemala. EFE