ARTES
Arte urbano al rescate de los espacios públicos
Estas expresiones muestran que las piezas contemporáneas no son exclusivas de las galerías.
En estudios improvisados, bajo condiciones climáticas impredecibles y expuestos al ojo y la crítica del transeúnte, los artistas urbanos usan los espacios públicos como lienzos. Sus piezas efímeras y coloridas rescatan sitios a veces olvidados, construyen puentes entre comunidades y demuestran, una vez más, que el arte contemporáneo no se resguarda únicamente en las galerías.
Disciplina singular
El arte urbano tiene como objetivo mejorar el entorno de un área o una comunidad mediante expresiones visuales, expone la artista Alejandra Barahona (Bara). Por eso, aunque las piezas son producto de una manifestación personal, se caracterizan por haber sido creadas “pensando en la población”, agrega.
El pintor y muralista Héctor Mod Cárdenas, considerado el primer artista urbano de stencil del país, reflexiona en que este arte engloba a aquellas propuestas inspiradas en elementos de la urbe. De lo contrario, dice, no habría diferencia con el grafiti, una modalidad de pintura libre en la que destacan letras y firmas, y que generalmente es desarrollada de forma ilegal.
Para que una creación callejera se aprecie como arte, debe plantearse desde la estética, indica Cárdenas. Esto se consigue al tener un conocimiento general de la disciplina y, como en cualquier otro oficio, dominio de alguna de las técnicas. Solamente así, y aun si la obra es abstracta, “se notará la calidad del trabajo”.
Técnicas
En la capital guatemalteca resaltan cuatro técnicas de arte urbano. La del aerosol abarca grandes dimensiones en poco tiempo, sin necesidad de mezclar previamente los colores. El muralismo se caracteriza por reunir pinceles y acrílicos, mientras que el empapelado permite intervenir papel que, adherido en conjunto sobre la superficie, exhibe una pieza a gran escala. Finalmente, el stencil parte de planillas o moldes.
Evolución y aceptación
Entre la década de los 90 y los primeros años de los 2000, recuerdaCárdenas, el panorama para este arte evolucionó, pues, hasta ese entonces, era visto como “algo nuevo e inusual”. La aceptación y trascendencia cultural se ganó, dice, al demostrar que, más allá de rayas o manchas en las paredes, constituye un esfuerzo artístico.
El director del Festival Bonito mi Barrio, Alejandro Reyes (Ruido), concuerda con Cárdenas y afirma que los estereotipos ya están rotos. De lo contrario, proyectos como el que encabeza serían imposibles. “Si bien antes nos veían como un problema, ahora sugerimos una solución respaldada por vecinos y entidades gubernamentales y privadas”, declara.
Un dilema vivo
Como voces de las calles, las expresiones urbanas suelen romper con el orden y la estética social, pero no pueden encasillarse bajo un mismo perfil. Cárdenas, Reyes, Barahona, y Javier España, quien como Spaint ha plasmado su arte en México y EE. UU, coinciden en que es el propio autor el que determina sus límites.
El artista urbano se inclina por el diseño gráfico y la ilustración, y demuestra versatilidad y afinidad por la estética, ya que pretende comunicarse de manera conceptual o aportar a la decoración de espacios públicos. Por su parte, el grafitero busca libertad y, más que manejar una técnica, traza un lenguaje entendible únicamente por el gremio y poco digerible para el resto, comenta España.
Arte para transformar
A lo largo del año, en la capital se desarrollan distintos proyectos que promueven esta especialidad y se encaminan hacia un mismo objetivo: rescatar sitios olvidados o las llamadas zonas rojas, mediante el poder transformador del arte.
Tal es el caso de Festival Bonito mi Barrio, que desde 2007 se estableció como la plataforma de exhibición y valorización de arte urbano. Por medio de obras con enfoque social, sugiere una atmósfera de revitalización en áreas de la zona 4, como el Mercado El Granero y la 24 calle, además del Zoológico La Aurora.
Muros de la zona 3, específicamente sobre la avenida Bolívar y el Parque BMX, relucen gracias a las intervenciones realizadas en 2018, como parte del Festival Internacional de la Juventud, organizado por la Asociación Trasciende. Si bien el grafiti es uno de los elementos que se manifiestan dentro de la celebración, su objetivo es promover los ejes que integran la cultura hip hop, apunta David Martínez (Dj Simpson).
En 2012, Spaint decidió pintar, por primera vez, las paredes traseras de las casas que colindan con el parque de la colonia Ciudad del Sol, en la zona 4 de Villa Nueva. Al inicio, recuerda, el ambiente era tenso, pues los vecinos no estaban familiarizados con esta expresión. Debido a la constancia, en enero de este año se realizó el primer Festival de Grafiti Playground, con la visita de artistas de El Salvador y Norteamérica.
No es cosa de hombres
Aunque el arte urbano puede ser un círculo dominado, en su mayoría, por hombres, las mujeres también se han hecho un sitio. Bara ha llevado su obra a Suiza y Kosovo, y Sandra Arizandieta (Ariz) dirige Niñas furia, colectivo establecido para visibilizar el trabajo de autoras emergentes. La disciplina, la creatividad y la perseverancia, dice esta última, han sido las piedras angulares de este grupo, cuyas piezas se visualizan en el perímetro de la Cruz Roja Guatemalteca, la Universidad del Valle y el Centro Cultural Municipal, entre otros espacios.
Gestiones
A diferencia del pintor de estudio, el artista urbano no cuenta con su propio lienzo. Por consiguiente, crear su obra implica solicitar permisos al propietario del muro a intervenir. Ante esta situación, Alejandro Reyes recomienda presentar el portafolio artístico, el boceto de la futura pieza y, de ser posible, entregar un contrato de autorización, como respaldo para trazar libremente.
ARTES
‘Hispanoamérica’, documental que llega a EE. UU. para reivindicar voces y raíces comunes
Emilio J. López
«Hay que contar lo que somos, el patrimonio y las raíces comunes que tenemos», dice el cineasta José Luis López-Linares en defensa de la civilización hispánica a propósito del estreno en EE.UU. del documental ‘Hispanoamérica, canto de vida y esperanza’, una visión a contracorriente y visualmente poderosa de la América Hispana.
«Somos casi 600 millones de personas las que compartimos una civilización y debemos ser capaces de mirar al pasado sin recriminaciones ni complejos», subraya López-Linares, tres veces ganador del Premio Goya.
‘Hispanoamérica, canto de vida y esperanza’ combina de manera excepcional y didáctica el documento y la belleza visual para asistir a la riqueza del mundo hispánico: al detenerse, por ejemplo, en el Hospital de la Misericordia de Quito (Ecuador), fundado en 1565, o ante la renacentista Catedral de Lima (Perú).
Una historia común, una herencia compartida
Asiste también el espectador a la primera polifonía en quechua, el hermoso canto de los violines en plena Amazonía o la ardua búsqueda por la selva de las partituras que los jesuitas dejaron tras su expulsión a mediados del siglo XVIII.
Se considera López-Linares (Madrid, 1955) un privilegiado. Trabaja en lo que le apasiona, y en el rodaje de esta película documental le han pasado cosas extraordinarias, como el encuentro en la selva boliviana, en San Ignacio de Moxos, con el grupo Ensamble Moxos, que rescata el legado musical de las antiguas misiones.
«Es algo increíble. Cuando lo ves ahí… recuperando esa herencia en un pueblito lleno de músicos extraordinarios de una calidad y gracias maravillosa», explica con entusiasmo.
Rodado en Ecuador, España, Perú, Bolivia, México y Estados Unidos, el documental, el más visto en 2024 en España, se proyecta desde hoy en las salas de cine de 70 ciudades estadounidenses.
Si su anterior proyecto, ‘España, la Primera Globalización’, desmontaba la Leyenda Negra, alimentada por la propaganda y los prejuicios, ‘Hispanoamérica’ es «una película para disfrutar de la belleza, del arte y de la música, de la maravillosa herencia que compartimos y de un idioma común», añade.
Muestra de la visión generadora e inclusiva de la Monarquía Hispánica es la fascinante portada pentalingüe del Templo de Andahuaylillas (Perú), en la capilla bautismal, escrita en cinco idiomas: latín, español, quechua, aymara y puquina (el idioma, este último, de la nobleza inca).
A través de entrevistas a más de 60 historiadores, artistas, religiosos y expertos, fundamentalmente americanos, el documental defiende con gran claridad expositiva más de 300 años de historia compartida y mestizaje.
«Nos han contado mal la historia y nos la hemos creído», dice en el documental la historiadora mexicana Angélica Montes-Cruz, un relato historiográfico negativo, precisa López-Linares, elaborado a propósito como un «arma» para «desunir, romper algo que estaba unido».
Porque si algo le inquieta e indigna al cineasta madrileño es la manera en que la historia de España se ha contado y se sigue contando «a base de mentiras, medias verdades y hasta enormes tonterías», como por ejemplo, dice, que España tenga que pedir perdón por su historia.
Hispanización de Estados Unidos
Opina el director que la cultura hispana es una forma de ser y estar en el mundo, una cosmovisión que «está cambiando incluso la cultura dominante en Estados Unidos, hasta la forma de relacionarse» en este país.
«Estados Unidos se está hispanizando y ese es un fenómeno muy interesante», apunta López-Linares, para desvelar que ese va a ser precisamente su próximo proyecto documental, «ahondar en las raíces hispanas de Estados Unidos».
No se olvida el filme de destacar el papel clave de tres mujeres: Isabel la Católica, una «visionaria que percibió la dignidad de los indígenas», Doña Marina, La Malinche, pareja de Hernán Cortés, la «gran artífice de la conquista» que concibió a Martín Cortés, «el primer mexicano, símbolo del mestizaje más cabal», y la Virgen de Guadalupe, protectora no solo de los mexicanos, sino de la mayoría de los hispanos, aún a día de hoy.
Sin veracidad no hay documental e ‘Hispanoamérica, canto de vida y esperanza’ es un antídoto contra ese ‘Árbol de odio’ que describe el hispanista Philip Wayne Powell, esos frutos que tanto daño han hecho y hacen a la relación de América con España, que envenenan la convivencia y una «incomparable historia compartida».
ARTES
Un lustro promoviendo la lectura en el país
Fotos: Kitapenas
“Estamos felices de celebrar estos primeros cinco años. Ha sido un camino lleno de aventuras y retos, con una pandemia incluida, pero sobre todo de aprendizajes que estamos felices de compartir con nuestro equipo y con nuestros clientes”, apunta Daniel Uzcategui, director de Kitapenas Books and Bistró.
La librería en este mes en su quinto aniversario tendrá participaciones importantes en los eventos de literatura del país, como La Feria Internacional del Libro y ha sido pionera en la creación de rallys y conciertos alusivos a la noche internacional de Harry Potter, además de numerosos eventos de carácter cultural como la copresentación de la escritora mexicana Flor Sandoval, autora del éxito juvenil Boulevard.
“Para nosotros como parte del equipo Kitapenas es un gran orgullo recibir en nuestras dos sedes a clientes locales y extranjeros, que siempre salen gratamente impresionados con la imagen tan chapina que caracteriza a nuestras tiendas, empezando por nuestro nombre que de una vez le remite a la mágica leyenda de las muñecas quitapenas, que se llevan los problemas de las personas”, finaliza Uzcategui.
Sus sedes
Pueden visitarla en sus dos sedes, una ubicada en el centro comercial Rambla 10 y la segunda en Ciudad Cayalá. Su sitio web es www.KITAPENASBB.com y allí encontrarán sus ofertas y promociones.
ARTES
Cara a cara con las cicatrices geológicas
Exposición colectiva Cordillera visualiza la topografía y las narrativas de la historia latinoamericana
Fotos: Galería Extra
Cordillera muestra los trabajos artísticos de nueve creadores, que van desde México hasta Chile, cuatro de ellos participantes de la Bienal de Venecia.La colección puede contemplarlaen Galería Extra (ruta 4, 7-56, zona 4 de la capital), de lunes a viernes, de 10:00 a 17:00 horas. Estará abierta hasta el 17 de enero de 2025.
Participan el Colectivo Rojonegro, integrado por María Sosa y Noé Martínez (México); los guatemaltecos Jamie Denburg Habie, Gabriel Rodríguez Pellecer y Manuel Chavajay. Además, Adán Vallecillo (Honduras), Beatriz Cortez (El Salvador), Elyla (Nicaragua), Donna Conlón (Panamá) y Francisca Aninat (Chile).
El texto curatorial menciona que la Tierra guarda en su interior fragmentos de su historia y se accede a ellos en esta muestra, mediante el trabajo de Gabriel Rodríguez Pellecer, quien invita a extraer esa memoria del suelo para comprender sus ciclos.
Cicatrices geológicas son estructuras que emergen como resultado del movimiento de la corteza, que refleja el impacto de las fuerzas internas que moldean la superficie terrestre. A decir del Colectivo Rojonegro: “Este movimiento habla también del encuentro de nuestros cuerpos en una asamblea que une nuestra voz con la de nuestros ancestros” .
“Vallecillo recupera materiales de cada uno de los sitios donde trabaja, que permite una interpretación más amplia de los límites del paisaje. Por su parte, Elyla aborda esta relación desde un enfoque performático, al conectar el cuerpo humano con el territorio y utilizar la tierra misma como medio para explorar las interacciones entre identidad, naturaleza y los efectos del colonialismo.
“Ambos artistas, desde distintas perspectivas, revelan las tensiones entre el consumo desmedido de la naturaleza y la posibilidad de establecer una relación más armónica y espiritual con el planeta”, indicó Cristian Toj, de la galería.