El Fondo de Reformas Estructurales que impulsó la Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ) finalizó luego de una década, comunicó la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan), que resaltó los beneficios que el proyecto dejó.
“Diez años contribuyendo al crecimiento sostenible, porque cuando uno se refiere a reformas estructurales habla de diálogo, negociación y consenso entre el Estado, sector público y sociedad civil, con el acompañamiento internacional”, afirmó Franco Martínez, subsecretario de Cooperación y Alianzas para el Desarrollo de Segeplan.
Recordó que el objetivo del citado programa fue la elaboración y discusión pública de iniciativas de cambio en aspectos de seguridad democrática y justicia, inclusión social y crecimiento
económico y rural sostenibles.
De esa cuenta, se promovieron proyectos enfocados en esos ámbitos, “especialmente en los últimos cuatro años, por instrucción del presidente Alejandro Giammattei”, manifestó.
Patricia García, directora del Fondo, refirió que destinaron 7 millones de euros para efectuar
38 programas; entre ellos, 13 de gobernabilidad democrática con equidad y 5 de inclusión social y educación.
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Años duró la iniciativa que fortaleció la democracia de Guatemala.