La segunda plaza para la Liga Nacional del futbol guatemalteco se la adueñó Siquinalá, ayer en el Estadio Pensativo, de Antigua Guatemala, al vencer a Santa Lucía 4-2 en tanda de penales, mientras que el sábado, por la misma vía, lo hizo Sanarate, que dejó en el camino a Iztapa 4-3 (1-1 en tiempo regular).
Ayer, el enfrentamiento fue lo menos parecido a un juego de futbol. Los choques, patadas y jalones, entre otras acciones, de ambos equipos, pusieron en tela de juicio qué deporte era el que estaban practicando. Al final, eso fue lo de menos, pues la algarabía se desató y se vistió de anaranjado.
Durante los 90 minutos reglamentarios, el juego fue escaso, lo que provocó sequía de llegadas a las porterías, lo cual desembocó en los tiempos extras y terminó con el empate sin goles, por lo que definieron el boleto con lanzamientos del punto penal, desde donde Bryan Morales, Juan Jiménez, Melvin Estrada y Atadeo Quiñónez le dieron la victoria a los naranjeros.
“Es Dios el que hace las cosas, yo solo cumplo con mi trabajo. Los muchachos se reventaron los 120 minutos. Siempre hemos creído en los procesos, aunque no ha sido fácil. También hemos tenido que sufrir, pero ya estamos aquí, pensando en lo que se viene”, manifestó César Barcárcel, técnico guatemalteco responsable de la gesta de Siqui.
La histórica faena del representativo del Departamento de Escuintla, que llega a la Liga de los consagrados por primera vez en su historia, sella la conseguida hace un año, cuando escalaron de Segunda a Primera División.
Otro huésped
En el cotejo del sábado, Sanarate consiguió el primero de los boletos para máxima categoría, al superar en cobros desde los 11 metros a Iztapa (4-3), los cuales fueron necesarios después del empate a 1 en el tiempo oficial.
A pesar de que los peces velas habían conseguido ponerse en ventaja en el marcador desde el minuto 2 con la intervención de Robson Santos, la máquina celeste consiguió la paridad por medio de Kevin García, quien puso la igualdad en el tablero en el 43.
