António Guterres
Secretario General de las Naciones Unidas
El día internacional para la eliminación total de las armas nucleares nos recuerda que para construir un futuro pacífico es necesario poner fin a la amenaza nuclear.
La desconfianza y la competencia geopolítica han disparado el riesgo nuclear hasta los niveles de la Guerra Fría. Entre tanto, se van perdiendo los progresos logrados con tanto esfuerzo a lo largo de muchas décadas para prevenir el empleo, la proliferación y los ensayos de armas nucleares.
En este importante día, reafirmamos nuestro compromiso con un mundo libre de armas nucleares y de la catástrofe humanitaria que desencadenaría su empleo.
Esto implica que los Estados poseedores de armas nucleares sean quienes marquen el camino, cumpliendo con sus obligaciones en materia de desarme y comprometiéndose a no emplear nunca las armas nucleares, en ninguna circunstancia.
Para construir un futuro pacífico es necesario poner fin a la amenaza nuclear.
Supone reforzar el régimen de desarme y la no proliferación de armas nucleares, debe hacerse a través del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares y el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares. Implica que todos los países que aún no han ratificado el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares lo hagan sin demora, y que los Estados que poseen armas nucleares mantengan una moratoria de todos los ensayos nucleares.
Supone también tener en cuenta la evolución del orden nuclear y abordar la línea divisoria cada vez más difusa entre las armas estratégicas y las convencionales y el nexo con las tecnologías nuevas y emergentes.
Ante todo, supone desplegar las herramientas imperecederas del diálogo, la diplomacia y la negociación para rebajar las tensiones y acabar con la amenaza nuclear. En el informe de políticas sobre la Nueva Agenda de Paz publicado recientemente se exhorta a los Estados Miembros a renovar con urgencia su compromiso con esta importante causa.
La única forma de eliminar el peligro nuclear es eliminar las armas nucleares. Trabajemos juntos para desterrar esos artefactos de destrucción, de una vez por todas, a las páginas de la historia.
Lograr el desarme nuclear es la mayor prioridad de las Naciones Unidas en esta materia. Fue el tema de la primera resolución aprobada por la Asamblea General, en 1946. Ha formado parte de su agenda desde 1959. Es una cuestión destacada en las Conferencias encargadas del examen del Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares, celebradas por la ONU desde 1975.